Sin escapatoria

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< Armin >

Entré a la disco cabizbajo, caminé firme hacia una pared y apoyé mi espalda en ella -¿Que fue eso? -Dejé escapar una risa irónica. -¿No nos vemos des de hace siete años y de las primeras cosas que se le ocurre hacer es darme un estúpido sermón sentimental? -Metí las manos en mis bolsillos mientras observaba la multitud de gente que bailaba despreocupada. -Las cosas no son tan simples, ¿Se esperaba que todo seguiría tal y como lo abandonó? Que estúpida... -Noté una mano en mi hombro y volteé la cabeza.

-¿Ocurre algo? -Laeti me miraba inquieta, me despegué de la pared y me coloqué en frente de ella.

-No te preocupes. -Le revolví el cabello mostrando una falsa sonrisa, era bastante más alto que ella, parecía su padre.

-Es que desapareciste de golpe, estaba preocupada... -Mantenía la vista fija en el suelo.

-No debes preocuparte por mí. -Compartimos un silencio.

-Lo sé, es solo que... -Levantó la cabeza para lanzarme una mirada penetrante. -Vi a tu amiga de la infancia, y me preocupé al pensar que quizá estabas con ella. -Le sonreí y me crucé de brazos.

-Sí, es cierto, estaba con ella. -El rostro triste de Laeti cambió por uno que reflejaba una clara furia, coloqué mi mano en su cabeza. -No tienes de qué preocuparte, tuvimos una breve conversación, eso es todo, no importa. -Aparté la mano y me dirigí hacia la barra dejándola sola, necesitaba pedir algo y olvidarme de este ridículo día, de repente alguien chocó contra mí.

-¿Queeee paaaasa tíooooo? -Castiel me abrazó emocionado, apestaba a alcohol, le di una breve palmada en la espalda y me aparté de él.

-Menuda llevas eh. -Le mostré una sonrisa mientras intentaba mantenerle en pie, Rosa apareció detrás de él y le agarró del brazo.

-¡¿Castiel pero que haces?! Siento si te ha molestad... -En cuanto se percató de que era yo bajó la mirada. -Perdona Armin. -Asentí y se fue arrastrando a Castiel, hacía mucho que no hablaba con Rosa, de pequeños solíamos jugar todos juntos, pero nunca tuve mucha relación con ella, aún así, la poca que teníamos se desvaneció al empezar a juntarme con Dake y los demás.

-¿Quería algo? -Preguntó un camarero tras la barra.

-Sí, póngame un cubata. -Le alargué un billete y lo agarró.

-¡Marchando! -Mientras lo preparaba alguien tocó mi hombro y me giré

-Vaya vaya, mira a quien tenemos aquí. -Dake se acercó a mí con una sonrisa maliciosa, me enderecé y le planté cara.

-¿Acaso no tuviste suficiente el otro día? -Le di un breve empujón. -Desaparece de mi vista. -De repente Dake se dirigió hacia mí y me pegó un puñetazo que no esperaba, mi espalda chocó contra la barra por el impacto, coloqué las manos sobre mis rodillas y escupí sangre. -¿Sin tu putita ya no eres tan duro eh? -Le lancé una mirada cargada de rabia y me enderecé.

-¿Que has dicho? -Me sequé la boca con la manga y me dirigí hacia él dispuesto a darle una paliza, pero unos gritos me sacaron de mis pensamientos.

-¡Hay dos chicas peleándose fuera! -Hice una vista panorámica por el local y Dake comenzó a reír, me acerqué a él y le agarré de la camisa.

-¿Se puede saber de qué te ríes? -Apreté los puños con fuerza mientras le mantenía en el aire, levantó las manos esbozando una sonrisa.

-Laeti es muy celosa ¿verdad? -dejó escapar una fuerte carcajada, lo lancé al suelo y corrí hacia la salida.

-¡Alison!

< Alison >

Laeti se acercó a mí y me empujó tirándome al suelo, en cuanto me quise dar cuenta estábamos rodeadas de adolescentes gritando y animando la pelea, se intentó colocar sobre mí, pero le pegué un patada y aproveché para levantarme. 

-¡Déjame en pa,z loca! -Grité alejándome de ella, se enderezó y dejó escapar una pequeña risa.

-¿Que te deje en paz? Lo haré cuando te alejes de Armin. -Corrió hacia mi y me intentó dar un puñetazo, cerré los ojos asustada y un silencio inundó el ambiente, al no notar su puño los abrí y vi a Armin en frente de mí agarrando la muñeca de Laeti.

-¿Pero que haces? -Preguntó Laeti zarandeando el brazo enfadada.

-¿A...Armin? -Giró su cabeza hacia mí y quedé paralizada al ver que tenía la boca sangrando, alargué mi mano y la coloqué sobre su mejilla preocupada, Dake apareció de la nada y agarró la mano de Laeti.

-Vamos, no pierdas el tiempo con estos imbéciles. -Le lanzó una mirada cargada de rabia a Armin y arrastró a Laeti dentro de la discoteca, Armin apartó mi mano de su cara y se agachó hasta quedar a mi altura, me contemplaba en silencio con su ya característico rostro frío.

-¿Con quien has venido aquí?

-¿Eh? - Me sobresalté al escuchar su pregunta, no me lo esperaba, no podía dejar de observar su boca, le sobresalía mucha sangre del labio, ¿Que le debe haber pasado? -Con Rosa, Alexy y Priya. -Confesé mientras permanecía cabizbaja, se enderezó y alargó su brazo.

-Dame tu móvil. -Metí la mano en el bolsillo y se lo di.

 -¿Para qué lo quieres? -Pregunté levantando una ceja extrañada, se alejó unos metros y empezó a teclear.

-Llamaré a Rosa para que te lleve a casa.

-¿Que? -Me dirigí hacia él apretando los puños. -No me quiero ir a casa. -Me miró durante unos segundos y colocó mi móvil el su oreja.

-No vas a quedarte aquí después de que casi te den una paliza. -Se alejó dándome la espalda, ¿Pero que se cree? Sé cuidarme yo sola, aunque... me alegra saber que le importo aunque sea un poco.
Después de unos minutos Armin se acercó refunfuñando.

-¿Todo bien? -Pregunté cruzada de brazos, me alargó el móvil y lo guarde.

-Rosa no responde. -Permaneció unos segundos en silencio, cada vez estaba más manchado de sangre, pero no parecía importarle. -Bah, da igual. -Se dirigió hacia mí con determinación y me agarró de la muñeca. -Ya te llevo yo. -Lo contemplé asombrada y asentí, me llevó hacia la calle y emprendimos el camino a mi casa.
Después de varios minutos seguía sosteniendo mi muñeca, le miré de reojo mientras caminábamos y mostré una media sonrisa, puede que Armin haya cambiado en muchos aspectos, pero seguía conservando su valentía, se percató de que le estaba observaba y me soltó el brazo. -¿Tengo monos en la cara? -Preguntó metiendo las manos en sus bolsillos, desvié la mirada.

-Esto... no... -Me rasqué la nuca y seguimos caminando hasta llegar a mi casa, una vez allí me alejé de él y posé la mano sobre el pomo, ladeé mi cabeza y le examiné durante escasos segundos, no podía entrar y dejarle así, me había acompañada hasta casa, otra vez, ya había perdido la cuenta de las veces que lo había hecho, se preocupaba por mí y eso que me dijo que no me acercase a él, lo menos que podía hacer era curarle lo del labio, dio media vuelta pero le agarré del brazo. -Entra. -Armin se giró y me miró extrañado. -Déjame agradecerte lo de hoy curándote el labio, solo será un momento. -Me contemplo durante unos segundos.

-No hace falta. -Intentó seguir caminando pero le agarré con más fuerza.

-Insisto. -Abrí la puerta con cuidado para no despertar a mis padres y le empujé dentro de casa, puso los ojos en blanco y volvió a colocar las manos en sus bolsillos. -No hagas ruido, mis padres están durmiendo, vamos a mi habitación. -Esbozó una sonrisa.

-Dicho de esa forma parece otra cosa. -Le observé embobada, eran de las pocas veces que le había visto sonreír des de que llegué, cambió la expresión y reaccioné.

-No digas tonterías. -Subí despacio las escaleras y me siguió, entramos en mi cuarto y cerré la puerta con cuidado, después encendí la luz, Armin contempló la habitación y sonrió. -¿De qué te ríes? -Pregunté cruzándome de brazos fingiendo un enfado.

-Veo que sigues siendo una desordenada. -Señaló una montaña de ropa que tenía sobre la silla del escritorio, me ruboricé y agarré la ropa a toda prisa para después meterla en el armario.

-No es asunto tuyo. -Me rasqué la nuca, caminó hacia mi escritorio y agarró algo.

-¿Se puede saber que haces con esto todavía? -Me mostró las dos fotos que le hice hace siete años, había olvidado que las tenía ahí, me acerqué hacia él y se las arrebaté.

-¿Qué? Son mías. -Las abracé mostrando una sonrisa, me observó sin pronunciar palabra, las guardé y me dirigí hacia la puerta. -Espera un segundo, voy a por alcohol de las heridas y un algodón. -Asintió y se sentó sobre mi cama, fui al baño y abrí el armario buscando el botiquín, era raro tener a Armin en casa a estas horas, y siendo como es ahora, aún me sorprendía que no hubiese huido, agarré los utensilios y volví a entrar a mi cuarto, seguía sentado en la cama, me acerqué a él y mojé el algodón en el alcohol.

-No hace falta Alison, no es tan grave. -Tosió y al apartar la mano de su boca la tenía rebosando de sangre.

 -Tosió y al apartar la mano de su boca la tenía rebosando de sangre

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-¿Que no es grave? -Suspiré y me acerqué a su rostro con el algodón, cuidadosamente lo posé sobre su labio y dejó escapar un breve gemido

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-¿Que no es grave? -Suspiré y me acerqué a su rostro con el algodón, cuidadosamente lo posé sobre su labio y dejó escapar un breve gemido. -Lo siento... Es una herida grande...- Le seguí dando pequeños toques en el labio mientras me observaba con una mirada extraña, no sabía definir que reflejaba su rostro en ese momento, era una expresión que no le había visto jamás, pero por alguna razón comenzaba a sentirme nerviosa e incómoda. ¿Como te hiciste eso? -Pregunté levantando una ceja.

-Dake me pegó en la disco.

-¡¿Qué?! -Dejé el algodón sobre la cama y le observé preocupada. -¿Por que? 

-Supongo que querría vengarse por lo de la otra noche, no importa. -Desvió la mirada.

-Lo siento, te pegó por defenderme. -Me miró extrañado y puso los ojos en blanco.

-Ya te he dicho que no fue tu culpa. -Nos miramos en silencio y agarré otro algodón, seguí curándole el labio, después de unos segundos mostró una media sonrisa.

-¿Qué? -Aparté el algodón de su rostro.

-Por lo que veo no tengo escapatoria. -Le miré confundida.

-¿Que quieres decir? -Me crucé de brazos.

-Por muchas veces que te amenace diciendo que te alejes de mí, sigues apareciendo en mi camino. -Esbozó una sonrisa, le volví a contemplar embobada y sonreí.

-Tal vez deberías dejar de amenazarme y aceptar que he vuelto. -Volvió a ponerse serio.

-Lo que tu digas. -colocó las manos sobre sus rodillas.

Después de unos minutos acabé con Armin y tiré los algodones, se puso en pie y compartimos un silencio, me perdí en sus ojos azules durante unos segundos.

-¿Vamos a quedarnos así toda la noche?  -Preguntó mostrando una sonrisa pícara, puse los ojos en blanco y le di un pequeño golpe en el hombro.

-Que tonto eres, vete ya si quieres. -Asintió y bajamos las escaleras con cuidado, abrí la puerta de la calle y salió, se alejó unos metros y ladeó la cabeza.

-Alison. -Me sobresalté, no me esperaba que me fuese a llamar, pensé que se marcharía sin decir nada, como hacía siempre.

-¿Que? -Me dedicó una gran sonrisa.

-Gracias. -Me alegré mucho al escuchar eso.

-De nada. -Se despidió con la mano y caminó hasta que le perdí de vista, cerré la puerta detrás de mí y esbocé una alegre sonrisa, hoy había conseguido que Armin volviese a ser el mismo aunque fuese durante escasos segundos, era un gran avancé, si sigo así puede que algún día recupere a mi mejor amigo, no me rendiré.

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Fin del capítulo

Como siempre, espero que os haya gustado mucho, no olvidéis comentar con vuestra opinión y votar.

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Déjame recordarte como solías ser [Fanfic CDM] [Armin x Sucrette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora