9: ¿La abandonaste?

718 46 7
                                    

Bueno me hicieron sentir mal por haberlas ilusionado con la publicación anterior así que acá tienen, ahora si es el capitulo. Espero que no me odien por la reacción de Saul...

*Altagracia* 

Saul queda mirándome con los ojos abiertos.

-¿Em... embarazada? - yo solo asiento- ¿y qué paso con ese bebe? ¿lo abortaste? - me cuestiona horrorizado y soltando mis manos, yo niego con la cabeza.

-No, no lo aborte; p pero...

-¿Pero que?

-Pero tampoco la pude aceptar, la rechacé en cuanto nació y la aleje de mi. - le confieso y lagrimas comienzan a salir.

-¿Entonces fue una niña? - asiento - ¿La abandonaste?

-¿Qué pretendías que hiciera? - exclamo - Tenía 17 años, y estaba sola, perdí a mis papas y mi tia solo me enseñaba como manipular hombres para sacarle dinero, me mando a trabajar en una construcción llena de hombres sin importarle como me sentía, no contaba con el apoyo de nadie y esa niña solo era el recuerdo vivo de lo que me paso, de como asesinaron a mis papas.

-Pero esa bebe no tenia la culpa.

-Yo tampoco la tenía.

-¿Y que hiciste con ella? ¿La dejaste en un orfanato? -negué con mi cabeza mientras secaba mis lagrimas.

-No; cuando me enteré que estaba embarazada Yesenia me obligo a acostarme con mi jefe que no dejaba de acosarme para hacerle creer que el bebe era de él; cayó en esa trampa y nos llevó a vivir con él; cuando la niña nació ni siquiera pude verla, no pude tomarla entre mis brazos, esa noche no dejaba de atormentarme; los eche, a ese hombre, a la bebe y a Yesenia, los saque de mi vida para siempre.

-¿Nunca te arrepentiste? ¿Nunca la buscaste? ¿No sabes nada de ella? 

-Por supuesto que me arrepentí; me dolía no tener ese instinto de madre, me dolía no poder quererla; hasta eso me arrancaron, porque yo siempre soñaba con tener hijos, de tener una familia como la que habían formado mis papas, pero con mi novio, con el hombre que yo amaba. Pero no, no la busque, de alguna forma creí que era lo mejor para ella, conmigo solo iba a crecer rodeada de odio, me secaron por dentro; ¿qué clase de afecto podía ofrecerle a esa niña? - lagrimas comenzaban a salir y no podía detenerlas - No supe nada de ella hasta ayer; Yesenia me contó que esa niña, mi hija, murió en un accidente de autos hace muchos años. 

-¿Muerta? - asiento.

- Y ahí es donde volví a arrepentirme; si yo me hubiese quedado con esa niña, si la hubiera aceptado, ahora estaría viva. - comienzo a sollozar. - Ahora tendría casi 20 años. Braulio estaba conmigo cuando me entere, por eso me estaba consolando. - él me mira analizando todo lo que le acabo de decir y yo no puedo evitar que más lagrimas corran por mis mejillas. Se acerca a mi y me abraza, yo fundo mi cara en su pecho y aferro mis brazos a su espalda, y así nos quedamos por varios minutos.

-No puedo juzgarte, nadie puede hacerlo. Todo lo que pasaste fue horrible, y tu fuiste la victima. Te prometo que voy a ayudarte a cerrar todo ese pasado tan doloroso, juntos mi amor vamos a dejar todo lo malo atrás, no voy a permitir que nunca nadie vuelva a lastimarte. Te amo. - me dice mirándome a los ojos mientras sostiene mi rostro en sus manos, yo me acerco a él y nos fundimos en un beso tierno y dulce, un beso que busca calmar todo el dolor, un beso que necesitábamos, que me hace darme cuenta que estoy viva y que puedo volver a sentir. 

-Desde esa noche creí que no iba a poder volver a enamorarme - le digo mirándolo a los ojos cuando apenas nos separamos unos centímetros. -Que nunca iba a volver a conocer a alguien como Cesar. Hasta que llegaste tu. - le digo con ternura mientras acaricio su mejilla. - Tú me demostraste que si podía volver a sentir, que no todo estaba muerto en mí. Te amo, con locura. -  lo vuelvo a besar mientras comienzo desprender los botones de su camisa y con una sonrisa picara lo empiezo a conducir hasta su habitación, él entiende mis intenciones y me devuelve la misma sonrisa, me toma por la cintura y me apoya suavemente sobre la pared de la habitación mientras comienza a besar mi cuello y termina de quitarse su camisa y arrojarla a unos pies de distancia. Sus manos comienzan a pasearse por mi espalda buscando el zipper de mi vestido y comenzar a bajarlo sin dejar de besar mi cuello; cuando termina de bajarlo pone sus manos en mi trasero y me atrae hacia él, yo gimo al sentir su crecida erección en mi vientre, sube sus besos desde mi cuello pasando por mi mandíbula hasta llegar a mis labios, se separa y me mira a los ojos mientras con las yemas de sus dedos recorre mis brazos desde la muñeca hasta los hombros y comienza a bajar los tirantes de mi vestido hasta que este cae a mis pies; vuelve a tomarme de la cintura y me lleva besándome hasta su cama y me recuesta en ella, comienza a bajar con un sendero de besos desde mi cuello, pasando por mis senos aún por encima de mi brassier, por mi vientre y mis piernas hasta llegar a mi tobillo y me quita un zapato y luego el otro; comienza a acariciar mi pierna mientras se quita sus zapatos para luego subirse en la cama quedando encima de mi, sus manos pasan de mis piernas a mi espalda buscando el gancho de mi brassier, al encontrarlo lo desprende y comienza a quitármelo y arrojarlo a un lado de la cama, su vista pasa directo a mis senos y se muerde el labio inferior, puedo ver en sus ojos su deseo y me encanta, agarra uno con sus manos y lo masajea, y el otro lo lleva su boca lamiendo, chupando y besando, comienzo a gemir mientras juego con su cabello. Pongo mis manos en sus hombros y lo empujo quedando yo montada a él, lo miro y sonrío con malicia mientras acaricio su pecho, comienzo a besar el lóbulo de su oreja y voy bajando por su cuello, siguiendo por sus pectorales y su vientre hasta llegar a su pantalón, comienzo a desabotonarlo y me bajo de encima de él hacia los pies de la cama para quitarle el pantalón junto con sus bóxer ; vuelvo a subirme a la cama mientras acaricio sus piernas hasta llegar a su miembro, lo tomo en mis manos y comienzo a masajearlo, lo miro a los ojos y puedo ver el fuego que salen de ellos, sonrío con picardía y llevo su pene a mi boca, comienzo a lamerlo y chupar, levanto mi mirada y veo como se retuerce cerrando sus ojos y gimiendo. 

-Ya no puedo más- me dice mientras se inclina hacia mi y me recuesta en la cama, rápidamente me quita las bragas y abre mis piernas acomodándose encima de mi, con unas de sus manos toma una de mis piernas y con la otra me agarra por la cintura y entra en mi con una fuerte embestida, yo suelto un grito de placer mientras arqueo mi espalda, el saca su miembro lentamente y vuelve a embestirme con fuerza y así va repitiendo varias veces más, yo no dejo de gemir y gritar; va subiendo la mano que tenía en mi pierna hasta mi cuello y me besa saboreando cada parte de mi boca mientras sigue con sus mismos movimientos. Vuelvo a empujarlo y a quedar yo arriba, comienzo a besar su cuello hasta su oreja. 

- ¿Ya te había dicho que me encanta montar? - le susurro seductoramente en su oido, mientras comienzo a moverme arriba y abajo en su miembro, primero suavemente y luego cada vez más rápido, ambos comenzamos a gemir y el me toma por mis caderas pronunciando aún más las embestidas. Se incorpora y pone una de sus manos en mi nuca para besarme mientras ambos llegamos al climax. Nos dejamos caer en la cama de costado quedando frente a frente.

-¡Eres maravillosa, única! - me dice entres jadeos mientras aparta unos mechones de mi rostro.

-Si, lo se, soy la mejor. - le digo egocentricamete. Él suelta una risa divertida y me besa. - Necesito ir al baño.

-No quiero separarme de tí.

-Voy y vuelvo rápido. - le doy un corto beso en los labios y antes que pudiera reclamarme me levanto y me dirijo al baño; tomo la camisa de Saul que quedo en la sala y me la pongo; termino de hacer mis necesidades y lavo mis manos y aprovecho para refrescarme el rostro y el cuello, salgo del baño y paso por la cocina por un vaso de agua; siento un silbido, me doy media vuelta y lo veo apoyado en el marco de la puerta mientras me recorre con la mirada.

-Tengo que admitir que te queda mucho mejor a ti que a mi. - me dice sin dejar de mirarme.

-Me moría de sed. - le comento enseñándole el vaso que tengo en mis manos.

-Te entiendo, yo también me quede sin aliento. - sonrío. - Y esto recién comienza. - se va acercando a mi y me toma por la cintura, y me lleva contra la mesada que hay a mi espalda y me sube a la misma, yo apoyo el vaso en ella y rodeo su cuello con mis brazos mientras nos besamos apasionadamente. De repente golpean la puerta y nos separamos unos centímetros.

-Saul. - se escucha la voz de una mujer del otro lado de la puerta. - Hijo, ¿estas ahí? ...

Y eso es todo por hoy, al fin si pude escribirles para hoy mismo. No se porque pero las escenas hot se me escriben solas jajajaj! Bueno espero sus comentarios si les gusto. Muchas gracias por el apoyo a la historia, me pone muy contenta que este gustando, besos miles...

Iron RoseWhere stories live. Discover now