Dos es Mejor que Uno (Camren)

Comenzar desde el principio
                                    

Todo fue tan rápido, tan fuera de lugar que cuando me di cuenta, Camila y yo ya estábamos al borde mi cama, ella sentada en mi regazo mientras nos besábamos ferozmente. Y todo porque ella estaba ebria y por qué había discutido con Keaton.

Si recorremos el tiempo, un año atrás cuando Camila llego por primera vez a Calton High, yo estaba sentada junto con Vero y Lucy en la cafetería, viendo como Keaton y sus demás amigos gritaban por cualquier cosa que estos vieran pasar. Vero y Lucy, eran dos chicas maravillosas y sorprendentes que se quedaban a mi lado aun cuando yo prefería estar sola leyendo un libro.

Flash Back

Yo estaba con mi miraba abajo cuando de repente escuche como Keaton y Drew comenzaban a silbar como albañiles sin clase, eleve mi mirada y no pude creer lo que mis ojos estaban viendo, allí estaba ella, Camila, toda cohibida, con sus ojos chocolate aferrados al piso mientras sus mejillas se encendían cada vez que Keaton o alguno de los futbolistas le decían un cumplido o silbaban de la nada.

De repente su mirada chocolatosa se posó en mí y sentí como mi cara se encendía completamente cuando sus ojos se posaron en los míos. Aquel contacto duro solo unos segundos, ya que Camila se fue a una mesa donde la llamaba un de las chicas de último grado, suponía que era algún familiar o amiga.

Muy hermosa, ¿no es así?—escuche que Vero decía. Yo solo asentí. Pero es que mi mente no estaba con ellas, mi mente se había ido a donde ella estaba.

¡Tierra llamando a Lauren!—grito Lucy y yo me sobresalte—Tienes una cara que vale millones—yo solo rodé los ojos. Quería a mis amigos, ¡vamos! Que las conozco desde los pañales pero esas dos juntas, pueden ser un peligro para mí y todos a nuestro alrededor.

Escuche que la nueva chica se llama Camila Cabello, tiene nuestra edad y se mudó de Nueva York para Miami por que su papa, literalmente, caga dinero—yo arrugue la nariz. No me gusta que la gente diga groserías.

Tanto tiempo en la escuela, y aún no sabes hablar—dije por primera vez. Vero rodo los ojos

Como les decía. Su papa es dueño de varias empresas que hacen tecnología androide y eso—yo mire a Vero— ¿Qué?

¿Cómo sabes eso?—ella sonrió

Ventajas de ser hija de la directora—ambas sonreímos. Sabía de lo que Vero hablaba, me gustaba leer artículos de tecnología y sabía que el apellido Cabello se me hacía conocido. Tome mi iPad en mis manos y busque “Tecnología Cabello” inmediatamente apareció un enlace que parecía la biografía de su fundador y de las empresas en sí.

Sí—comencé a hablar—Alejandro Cabello es fundador y creador de la mini tecnología que hace posible que los teléfonos y tabletas, en el sistema operativo androide, puedan ejecutar una velocidad como si estuvieras utilizando un sistema Apple, incluso más rápido—termine de decir. Vi la cara de mis dos amigas y sonreí.

Eres tan nerd, que te hace ver condenadamente sexy—yo me sonroje—si te quitaras esos lentes grandes que cubren tus preciosos ojos, alaciaras tu pelo y te pusieran un poco de maquillaje, serían una sexy Megan Fox—mis mejillas se encendieron nuevamente.

Cállate, Vero—ella sonrió. Suspiro y la campana sonó. Cuando iba a salir de la cafetería, sentí los brazos de Keaton sobre mis hombros besando mi mejilla sonoramente.

Mi bella hermana—rodé los ojos.

¿Qué necesitas, Keat?—el encogió los hombros y me miro con sus ojos azules.

Solo saludarte. Odio que te vayas tu sola a comer—iba a decir algo y el me calló—sé que estas con Lucy y Vero pero, tienes todo para estar con nosotros, Lau. Eres una Jáuregui—Él me sonrió sinceramente y yo asentí—Bien, vámonos chicos—Drew me miro y sonrió, yo hice lo mismo.

Sabía a lo que Keaton se refería, pero simplemente no podía, yo no encajaba en ese mundo superficial en donde mi hermano se había encasillado. Iba tan metida en mis pensamientos que nunca me fije por donde caminaba…Y ya se imaginaran lo que paso…

— ¡Auch!—escuche antes de que mi trasero tocara el frío pavimento de aquel pasillo junto a mi casillero.

¡Oh Dios!—dije rápidamente al ver a una chica tirada—Lo siento mucho, en verdad—comencé a balbucear mientras torpemente ayudaba a la chica a recoger sus libros—En verdad lo siento—dije una vez que las dos estábamos levantadas.

Mi corazón comenzó a latir rápidamente sin saber porque, Camila estaba allí y me miraba con sus ojos color chocolate. Sentía mi interior caliente y no sabía por qué. Vi que sus labios se movían, pero no escuchaba sonido alguno.

— ¡Hola!—dijo mientras movía su mano ante mis ojos. Yo reaccione y me sonroje furiosamente.

Hola—conteste y ella sonrió.

Soy Camila—me tendió su mano y yo tomé su mano. Su piel era tan suave y su sonrisa tan hermosa—Y ¿tienes nombre? ¿O te puedo llamar “Green Eyes”?—yo sonreí

Lauren, soy Lauren Jáuregui—Ella alzo los ojos— ¿hay algún problema?

¿Tienes un hermano?—moví mi cabeza en afirmación—lo sabía. Keaton ¿no es así?

Sí, ¿se sobre paso contigo?—pregunte asustada- Y ella volvió a sonreír.

No, pero él se presentó hace unos momentos. Son muy parecidos. Y muy guapos los dos—nuevamente sentí mis mejillas arder—Bueno, un placer conocerte, Lauren. Te veo por aquí—dijo y se dio media vuelta mientras yo me recargaba en mi casillero y la veía partir.

No la volví a ver durante el resto de las clases. Camine hasta el estacionamiento en donde Keaton ya me esperaba sentado en el capo de su automóvil. Suspire, y camine hasta él. Cuando este me vio, me sonrió y yo le devolví el gesto.

Arranco hasta la casa y platicamos de cosas sin sentido hasta que llegamos. Caminamos hasta nuestros cuartos y después de limpiarnos bajamos a comer. Vimos a nuestros padres y platicamos. Durante toda la comida yo solo asentía a todas las cosas que mi papa o mama me decían puesto que mi mente seguía vagando en aquellos ojos color chocolate.

Nunca me había puesto a cuestionar mi sexualidad, hasta este punto de mi vida yo pensaba que el hecho de que no me gustaran los chicos era porque no era mi tiempo de estar en ese “onda”, pero dentro de mi sabía que algo andaba raro, quiero decir, la mayoría de las chicas de mi edad experimentan su primer relación sexual a mi edad o por lo menos tienen novios, sin embargo luego estaba yo, donde no había tenido novio o besado a un chico.

Dicho besado a un chico porque había besado a una chica. Y fue Vero. Recuerdo que ese día estábamos en la casa de Lucy junto a otras amigas de ellas dos. Yo me sentía incomoda, no conocía a ninguna de las 4 otras chicas y no sabía que decir, aparte de que yo era muy tímida de naturaleza. Comenzamos a jugar verdad o reto y una de las amigas de Vero, recuerdo que su nombre era Miriam, la reto a que me besase. Yo abrí completamente mis ojos al sentir como Vero me besaba los labios. Sabía que era un reto pero sentir los labios de mi mejor amiga sobre los míos, de alguna manera, se sentía correcto.

Después de ese beso, jamás volví a besar a una chica ni siquiera a un chico. Y el hecho de que aquella desconocida que solo conocía de unas horas, provocara aquello en mí, no era normal, bueno, no era mi estilo, no era normal para mí.

Suspire nuevamente, apague mi lámpara de tocador, y me acosté a dormir, con la imagen de aquella chica en mi mente.

Dos es Mejor que Uno (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora