Sigo teniendo esa horrible pesadilla en la que no puedo respirar y siento como toda mi vida llega a su final. Es un dolor que me oprime el pecho y me hace sangrar. No se cuando comenzó, tampoco puedo decir si en realidad solo es una señal, una advertencia, aquel mundo donde encontrare la paz. Solo una cosa puedo asegurar: a nadie le gusta verse muerto y saber que quien lo mato esta allí detrás de la puerta pidiendo perdón.