capitulo 3

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Agosto del 2013

-Estas segura de esto, piénsalo bien- mamá siempre estaba regañándome por eso, cómo es que aún no entendía que estaba decidida a llevar a cabo el plan que había diseñado durante tanto tiempo.

-Ya, sabes que no cambiaré de opinión digas lo que digas, está decidido, cuántas veces tengo que repetírtelo, él va a pagar, me importa si dices lo contrario.

Sonaron pasos cerca, esa era mi señal, debía portarme "bien" para salir pronto de este lugar. La comida era terrible, a parte de esos enfermeros que tenían un pésimo sentido del humor y unos libros aburridos; sí, aprendí a leer, no fue fácil, nada fácil, pero mi enfermera me enseñó a leer y escribir perfectamente, ah, y algo de matemáticas por supuesto.

Ella decía que era una buena alumna y que estaba perfecto ya que odiaba la palabra "bien" me ponía de los nervios. Ella no sabe nada del plan, bueno, no es como si se lo contara a alguien más que a mi madre, ella era la única que sabía lo que me proponía hacer luego de que me sacaran de este lugar.

La puerta se abrió en ese momento y entró un enfermero.

-Tu comida, preciosa-su sonrisa coqueta era tan estúpida como él mismo.

Pero yo no podía mostrar mala cara, así que en lugar de virar los ojos como lo pretendía esbocé una sonrisa.

-muchas gracias-contesté tímidamente.

Dejó el plato en la mesa y salió.

Era pollo, el peor pollo de la historia, y no es como si recordara como sabia el pollo de verdad pero este era terrible en serio. Le ponían una sustancia, algo así como un tranquilizante. Tontos, como si hubiera forma de salir de este lugar, llevo once años intentándolo sin conseguir respuesta.

Mañana era el gran día, como yo lo llamaba, saldría por fin de este lugar. Quería ver el sol, la lluvia caer, el atardecer y por supuesto probar la comida de verdad, eso sí, porque esta era horrenda.

Terminé de comer y era hora de ir a la cama.

Tomé mi libro favorito y me recosté.

¿Amor o venganza?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora