Primera

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Subí a mi habitación solo para encontrarme con Kenz y Pam en la sala esperando, Pamela tenia una sonrisa de oreja a oreja y Kenz me miraba de una manera mas rara de lo usual, como si supiera un secreto mío, un secreto vergonzoso.

– Y bien... – dijo parándose del sofá – ¿en qué momento te empezó a gustar mi asqueroso hermano?

– ¿Qué? – dije caminado a mi habitación, me siguieron – no se de que hablas, ¿a mi? ¿gustarme tu hermano?

– No mientas – dijo Pamela cerrando la puesta del cuarto – se te nota en toda la cara

Claro que me gustaba Damian, era el chico más dulce que había conocido, me escuchaba y me entendía, sobre todo me aguantaba todas las horas que me la pasara en una librería, incluso hasta me ha comprado libros, sabe que decir en el momento preciso, sabe que me gusta y eso solo ha sido en cuestión de días... cualquier persona diría que le gusto, incluso lo he llegado a pensar yo, sin embargo, es tan lindo que también he llegado a creer que me ve como la maga de su hermana solamente.

– Estoy cansada – dije acostándome – Me pueden molestar todo lo que quieran mañana, hoy no – Kenz me miro con cara seria pero se levanto y se fue 

– No te libraras mañana – advirtió, y le creía, al cerrar la puerta de la habitación Pamela se me acerco

– ¿Te gusta?

– No quiero que me guste.

– Pero lo haces.

– Si.

Me puse de un lado y Pamela se fue, no podía pensar en que estaba pensando en abrir mi corazón a una persona que no estaba segura si le gustaba o no, era un riesgo que quería correr, no me iba a quedar con las ganas y después de todo, la vida se trata de eso, se trata de correr riesgos porque así aprendes.


A la mañana siguiente estaba nerviosa porque vería a Damian para desayunar con todos antes de que iniciaran las jornadas de clases, la verdad no sabia porque estaba tan nerviosa, antes no lo hubiera estado, es lo malo cuando te empieza a gustar alguien, yo no lo se disimular , me sonrojo y empiezo a hablar mal, como que las palabras se enredan.

 No puedo creer que vaya a decir algo tan cliché, pero es la verdad, cada persona te deja una marca, sea bueno o mala, algunas te dejan traumas. Con James fue una buena relación, es el típico chico con el que piensas que piensas que te vas a casar, eso pensaba y yo y cuando la vi con ella... cuando la vi con ella, no solo perdí a mi novio, mi mejor amigo y mi mejor amiga a la vez, perdí todo lo que pensé que tenia asegurado, mi primer novio y termine con el corazón roto y con el pensamiento de que todos me van a tratar así. No es la ruptura lo que mas duele, son los días siguientes lo que duelen, son las mañanas que despiertas y checas tu teléfono para encontrar un mensaje suyo, pero no hay mensaje. Es como empezar tu vida de nuevo, y no tienes ni idea de como empezar.

– Se te va a caer la baba – Me susurro Kenz cuando se dio cuenta que no dejaba de ver a su hermano que estaba en frente de mi, la pateé.

– Basta, no seas obvia – Le susurré

– ¿Qué les pasa chicas? – preguntó Damián 

– Nada – dijimos al unísono

– Okay – dijo poco convencido –. Como sea, Bella oí que va a ver una feria de libros, a las seis, en el Parque del Oeste, ¿quieres ir? Te puedo acompañar – Bajó la mirada – Si quieres

– Me encantaría, Damian – sonreí

Las siguientes clases no les tome ninguna atención, que la futura Arabella se preocupe, lo único que tenia en mente es que voy a salir sola con Damián, ¿es una salida normal como todas las demás o es una cita? ¿Debo de ponerme la ropa usual o vestirme... para una cita? ¿Y si me toma la mano? ¿Y si me besa? ¿O si... no hace nada en absoluto? Mis nervios aumentaban conforme avanzaban las horas. 

– Estas nerviosa, ¿verdad? – Pregunto Kenz saliendo del aula de la penúltima clase del día

– No

– ¿Pusiste atención en clase entonces? – Asentí – skay, si eso dices, dime, ¿cuáles son las fases del sueño?, ¿Qué es la apnea del sueño?, ¿Qué... 

– Bien, no puse atención es que... ¿es una cita?, ¿Cómo debo de vestir?, ¿Estoy lista para tener una cita?

– Dame las llaves de tu cuarto cuando salgas de la ultima clase me alcanzas ahí, ¿okay?

– okay


Llegue a mi habitación y Kenz ya me tenía la ropa lista, junto con los accesorios, era casual, como para ir a una cita no oficial, el atuendo consistía en jeans color azul claro, una blusa sin hombros blanca, unos Adidas blancos con una bolsa negra, me lo puse, y me ondule el pelo para llevarlo suelto, no me quise maquillar mas que las cejas y pestañas y ponerme un poco de brillo labial, cuando termine de arreglarme eran las cinco cuarenta y Kenz se fue a su habitación para no toparse con su hermano más tarde, yo tenía un dolor en el estomago que me dieron ganas de vomitar, y no sabía porque, ya habíamos salido antes... bueno, si se porque, pero no estoy liga para admitirlo... 

Trate de hacer todo para distraerme esos quince minutos que faltaban para que Damian pasará por mi, trate de hacer la tarea pero no podía concentrarme, ¿y si se hecho para atrás y ya no quiere salir conmigo? ¿por qué siempre le tengo que dar tanta vueltas a las coas? Deja de pensar Bella, deja de pensar. Tocaron la puerta.

– Hola... – dijo Damián mostrándome unas flores llamadas thiare que corto de un árbol, venia con una playera blanca y una camisa de cuadros azul arriba desabrochada, con unos jeans y unos Converse blancos, traía una barba de tres días y unos lentes de sol en la mano, se veía tan guapo – no quise llegar con las manos vacías... – lo abracé

Todo el trayecto al parque fue... incómodo, no hablamos mucho, y de lo poco que hablamos, se ve que era un poco forzada, me sentí mal y llegue a pensar que ha sido la primera y ultima cita que tendré con el. Cuando legamos al parque estuvimos caminando por la feria de libros, me compró dos, y yo compre tres más, no deje que los pagara, nos compramos un helado de un señor que estaba en su carrito y nos sentamos en una banca.

– Se que no hemos hablado mucho – dijo  sentándose de lado para verme – solo quiero que sepas que estoy nervioso de salir contigo, se que hemos salido antes juntos y no hemos tenido ningún problema, por alguna razón esta salida la veo diferente

– ¿Diferente?

– Sí, diferente... no quiero que te aburras

– Nunca me aburro si estoy contigo – sonrió 

Nos paramos de la banca y caminamos por el parque, compramos otros helados y rentamos unas bicicletas que nos encontramos por ahí, no nos agarramos de la mano,  ni intento hacerlo, lo que me hace pensar que solo es otra salida de amigos, pero también el estaba diferente, nunca había estado así conmigo.

Al momento de irnos para el instituto tomo el camino más largo y manejo lento, cantamos canciones a todo volumen, luego llegamos al instituto y me acompaño a mi habitación, como lo hace regularmente, me dio un beso en la mejilla y se fue, no es lo que esperaba al terminar esta salida, pero no me quejo demasiado. O si.




Solo amigosWhere stories live. Discover now