Capítulo 6 (Maratón 2/3)

135 16 2
                                    

Narra Léa:

Me he quedado helada. Parte de mi se lo esperaba por completo pero por otra parte esperaba que no lo dijese, pero lo ha hecho y no sé como salir de esta.

"Trabajo mañana y bueno..." Alargo el silencio todo lo que puedo hasta que le miro abatida, no sé que más decirle.

"Bueno, quedate aunque sea solo un rato." Dice encogiéndose se hombros, me giro para coger tantas pizzas como pueda con mis brazos. Tendremos que dar otro incómodo viaje, después de esto.

"A ver..." Dijo dejándo las pizzas de nuevo en la furgoneta. "Acabo de salir del trabajo, estoy sudada, huelo mal, estoy cansada y no tengo ropa para fiestas de este nivel."

"No necesitas ningún nivel, no sé, eres... única." Parece haberlo dicho con algo de timidez, pero la ha disimulado muy bien.

"No sé." Digo sin más.

"Ponte lo que quieras, Léa, de verdad. Mírame, yo siempre voy como si fuese un vagabundo o como si hubiese metido las manos en el armario sin mirar y lo que he cogido me lo pongo." Se encoge de hombros riéndose.

Me río levemente. "Tardaré bastante en arreglarme, lo siento si llego para la hora que se acabe la fiesta." Digo algo decepcionada.

"No te preocupes, sino te espero yo y nos comemos una pizza, guarda la que más te guste." Me guiña un ojo y nos reímos.



Me miro por última vez en el espejo, este vestido es lo más arreglado que tengo, es por la mitad del muslo, de color gris y escote en pico, de manga corta, pero no llega al nivel de la fiesta, a parte de que ese no es mi estilo... Me he puesto unos tacones negros simples y me he pintado levemente, no tengo ganas de fiesta y no sé por qué sigo yendo, algo me tira a ello.

Miro la hora, son las tres menos cuarto, no sé si la fiesta seguiré en pie, pero como di mi palabra me pongo en camino. Doy gracias de que no esté tan lejos, pues hubiese sido un rotundo no... aunque, ¿quién le da un retundo NO a Justin Bieber? Creo que nadie y no querría ser la primera.

La espera en el ascensor se me hace eterna, nada más las puertas se abren, me despido del conserje y acelero el paso lo más rápido que puedo, a estas horas vestida así, con estos zapatos y con la prisa que tengo, la 5ª Avenida se me hace más que eterna.

Creo escuchar que alguien me llama mediante unos 'shh, shh' pero intento no hacerle caso, ya que aquí nadie es conocido para mí, solo la gente d emi trabajo y no creo que Justin Bieber me esté buscando por la 5ª Avenida. Asumo que es un vagabundo, un niñato o una persona que se ha equivocado y entro casi sudando al edificio. Saludo al conserje, quién me acompaña hasta el ascensor y a partir de ahí, me adentro en mis pensamientos y cuando me quiero dar cuenta estoy pulsando el timbre de la casa de Justin Bieber.

Respiro alterada y me reviso rápidamente si voy bien, si no se me ha salido un pecho o si tengo los pelos revueltos, bien, todo en su sitio. La puerta se abre y me veo a Justin, miro detrás de él y no veo a nadie, no puede ser, me puedo caer de la vergüenza ahora mismo para atrás.

"Vaya, pensaba que no vendrías." Dice con una sonrisa afectada.

"Bueno, suelo cumplir mi palabra." Digo mirándole confusa. "¿Ya se han ido todos?"

"Bueno, quedamos algunos, pero no creo que les quede mucho rato aquí." Se encoge de hombros. Estoy esperando a que me diga que pase, estos tacones duelen.

"Ah vale." Digo asintiendo lentamente mirándo por encima de él. "Si quieres me puedo ir, no pasa nada, entiendo que es muy tarde ya, no esperaba tardar tanto." Admito.

CatfishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora