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Maratón 3/3

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Camila's POV.

Tenía todo listo, él desayuno servido y la cama preparada. Lauren no tardaría en llegar y yo estaba que me moría por las ganas inmensas que tenía de verla, de abrazarla, de besarla.

Escuche sus pasos por la sala y no pude evitar sonreír como una idiota al escuchar su voz llamando mi nombre.

—¿Camz?—preguntó desde la cocina

No respondí y segundos después ya la tenía en mis brazos con sus piernas alrededor de mi cintura y sus labios contra los míos. Cuando nuestros labios se separaron enterró su rostro él mi cuello y yo ya abrace fuertemente contra mi al sentir sus lágrimas.

—¿Por qué lloras, mi amor?—le pregunte con cariño mientras acariciaba su espada y me tomaba él tiempo de oler su cabello
—Estás aquí—se rió entre llanto—De verdad estás conmigo
—No podía perderme él cumpleaños del amor de mi vida, ¿verdad?

Ella negó con sus ojitos llorosos y volvió a besarme. Con cuidado me senté sobre la cama con ella en mi regazo.

—¿Quieres desayunar conmigo? —le pregunte al oído y ella asintió.

La coloque sobre la cama para poder acercar en carrito con él desayuno a la cama. En cuanto estuve nuevamente sentada se acomodó en mi regazo haciéndome besar su cabeza.

—Te extrañé mucho —admitió antes de meterse una papa de Mc Donald a la boca
—Y yo a ti, es muy difícil estar lejos de ti por tanto tiempo—suspiré al sentir su tierno beso en mi mandíbula —Eres una princesa
—No, estoy en pijama, mi cabello es un desastre y ni siquiera estoy maquillada—negó con una risita
—Y aún así pareces una princesa—besé sonoramente su mejilla para hacerla reír

Nuestra mañana se fue así, desayunando juntas, robándonos besos para terminar haciendo él amor después de tanto tiempo.

Mientras mi novia dormía desnuda sobre mi pecho, lo único que yo podía hacer era acariciar su cabello y darle algunos besos suaves para no despertarla. Me sentía completa con ella nuevamente entre mis brazos, no quería soltarla ni un segundo.

—Camz—suspiró entre sueños
—Aquí estoy, mi niña—susurré con cariño—Y aquí seguiré cuando despiertes

Mensajes; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora