Narra Roberto
Ya llevabamos un tiempo queriendo contratar a alguien para que limpie la casa, por eso, decidimos poner carteles con nuestro número de teléfono, por si había alguien interesado.
Ya habían pasado varios días, y nada, hasta que Rodrigo recibió una llamada de un numero desconocido. Alguien estaba interesado...
Narra Nicole
Otra vez me había vuelto a pasar, me habian despedido. Ahora estaba sola, sin dinero y con un alquiler, el cual, ya no podría pagar.
Estuve andando varios minutos sin rumbo, en mi camino encontré un cartel, en el cual se ofrecía un trabajo. Paré a leer detenidamente, no estaba tan mal, trabajaría de lunes a sábado, de ocho de la mañana a cinco de la tarde. Con el sueldo podría permitirme pagar el alquiler y no morir de hambre.
Pese a que me gusta prefiero seguir buscando, no quiero quedarme con el primer trabajo que me encuentre. Decido hacer una foto al cartel para guardar el teléfono que sale en el y sigo mi camino sin rumbo.
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Han pasado varios días, y, como suponía, no he encontrado ninguna oferta mejor. Por eso me encuentro llamando al número. Un tono y nada, el segundo y tampoco, no fue hasta el sexto tono en el que alguien respondió mi llamada.
-Hola, ¿quién es?- dijeron al otro lado de la línea con voz dudosa. Era una voz grave, seductora, capaz de enamorar a cualquiera.
-Hola soy Nicole y llamo por el anuncio de la oferta de trabajo-Dije con voz temblante.
-Pensamos que ya nadie llamaría- Se notaba que en el fondo estaba aliviado, usaba un tono divertido, pero no mucho, lo justo para transmitir confianza y amabilidad.
-Siempre he sido especial- Él rió, después de eso acordamos que quedaríamos en la plaza Snakeu a las cinco de la tarde el sábado.
Tenía hoy y mañana para aprender a hacer todas las cosas que un asistente debe hacer, tenía claro que estos dos días serían duros.
Eran las ocho de la tarde, habían pasado cuatro horas desde que llamè, en ese tiempo había puesto varias lavadoras para acostumbrarme, había planchado toda la ropa, que previamente había lavado y secado -obviamente me quemé varias veces-
Mañana barrería, fregaría y limpiaría el polvo.
Ya es viernes, y al fin he acabado todas las tareas que tenía previstas. Realmente estoy sorprendida de mi misma y el resultado.
Lo único que quiero ahora es darme un baño relajante y dormir hasta que el sol sea azul. Aunque, desgraciadamente para mi, mañana debía madrugar para ver a Roberto, el chico para el que iba a trabajar.
Estoy nerviosa, no lo voy a negar, pero no es nada que un buen baño de burbujas no pueda solucionar.
Después del baño me puse el pijama y me metí en la cama.
Realmente estoy cansada, solo quiero dormir.
Sábado por la mañana, el día ha llegado.
Después de peinarme y maquillarme llegó el peor momento, elegir que me iba a poner, siempre me pasa lo mismo, a pesar de tener bastante ropa nunca sé que ponerme.
Después de un largo rato decidí ponerme unos pantalones negros y una camiseta gris con mi sudadera rosa favorita encima.
Una vez lista cogí el móvil, la cartera, las llaves y salí de casa.
No tardé en llegar, ya que la plaza no estaba muy lejos de mi casa.
Una vez allí me di cuenta de una cosa, ¿¡Como mierdas iba a encontrarle entre toda la gente si no sabía como era!?
Vale, cálmate Nicole, encontrarás una solución. Y fue entonces cuando alguien tocó mi hombro para llamar mi atención
