Parte sin título 9

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Anoche desperté desesperado y ansioso. Había descubierto que en tu vida no había llegado a significar nada. Había sido un espectro que no tocó nada de ti. 

Noté que habían existido más personas, más a las que le dijiste esas dos palabras que te causan insomnio y ataques de nervios. Más quienes te habían prometido un futuro, un mañana, más a quienes al igual que a mi, desechaste como si fuéramos un pañuelo de papel.

Tal vez llegué a rozar tu piel, a tocar tus labios y acariciar tus mejillas. Tal vez jugué con tu cabello y usé tu suéter durante un par de minutos.

Pero jamás fuiste mío ni yo tuyo.

O tal vez me autodenominé tuyo, cuando tú no querías alzar la vista de tu teléfono para observar cómo el sol daba de lleno en mi cara, resaltando lo rosado en mis pómulos, y alzando mis pestañas...

Y el amor que sentía no llegó a penetrar tu alma, ni tu corazón, siquiera llegó a provocar que no pudieras dormir por la noche de tanto pensar en mi.

Cuando era yo quien se desvelaba soñando con ser quien pudiera tener el privilegio de unir tus labios con los míos.

Anoche desperté con ansiedad porque nuevamente me di cuenta de que yo simplemente fui una persona que conociste y a la cual no quisiste conservar en tu vida. Siquiera como un amigo. 

'Ayer le besé por primera vez'.|| Carpeta de escritos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora