Felicidad

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Si alguien me preguntara cuál es la mejor sensación del mundo le diría que es la de cerrar los ojos y sentir el relieve de las huellas dactilares de Luke en mis dedos, mientras apoyo la oreja en su pecho para escucharle el corazón y su reparación relajada, justo después de hacer el amor, cuando aun estamos desnudos bajo las sábanas. Y así me encontraba una hora después de llegar a Londres.

-Angel, no te puedes hacer una idea de lo que te necesitaba.

Me reí.

-Ya, me he dado cuenta.
-No sexualmente, idota. Bueno, también. Pero ese no es el tema.-Me reí de nuevo con una risa absurda. No podía dejar de sonreír como una estúpida.- ¿Qué tenías que contarme?

Entonces, mi sonrisa se desvaneció. ¿Cómo debía empezar? Hola Luke, tengo un millón de dólares en el banco...

-Escucha, porque esto no es fácil.
-No me asustes...
-No, no... A ver... ¿Te acuerdas de que me fui por la muerte de mi abuela, no?
-Sí.
-Pues resulta que me dejó de herencia unos cuadros de un pintor que se ha revalorizado mucho en los últimos años. Me dejó una carta diciendo que los vendiera y utilizara el dinero para la escuela...y bueno, ahora tengo 1 millón de dólares y no tengo escuela.

-¿Me estás intentando decir sutilmente que mi novia es millonaria?

-No había pensado en esa palabra...

-Angel, eso es genial. ¿Qué piensas hacer?

-Había pensado en... -Me sonrojé- lo que te conté por teléfono, yo...- Luke empezó a reírse mirándome tiernamente.- Da igual, no... Es ridículo.

Me tumbé en la cama boca abajo mirando hacia otro lado. Luke me acarició los hombros con sus nudillos. Se acercó a mi oreja y susurró: "No es ridículo. No lo es."

-Sí lo es, Luke. No... No tenemos edad para eso. Además llevamos muy poco tiempo juntos y...
-¿Y qué? Sabes que hemos vivido juntos mucho más que muchas parejas que llevan años. Quiero vivir contigo, Angel. Quiero tener un cuarto lleno de instrumentos y una bañera gigante. Y hacernos fotos familiares frente a la chimenea todos los años y...
-¿Ya has pensado en los hijos y todo?
-Por supuesto, tenemos dos, el hijo mayor y la niña que se llevan dos años. Y alomejor cuando ella tenga cuatro, tenemos otro.
-A sus órdenes. Máquina de fabricar hijos en proceso.

Luke se rió de mí y se puso encima mía a besarme el cuello mientras sonreía. Pero de pronto, escuchamos el pomo de la puerta.

-¡Angel!

Era la voz de Michael inundando el silencio. Vino hacia nosotros y apartó a Luke para venir a abrazarme. Yo me tapé con las sábanas como pude pero a Mike parecía no importarle, y Holly entró tras él igual y vino corriendo a abrazarme.

-esto... ¿Nadie se ha dado cuenta de que estamos en bolas? -Dijo Luke.
-Oh, venga ya...-le contestó Holly- No podéis estar haciendo nada que no hayamos hecho antes.

Definitivamente, la confianza da asco. Era uno de los momentos más incomodos de mi vida, y aún así mis amigos se lo estaban tomando como lo más familiar del mundo. Cuatro brazos me estrechaban y botaban a mi alrededor cuando me di cuenta de que la puerta seguía abierta. Y en ella estaba apoyado Calum, con una mirada perdida, llena de vergüenza y desilusión. Los otros pararon al ver mi cara clavada en él. Ya no me acordaba. No debería haberme visto así después de que él último contacto que tuve con el fue con sus labios.

-Hola, Angel.

Ni siquiera atiné a saludarle en ese momento. Me quedé clavada. Él simplemente movió la cabeza y desapareció.

-¿Qué ha sido eso?- preguntó Holly.
Yo sacudí la cabeza y me toqué la frente.

