Darling [Evak,Skam] [IsakyEven]

Capítulo 15:

Even trató de explicarle a su madre todos los acontecimientos transcurridos, pero ella lo ignoraba, estaba más ocupada recriminandole a los otros como la madre no oficial de todos que se considera.

Nos había tapado a Mikael y a mí con unas mantas como si hubiéramos tenido un accidente haciendo piragua o algo así –nada más lejos de la realidad– y luego nos ofreció una taza de café.

—Hacía tiempo que no veía a mamá Siv tan enfadada.—Dice uno de los chicos. No me he aprendido su nombre todavía.

Tampoco se que coño hacen aquí.

—¿Recordais aquella vez que las galletas que nos estaba preparando salieron con cosas blancas porque Even les echó sal?—Todos se echan a reír, hasta Even sonríe.

¿Se ha olvidado de que han golpeado a su novio o que?

No me gusta eso de que me ignore. Que demuestre lo que soy para él delante de estos gilipollas, para callarles la boca solamente.

—Era sal de frutas, creo. No sélo que era, pero no era una sal normal.—Añade Even al comentario de Elias.

Ahora tengo ganas de golpear a mi novio.

No me hace ni caso y encima está interactuando con el enemigo.

—¿Que coño pasó con esa piscina hinchable?—Dice uno. El que no se identificar de ninguna manera.

—¡Yousef la pinchó!—Exclama agarrándose la barriga.

—Y una mierda, Mutta. Fue Mikael.—Miro de reojo hacia el aludido que estaba tan ausente como yo.

—Si bueno...—No añade más y se encoge de hombros.

—¿Y que pasó con el pez de Yousef?—Pregunta Even.

Oh Dios mío, ¿esto es una broma?

—Estaba limpiando la pecera cuando se me fue el pez por el váter.

—¿Como es que terminó en el va...

—Lo dejé en la pila. La llené, puse el tapón y saltó.

—¿De la pila al váter?

—De la pila al váter.—Responde.

De un momento a otro vuelve a entrar Siv cargada de un botiquín.

—¡Ya me estáis explicando que ha pasado aquí, niños! ¡tu también Isak!—Resoplo.

—Él me golpeó.—Lo señalo infantilmente.

—¡Porque él golpeó a Mikael!

—¡Pero si ni siquiera lo he tocado!

—¡No poco!—Exclama Mikael.—¿Y esto que es?—Se señala el pómulo.

—Eso ya lo traias de casa.—Me encojo de hombros.

—¡Ya está bien! ¡dejad de discutir!—Chilla Siv.—¿Os parece bien estar pegandoos? ¡sois amigos!

—Yo a estos señores no los conozco.—Digo receloso señalando a mi alrededor.

—Que listo es el jodido.—Masculla Mikael a mi lado.

—¿He dicho alguna mentira?

—¡Tu forma de actuar de niño bueno es una farsa!

—¿¡Perdona!?—Me levanto de la silla dispuesto a golpearlo otra vez.

—¡Que soy más fuerte que tu capullo!—Me empuja. Al principio me desestabiliza pero me recompongo enseguida.

—Chicos ya —Un chico se interpone entre nosotros en son de paz.—No peleemos delante de Siv.—Pide en voz baja.