CAPITULO 5

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  Amberly sentía que su corazón iba tan rápido que podría llegar a salírsele del pecho; encuanto vio esa chispa de rabia en sus ojos ya había empezado a idear un plan para escapar,tan metida en sus pensamientos estaba que solo fue consciente de lo que pasaba cuandosintió un pequeño jalón en su mano obligándola a caminar para no caer, fue arrastrada hastaalgún lugar que no pudo ver bien, sintió la puerta cerrada a sus espalda, el cuerpo deFrederick peligrosamente cerca y su dedo sobre sus labios haciéndola temblar. 

—¡Esta usted loco! —susurró para no ser descubiertos en cuanto logró alejarse unospocos milímetros de su dedo—. ¡Si nos llegan a encontrar mi reputación quedará arruinada,estamos solos, encerrados. ¿No se da cuenta de lo que hizo?! —Él negó con la cabezaincapaz de responder, solo podía pensar en el delgado y curvilíneo cuerpo frente a él y ensuaves, gruesos y tentadores labios tan cerca de los suyos—. Debemos salir de aquí, ¡ya! 

—No podemos —respondió de inmediato, aún no quería dejarla ir; sin embargo, ellalevantó sus manos y las puso sobre su pecho intentando alejarlo en un intento fallido. 

—¡Aléjese al menos! Tenerlo tan cerca no me ayuda a pensar y tengo que salir deaquí ya, antes de que sea demasiado tarde —él iba a hablar, pero las palabras no salieron desus labios, se quedó sin aire cuando ella en un intento de apartarlo, y él a no dejarse, seacercó tanto que sentía sus senos contra su pecho y su alocado corazón latiendo tan fuertecomo el propio.

 Amberly se quedó de piedra al sentirlo tan terriblemente cercano a su cuerpo, podríaser uno solo incluso de lo cerca que estaban, pero no era esa su intención, ella queríaalejarlo no acercarlo; empezó a sentir que su cuerpo temblaba, eso era demasiado y sucuerpo empezaba a acostumbrarse a la compañía, y claro, era difícil saber si su corazónpensaba igual, latía tan fuerte que le era difícil concentrarse en otra cosa que no fueran esepar de ojos verdes que la miraban como si fuera una diosa a la que querrías solo para ti, ensus ojos había una pasión y una fuerza que la dejaban sin aire  

  —Sera mejor que se aleje —susurró ella; no sabía qué hacer con sus manos o dondeponerlas, las tenía aprisionadas entre su abdomen y el de él, pero al menos ya no estaban ensu pecho, eso había sido aún más incómodo. 

Frederick sintió su aliento sobre sus labios y tuvo que contar hasta diez paracalmarse; sí, tenía que alejarse, pero no quería. 

—Lo sé, pero no puedo, tu cuerpo, tu belleza me tiene pegado a ti. —En esemomento ella se quedó sin palabras, sin aire, no sabía cómo responder a eso, se suponía queesas cosas no debían pasar, así que no sabía cómo reaccionar. 

Frederick intentaba no moverse, hacía su mayor esfuerzo para alejarse, incluso sucabeza gritaba: "¡Tú no eres así, esa no es la actitud de un caballero, aléjate, puedes caer enun escándalo que inevitablemente te lleve al altar, aléjate!". Sin embargo, no podía. 

Antes de ser consiente, puso su mano delicadamente en su pequeña cintura,sintiendo como su cuerpo se estremecía y empezaba a temblar, era que ella era tan hermosa,tan única; no podía creerse que estuviera haciendo eso, pero si ella no quisiera, se alejaría,¿no? 

Amberly al sentir tan íntima caricia se estremeció, pero no se atrevió a moverse, laverdad era que no quería alejarse, le gustaba aquel cosquilleo y aquel calor que atravesabasu cuerpo en ese momento, además quería descubrir como lograba hacerla sentir así; suenorme mano se acomodó en su espalda y su brazo rodeaba su cintura, con un levemovimiento, su cuerpo quedó completamente pegado al de Frederick, en ese momento dejóde respirar; con su mano libre, Frederick tomó su mentón y lo acarició con la yema de susdedos, luego subió a su mejilla suavemente y volvió a bajar esta vez sin detenerse,simplemente llegó a su cuello, haciendo toda una expedición en él, conociéndolo,acariciándolo, sintiendo su fuerte pulso bajo sus dedos; pero cuando bajó sus dedos hacia supecho ella sintió desmayarse, sus piernas empezaron a temblar y la mano de Frederickasentó su agarre dándole una extraña estabilidad, tal vez porque en ese momento, sentía quesu cuerpo le obedecía más a él que a ella; durante algún movimiento, del que ella no fuetotalmente consiente, consiguió que su cuerpo se arqueara deseando algo, pero no sabía quéera. 

Perfectamente Imperfecta (Unidos por el amor #1) CAPÍTULOS DE MUESTRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora