Parte sin título 5

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Yo le grité otra vez, y él me gritó de nuevo. Otra vez comenzaba el círculo de lo tóxico, la relación se daba vuelta y lo bueno que habíamos hecho se sepultaba por unas horas, unas 12 o 15 siempre estaban bien. Si duraba más de eso era porque el asunto había sido intenso.

Sus ojos se llenaban de odio y puedo jurar que cuando le oía romperme podía ver el fuego en ellos. Quemaban, ofendían... Las llamas eran vivas y si yo respondía me perdía contemplando cómo crecían, si no lo hacía, podía verle rogando porque lo hiciese. Sentía sus ojos rogándome porque los alimente con más rabia. 

Harry creaba y destruía. Harry dolía, quemaba, cortaba, podía hacer que te retorcieras del dolor, la ansiedad y el sufrimiento. Del otro lado de lo tóxico estaba lo sano y virgen, lo que no era perturbador ni profano. Harry sanaba mis heridas y presionaba su nariz contra mi pecho, sus ojos me suplicaban perdón cuando lloraba. 

Yo también estaba armado: tenía verdades y procuraba usar las que más conocía sobre él, aquellas que me había confesado en las noches de color gris perlado y cuando las luces de la luna brillante se metía por la ventana de nuestro balcón. En los bolsillos cargaba curitas, para tapar y ocultar que sangraba lascivamente. Yo también lo rompía con las palabras que decía, con lo que gritaba. Él también lloraba y gritaba furioso, frustrado, frenético. Cuando se mostraba la segunda parte de la toxicidad de la situación lo veía chillar como si estuvieran introduciendo metales en sus orejas. Y él a mi. 

Yo lo odiaba porque él me amaba. Y lo amaba porque él me odiaba a mi. ¿Pero cómo le explicas ésto a alguien que no lo ve, que no lo siente y vive? ¿Cómo le explicas a un ciego los colores, cómo le explicas a un sordo qué sonidos hacen los animales o cómo suena una canción que te gusta? No me bastaba con decirles que nosotros nos amábamos, porque nadie nos creía. 

''Nadie'' era bastante a quien frecuentaba. ''Nadie'' me escuchaba y hacía que la frustración que cargaba desapareciese. ''Nadie'' era nuestro amigo. Porque así él no se pondría celoso y desconfiado ni yo tampoco. ¿Para qué tendría que alguna vez volver a juntarme con quienes eran mis compañeros? Harry me hizo ver la verdad: 

Liam dice ser heterosexual pero no lo es, no lo es, él lo ha visto cuando me abraza y no funciona así, no se ve como amistad. Niall es vacío y se le nota que quiere ser mi amigo porque sé cantar. Él necesita un cantante para su banda de género alternativo. Me quiere por interés. Zayn es un drogadicto en carrera, ¿por qué Harry me concedería el juntarme con él? ¿Para que me vuelva alguien perdido en el crack? Él me cuida, él no abandona y siempre está allí. Sabe todo acerca de mi, lo acepta, aveces lo pierde pero sólo necesita que se lo recuerde. 

Voy a jurarlo con sangre, gritos, insultos y abusos. Lo amo, él me ama. Nos amamos. Lo amo tanto que si Harry tuviera cáncer le cortaría un agujero en el estómago y me lo comería para salvarlo. Así. 

Es tóxico. Es lo más envenenado que alguna vez probé. Pero él me ama. Y yo lo amo. ¿Pero cómo lo digo bien? ¿cómo hago para explicarles que de verdad siento su amor y él el mio? Yo le prometí cambiar y él me dijo que también lo haría. Porque lo necesito junto a mi y él a su lado. Pero ¿cómo les explico? 

¿Cómo les explico que es amor? Que ya sé que es veneno pero es uno dulce y que hace que te de gusto morir. ¿Cómo? ¿Cómo les explico que cuando me recuesto en la cama y la luz comienza a titilar se siente como si los días pasaran como segundos y nosotros envejeciéramos un poco más? La luz se prende. Los días nacen. La luz se apaga. Los días mueren. La luz se prende. Los días son brillantes y cálidos. La luz se apaga. Las noches son frías, instantáneas y tienen ese sabor a licor que siento cada vez que lo beso. 

'Ayer le besé por primera vez'.|| Carpeta de escritos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora