"Te amo Hanna".

Recordó mientras movía la cabeza alejando sus pensamientos; en ese instante levanto la mirada encontrándose con la de Ehan que al fin la había encontrado.

Ehan trato de disimular su turbación pero no podía quitar sus ojos del gran amor de su vida y madre de sus hijos.

Hanna Kelly.

"Te encontré cariño". Pensaba Ehan mientras la observaba de pies a cabeza. El pobre tuvo que reprimir un jadeo al verla agraviada en ese vestido blanco que le quedaba exquisito.

Un color tan virginal para alguien tan apasionado no debería de ser posible; pero ella lo lograba. Hanna Kelly era exquisita.

—Ven, debemos de ir a busca nuestros asientos —dijo Cassie, la asistente de Ehan y su acompañante esa noche.

—Claro, vamos— accedió Ehan amablemente.

Por el rabillo del ojo logro observar como el esposo de Hanna la tomaba de la cintura y caminaba junto a ella.

Idiota.

Debería de ser el, el que caminara junto a ella. "Tú la echaste de tu lado", le repetía su subconsciente.

Camino junto a Cassie hacia los comedores; el gerente del hotel lo guio y le centro que todo saldría perfectamente en la cena.

En la mesa principal se encontraba todos los accionistas y sus acompañantes. Los demás empleados se encontrabas dispersos por las diferentes mesas.

No fue difícil encontrar a Hanna esta vez; su belleza era exquisita e imposible de ignorar. Trato de concentrarse en ella y tratar de ignorar a su marido, pero se le hacía imposible.

El simple hecho de pensar en Sebastien Clark le hacía hervir la sangre, pensar que ese hombre tenía a su familia lo hacía odiarlo.

—Esperamos cumplir sus expectativas señor Hilton— comento James Tomson llamando la atención de Ehan.

—Estoy seguro que así será Tomson— Ehan elevo su copa con media sonrisa.

La cena fue servida; y él se aseguró que al menos un miembro de su equipo se encontrara en cada una de las mesas.

De esa forma se harían los cambios pertinentes en plantilla de empleados de BiTec.

Ehan regreso su rostro a la mesa donde se encontraba Hanna; ella reía por algo que dijo Sebastien.

Sebastien. Hasta su nombre hacia rabiar a Ehan. A pesar que él sabía que no tenía ningún derecho su cerebro no lo comprendía y tenia deseos de golpearlo por el simple hecho de mirar a Hanna.

En un momento Hanna se levando de su silla seguida por Sebastien. Ehan observo como ella le acariciaba de brazo de forma conciliadora antes de girar y caminar hacia las escaleras.

El vio su oportunidad y también se colocó en pie; era el momento perfecto para hablar con Hanna.

Él se disculpó con las persona en su mesa y camino a paso tranquilo hacia las escaleras; paso cerca de la mesa donde se encontraba Sebastien y sintió irritación al tenerlo tan cerca.

Si no fuera por ese hombre él todavía podría convertir a la madre de sus hijos en su esposa.

A esa distancia; él logró observar a Hanna bajar las escaleras, puso su elegante mano en la barandilla y su cabello se le echó hacia delante.

Cada gesto de ella le parecía llamativo; Ehan tendría que vivir diez vidas más para perdonarse el error que cometió pero...

¿Cuál fue el error que cometió? ¿Confiar en su familia?

Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: NYC N° 3Where stories live. Discover now