Me llamo Adrián, tengo 23 años y vivo con mi novio Rodrigo. Éramos muy felices hasta que un día cambió todo.
Estaba yo, plácidamente tumbado en el sofá, viendo una película en mi televisión de última generación y comiendo mis aperitivos favoritos. Llegada mi parte favorita de la película, me entraron unas ganas terribles de ir al baño.
- Vaya, ya me asoma el Obama - Maldije para mí mismo.
Me adentré en el baño, pasados trece minutos acabé la faena y tire de la cadena. De repente el agua comenzó a salir por el váter sin control, entonces fue cuando me di cuenta de que debía llamar al fontanero. Esperé tranquilamente en el sofá y después de veinticinco minutos llamaron a la puerta. me levante con calma y me dirigí a abrirla. Le indiqué al fontanero donde se encontraba la avería y se dispuso a arreglarla. Mientras tanto yo, le miraba apoyado en la pared. Decidí entablar una conversación con él.
- Y... ¿qué tal va? - Le pregunté tímidamente a la vez que coqueteaba con él.
- Bastante bien - Me miró de reojo con una sonrisa pícara.
Cuando quise darme cuenta el fontanero me estaba besando apasionadamente y le seguí el beso con desesperación.
- Y... ¿cómo te llamas? - Le pregunté cuando paramos de besarnos por falta de respiración.
- Roberto - Me respondió agitadamente.
Nos dirigimos a la habitación mientras no íbamos quitando la ropa el uno al otro poco a poco.
Empezó a penetrarme muy fuertemente y estuve a punto de llegar al orgasmo, cuando escucho el ruido de unas llaves en la cerradura de la puerta principal.
Me alarmé ya que sabía que era él, mi novio Rodrigo. Debido al estrés de la situación, empujé a Roberto y cayó al suelo. Cogí todas sus pertenencias y metí a Roberto en el armario, sus ropajes los fui metiendo por los cajones, me vestí con lo primero que pillé y bajé a recibir a Rodrigo.
- Hola, mi amor - Me dijo Rodrigo después de una larga jornada de trabajo en su oficina y me dio un pequeño beso en los labios.
- Cariño... Tengo que contarte una cosa que creo que no te va a gustar - Le respondí seriamente.
- Puedes contarme lo que quieras, pase lo que pase nada ni nadie nos separará.
- Está bien, te lo contaré... - Le narré todo lo sucedido con todos los detalles a mi novio Rodrigo.
- Te perdonaré siempre y cuando me presentes al fontanero - Me dijo mordiéndose el labio inferior sensualmente.
- Está bien, se llama Roberto y es muy fogoso a la hora de follar - Le respondí de forma calenturienta.
Subimos a la habitación rápidamente, Rodrigo se puso su tanga de leopardo y nata en cada uno de sus pezones. Al ver que Rodrigo ya estaba preparado para la acción, decidí sacará a Roberto del armario. Estábamos los tres ansiosos por tener sexo. Nos besábamos con lujuria y pasión. Me quité toda la ropa para quedarme desnudos al igual que ellos. Pasamos una gran noche llena de gemidos, orgasmos y condones usados.
¿Quién diría que una cisterna podría cambiarlo todo?
~FIN~
Por cierto, Roberto acabó de arreglar la cisterna ( por si os lo preguntabais )
Esta ha sido mi primera historia, votar y haré segunda parte ( serán solamente de un capítulo también ) Espero volver a escribir pronto.
Kissees 💋✨
