No me odies, Daniela. [C O M P L E T A]

Cinco.

2 de Junio del 2017_ 16:23

Aquella caja extraviada terminó cobijada en su mochila, y ella, con lágrimas de nuevo en sus ojos, se adentró en la cueva que parecía aquel coche.

La tarde se tornó una sinfonía de gruñidos y gritos, sollozos y súplicas. Gemidos y entrechocar cuerpos. Chasquidos de cadenas y fuertes golpes de piel con piel.

- Por favor, no...- la oía sollozar, aún inmóvil en mi sitio.

Sus lágrimas no servían de nada, ya que el acto que se estaba llevando a cabo dentro de aquel coche no cesaba.

«Así te ganas la vida, ¿no?»

Al fin y al cabo sí que es una verdadera pu...

-¡LARGO!

El hombre la lanzó desde el maletero, y la dejó tendida en el asfalto mientras aceleraba y se perdía en el olvido. Ella tosía por el polvo, y se rascaba las magulladuras de los brazos. Gritó. Un alarido salió de su garganta, escapando por sus finos labios, poniendo fin a la sinfonía de aquella tarde.

Yo solo miraba, intentaba analizar aquellos instantes que había presenciado. Nada tenía sentido, mucho menos que antes. ¿Qué podría haber dentro de esa caja para que un hombre abusase de ella, y ella no se opusiese? Al contrario, parecía que lo tenía admitido, y se entregaba como si no pudiese remediarlo.

Intentó levantarse, ponerse en pie, pero se derrumbó de nuevo al suelo. Entonces fue cuando me incorporé e hice amago de acercarme para ayudarla. Pero no pude. Por más que quise socorrerla no pude. Tal vez fuera mi orgullo, tal vez simplemente mis pies se frenaron. Tal vez fuera la ira que sentía dentro, la rabia, o el odio acumulado.

Pero sus ojos azules llegaron a verme, y me fulminaron con odio y rencor. Esa fue la primera vez que me dolió atrapar su mirada embravecida.
Apartó la cabeza y abrazó el paquete de cartón maltratado que aquella bestia humana le entregó a cambio del dolor de una pobre muchacha. Lo único que pude hacer fue huir, y olvidarme de cómo las garras de aquel monstruo arañaban su cuerpo, mientras intentaba borrar de mi mente su mirada azul.