Capítulo único

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En medio del absoluto silencio, se encuentra solo, abandonado por lo que ama y en lo que cree; con su fe, esperanza y sueños completamente quebrados; perdido y sin fuerzas. Eso es lo que siente, además de una insoportable migraña, angustia que se presenta en forma de nudos en su garganta y estómago, y una gran pesadez que, como bloques de cemento pegados a sus pies, lo mantienen en su lugar.

El foco de la habitación comienza a fallar hasta apagarse totalmente, como una especie de cruel señal de lo que él pensaba hacer de todas maneras. Cierra los ojos con fuerza, causando que caigan lágrimas que no sabía que contenía. Deja salir un suspiro desde muy adentro de su ser, como si fuese su último aliento, y en el eco que aquello provoca siente más que nunca las paredes de la casa rodeándole, y las paredes que él mismo había levantado alrededor de su persona, sofocándole como si estuviera en lo profundo de un pozo estrecho. Inmediatamente se muerde los labios, al mismo tiempo que vuelve a tomar control sobre su cuerpo, solamente para comenzar a balancearse y así lograr que la silla se balancee también bajo sus pies.

Entonces el rítmico golpe de las patas del objeto contra el suelo repitiéndose una y otra vez, acompañado por algunos sollozos ahogados, son lo único que puede oírse. O al menos así sería para cualquier persona ajena, porque mientras tanto en la cabeza de Tyler todo es un verdadero desastre.

¿Cuándo su canto se volvió inservible? Se preguntó varias veces. Ahora, desdichado, acogido por una oscuridad que le tomó prisionero, su alma ya ni siquiera pide ayuda. Y es que ante un cielo vacío no importa cuánto uno grite, jamás será escuchado.

Se siente verdaderamente patético rindiéndose, dejando todo atrás, ignorando su lucha y convicciones. Piensa que quizás siempre fue un fraude, que todo lo que hizo fue en vano, y que tal vez lo único que debió hacer desde un principio era dejarse llevar por lo que parecía ser un trágico destino.

Mira hacia el techo y respira intensamente. Más lágrimas aprovechan a abandonar sus ojos al momento que apoya el pie contra el respaldo de la silla, intentando reunir la fuerza necesaria para finalmente empujarla.

Con aquel movimiento los murmullos que siempre estuvieron allí se convierten rápidamente en gritos, cada vez más claros a la vez que desesperados. Y las sombras rodeándole se vuelven más grandes, cubriendo la habitación casi completamente de negro.

Entre las horribles voces hay una que, a pesar de ser como un susurro, es a la que escucha con mayor nitidez, como si le hablara directo desde lo más recóndito de su mente. "Estás solo y nunca vas a cambiar. Déjate caer y sígueme. Seré yo el que tome tu aliento y limpie tu sangre" Le dicta, sonando indescriptiblemente siniestro. Y Tyler ya no puede soportarlo; grita desgarradoramente, con los ojos otra vez cerrados (pues a veces las cosas dan menos miedo de esa forma), sacudiendo la cabeza, deseando que todo se desvanezca. Pero sabe que no va a suceder, que sólo tiene una manera de acabar con todo. Y está decidido.

De pronto un sonido chirriante, una soga queriendo tensarse, una silla queriendo caer... Y una vida, que se había convertido en tristeza, anhelando la salvación.

...

Pero Tyler no cae, la soga no le asfixia, ni su vida se aparta de él. Todo es detenido por un par de fuertes brazos que logran mantener en su lugar el apoyo bajo sus pies, justo a tiempo.

Desconcertado abre los ojos, y se encuentra entonces con los de su compañero y mejor amigo, mirándole con un coctel de emociones confusas reflejándose en su rostro.

Ante esto hace una mueca y, sin poder evitarlo, rompe en llanto. Llora como jamás había hecho antes; desconsolado, avergonzado, confundido. Siente alivio e incomodidad al mismo tiempo, y ahora la sensación en su cuello es insoportable: duele, pica, arde y le sofoca.

Holding on to...  [Joshler] [Oneshot]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang