13. Una virgen.

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Nunca olvidaré la conversación en la mesa de comedor de Harry en mi primer "día" en la Sombra de Sangre. Por un lado, fue la primera conversación en la que me senté en donde las personas que me rodeaban hablaban sobre mí y mi futuro como si yo no estuviera presente. Hace apenas un día, realmente no era mucho más que la sombra de Benjamin Hudson. En el lapso de unas catorce horas, estaba sentada allí, con dos vampiros discutiendo sobre a cuál de ellos pertenecía.

No estaba encantada de "pertenecer" a alguien, pero sería una maldita mentirosa si no admitiera que estaba halagada. Sin embargo, no fue el enfrentamiento de hermanos a la hora de quien tiene el poder sobre mí lo que hizo una impresión tan perceptible en mí esa mañana. Fue la mirada en los ardientes ojos azules de Harry cuando preguntó si podía confiar en mí.

No supe por qué lo hice, pero en ese momento, decidí que él podía. Aún empeñada en escapar de mí cautiverio, me pregunté cómo iba a lograr eso sin dejar de mantener la confianza de Harry. Me di cuenta de que si yo iba a escapar, romper su confianza era inevitable. Mientras todavía estuviera dentro de los límites de la Sombra, sin embargo, estaba claro que el lugar más seguro para estar era con Harry.

Después de mi fallido intento de fuga esa mañana, me di cuenta de que yo no estaba cerca de salir de la Sombra de Sangre a corto plazo. Si yo iba a escapar, tenía que tener un plan. Yo no podía solo irme. A pesar de mi hambre, apenas era capaz de picar a través de mi desayuno. La presencia de Lucas es desconcertante. Cada vez que él estaba cerca, todavía podía recordar la forma en que me tocó al volver a la mazmorra. No había duda en mi mente que sin Harry o incluso Vivienne para detenerlo, no tendría reparos en hacer lo que quisiera conmigo. Él me aterrorizaba y en las pocas horas que había estado allí, pude ver de inmediato por qué Harry era un mejor hombre.

Vivienne me miró con recelo en la mesa de desayuno y no pude evitar sentir como si estuviera midiendo mi valor. Se lamió los labios antes de mirar a Harry.

—Tenemos que hablar de algo muy importante sobre la Sombra de Sangre, algo que ella no puede oír. No me fío de ella tanto como tú pareces hacerlo.

Los ojos de Harry detuvieron en mí durante un par de segundos antes de dar un suspiro.

—Puedes irte, Ally.

—¿Y hacer qué? —No podía dejar de preguntar.

—Entretente por ti misma, explora... No... haz lo que sea que quieras, pero quédate en el pent-house. Puedes tener a las otras chicas a tu disposición. Encuentra algo que hacer para divertirte a ti misma.

Levanté una ceja, sorprendida de que él confiara en mí después de que acabara de intentar escapar y me sorprendí a mí misma al detectar la necesidad de honrar la confianza de mi captor.

—Vivienne dijo que todavía hay habitaciones que podemos... ¿decorar? ¿Puedo tener una habitación?

Parecía curioso por saber para qué necesitaba una habitación extra, pero probablemente no vio nada malo en ello.

—Por supuesto. Estoy seguro de que Vivienne se encargará de que tengas todo lo que pidas. ¿No es así, Vivienne?

Vivienne asintió después de darme una rápida mirada irritada.

—Por supuesto.

Fue cuando me di cuenta de lo influyente que era Harry en la Sombra de Sangre. Ni siquiera Lucas o Vivienne se opusieron a su orden. Me preguntaba por qué. ¿Qué les hizo temerle y honrarlo tanto? No iba a encontrar mi respuesta entonces, así que pedí permiso para irme, deseosa de escapar de mis captores. Hice mi camino a través de los pasillos para encontrar donde mantenían a las otras chicas. No pasó mucho tiempo para que las encontrara, porque los guardias estaban apostados fuera de sus puertas.

Shades.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora