Capítulo IV

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Flashback

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Flashback

—Mira la foto—indicó Kalani.

Jack observó la fotografía holográfica y sintió un aguijonazo en su pecho. Un sabor amargo inundó su garganta. Todo su mundo se estaba desintegrando.

—¿Hace cuánto tiempo que me engaña?—preguntó, oprimiendo el botón del dispositivo que sostenía en sus trémulas manos, y la fotografía, que capturaba la impúdica imagen de su amada besando a otro hombre, desapareció ante sus ojos empañados.

—No tienes por qué hacerte esto, amigo—dijo su compañero, en un sincero intento por ahorrarle mayor sufrimiento.

El oficial estrelló el puño contra el escritorio que tenía delante, provocando un ruido seco.

—¿Cuánto tiempo?—su voz se había elevado, pero más allá del grito, el hawaiano pudo reconocer la honda desesperación que embargaba a su compañero.

—Seis meses—soltó finalmente, y mientras hablaba, un sentimiento de autocompasión e impotencia también crecía en su pecho. Muy íntimamente agradeció por no haberse enamorado nunca. No quería estar en los zapatos de su colega ni en un millón de años. El amor era muy intrincado, y a veces retorcido—¿Quieres que te deje solo un momento para procesarlo?—preguntó, rompiendo el incómodo silencio. Jack parecía catatónico.

—No es necesario. Soy yo el que se marcha—comunicó finalmente el pelinegro, saliendo del trance. Luego, tomó del cajón del escritorio su arma y se encaminó a la puerta. Un millar de pensamientos cruzaron por la mente del contrario, sobre todo el imperativo de detenerlo. Sin embargo, no lo hizo—Te veré luego y... gracias por esto—fueron las últimas palabras que oyó de su amigo, por un tiempo.

Fin del flashback

Jack reconoció el elemento metálico que Anne sostenía en sus manos y pudo reconocerlo como un reproductor holográfico. Contrariamente a lo que le indicaban sus sentidos, lo tomó entre sus manos y oprimió el botón develando la imagen que aquel albergaba. La misma reflejaba a una mujer de mediana edad, cabellos rubios y ojos azul cielo. Además estaba fechada y referenciada.

El oficial leyó el nombre de "Michelle Austen" en voz alta.

—¿Ahora me crees? Ella es mi paciente. Existe... ¡No estoy loca!—dijo Anne, eufórica.

Jack posó sus ojos en los suyos y su mirada caramelo lo envolvió. La mujer estaba sonriendo ampliamente.

Una vez más el policía examinó la foto. La prueba de su existencia estaba ahí, pero bien podría estar manipulada. En lo que a él respectaba podría tratarse de cualquier persona, y el nombre podría haber sido añadido.

—Necesito analizar esta fotografía en la Estación. Y tú deberás acompañarme señorita Jones. No puedo pasar por alto el hecho de que has invadido propiedad privada—Jack desenganchó de su cinturón el juego de muñequeras magnéticas—. No te resistas y todo saldrá bien—añadió.

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