Conociendo el placer

546 36 10
                                    

Han pasado dos años desde que Soubi y Ritsuka se conocieron y aún no resuelven el misterio que envuelve a Seime.

El pequeño pelinegro se queda ahora en casa del rubio, puesto que su madre ha enloquecido conforme los meses pasaban.

Son cerca de las 8 pm, el sol ya se ha ocultado y en la pequeña sala, sobre el sillón rojo Loveless se encuentra sentado pensativo con un vaso de leche entre sus manos.

Soubi en la cocina se sirve café en una taza azul claro y va hacia la sala para tomar asiento junto a su Sacrificio.

-Ritsuka, tus orejas - deja la taza en la mesa frente a ellos- pronto serán mías -dice acariciandólas  suavemente.

-¿De que hablas Soubi? -algo molesto se vuelve hacia el rubio - ¿qué quieres decir con eso?

-Aún eres joven, pero no demasiado como para no amarte -el Combatiente se acerca más al chico.

-¡Soubi!, ¿qué estás diciendo?, ¿por qué de repente te portas así?...yo -Ritsuka se sonroja levemente - yo no entiendo que quieres decir con eso...

-No es malo que aún seas un "niño" pero -Soubi sopla en el cuello de Ritsuka y lo  roza levemente con sus delgados labios -tus orejas, tu cuerpo y todo tu ser serán míos...

-¡¡Espera!!, ¡¡yo no vine contigo para eso!! -el menor forcejea en vano pues el combatiente ha logrado recostarlo en el sofá.

-No tengas miedo, te prometo no lastimarte y hacer todo porque tu también la pases bien -los ojos azules del rubio miran directamente a Ritsuka, no parece estar bromeando como suele hacerlo para molestar a su joven Sacrificio....

-¿A qué quieres llegar?, ¡Idiota!, ¡¡Suéltame!! -la mirada de Ritsuka evita la de su compañero, algo no anda bien y lo sabe, usualmente Soubi se controla en sus chistes pero esta situación parece que no lo es.

-Quiero...-Soubi se acerca al oído del pelinegro y repega ligeramente su cuerpo sobre el pequeño Ritsuka quién tiene su corazón al mil por hora pues los latidos son percibidos por su acosador - tu virginidad...

-¡¡¡Soubi!!!, ¡¡dejáte de bromas!! -el chico siguió retorciéndose  para alejar al rubio pero sólo consiguió caer del sillón y alejarse hacia el estudio donde pintaba el acosador.

-Ritsuka, ¿qué pasa?, no negarás que tu también lo deseas... -Soubi se levantó y camino para alcanzar al pequeño.

-¡¡No!!, yo no quiero..aún soy un niño, ¿sabes?, tu eres el adulto aquí, deberías pensar más las cosas, no me gusta que des por hecho cosas de mi sin haberme preguntado antes -desvía la mirada.

-Ritsuka, yo te amo -el joven alto sonrió como solía hacerlo al decir tales palabras - y quiero que seas mío, tu corazón y todo tu ser...que sólo me ames a mí, -se acercaba más al pelinegro que estaba junto a un caballete que sostenía una pintura de mariposas púrpuras y azules las cuales había pintado Soubi hace no más de una semana para una exposición de su arte en la universidad luego de titularse.

-Tsk...-Ritsuka dejó de dar paso hacia atrás para alejarse del rubio cuando notó que por única ocasión parecía sincero en sus palabras, incluso su tono de voz era más suave de lo usual y su aspecto parecía más de niño necesitado de cariño que de adulto a punto de tomar la inocencia de un menor.

-Quiero que sólo pienses en mi, que dejes todo lo demás fuera de tu mente -el mayor no tardó mucho en abrazar a Ritsuka quien estaba temblando levemente - que seas para mí como yo lo soy de ti -alejo un poco al pequeño para mirar sus ojos que se encontraban algo llorosos y sus orejas agachadas, como gatito asustado y con mejillas completamente rojas.

La inocencia que perdí || EN CURSO 2023||Where stories live. Discover now