-Te lo contaré si me dejas vestirme.

Michael y Holly se fueron y Luke y yo empezamos a vestirnos. Yo estaba cayada. Me puse lo primero que pillé y no pronuncié ni una palabra. Estaba pensando en Calum. En lo incómodo que era. De verdad que no quería estar así con él.

-Angel. Baja de la nube.
-Tengo que hablar con él, Luke.
-Yo lo he intentado. Y no ha soltado prenda.
-No quiero que me cuente nada. Quiero pedirle perdón por como me comporté.
-Conmigo no te esfuerzas tanto.

Sonreí.

-¿Celoso?
-No es eso. Es que no has hecho nada malo.- se paró un segundo- Y puede que un poco celoso sí.
- Me fui corriendo cuando me besó y no le dije nada. Me fui corriendo a mi país y no le dije nada. He estado dos semanas y media allí y no le he dicho nada. Creo que se merece al menos una disculpa.
-Haz lo que quieras. Pero si intenta besarte de nuevo, esta vez le pegaré.
-Que mono estás cuando te pones celoso.
-No tiene gracia.
-Sí la tiene. Te pones rojito.

Le di toquecitos con los dedos en las mejillas y el con cara de niño de cinco años enfadado me retiró la mano. Yo me acerqué y le di un corto beso en los labios.

-Nos vemos abajo en un rato. -le besé de nuevo- Te quiero.

Se lo dije mirándole a los ojos para que no quedase ninguna duda ni desconfiara de mi. Pocos minutos después toqué en la puerta de Calum.

-Está abierto.
-Hola. ¿Puedo entrar? - le dije asomando la cabeza.
-Entra si quieres.

Estaba sin camiseta doblando unos pantalones encima de la cama. Estaba serio y con los ojos brillantes, como cuando tienes fiebre. Lo único que me apetecía era ir hacia él y abrazarlo una eternidad. Pero en vez de eso, la tensión era lo único que nos unía.

Me senté en el filo de la cama. Habitaba el silencio.

-Calum, yo...
-No tienes que venir a hablar conmigo por pena, ¿sabes? Todo está bien.
-No lo está.
-No, no lo está. Pero vamos a tener que fingirlo porque esto no se va a arreglar. No puede arreglarse. Y ahora si no te importa déjame solo, por favor.
-Me vas a escuchar de todas formas.-Me miró mal mientras esperaba que continuase- Perdón. Lo siento. No quería salir corriendo, me comporté como una cría. No quiero estar mal contigo Cal, te quiero.
-Vale. Disculpas aceptadas. Pero es que lo que siento por ti no va a desaparecer de la noche a la mañana. Y siento mucho decírtelo pero ya nada va a ser igual que antes. Nunca. Así que puedes estar tranquila y follar con tu novio todo lo que quieras que ahí voy a estar yo evitando verte todo lo posible y fingiendo como un actor profesional que no me duele cuando os tenga al lado. - Calum había empezado a alzar la voz y a mover bruscamente las manos. Pero se tranquilizó de pronto. O empezó a fingir desde ese momento.- Ahora por favor, vete.

Barajé la posibilidad entre ponerme a llorar o salir pitando de esa habitación. Y eso último fue lo que hice. Ya había perdido a Calum.

Volví a la habitación de Luke secándome una lágrima traviesa que se había escapado e intentando controlar mi comportamiendo. Luke estaba dentro mirando el móvil sentado en la cama.

-¿Todavía estas así?-Le dije.
-¿Todo bien? - me contestó obviando mi pregunta.

Asentí.

-Luke... Creo que deberíamos empezar a buscar ya si queremos tener la casa pronto.

La sonrisa volvió a su cara. Se acercó a mi y me dio un beso. Y otro. Y otro.

No todo en la vida puede ser perfecto. Pero eso, eso era mi definición de felicidad.

Luck (Luke Hemmings fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora