El momento había llegado.

Cuando sintió llegar a la barrera; sus ojos se clavaron en ella mientas mecía sus caderas en un empuje rápido; ella sintió como una pequeña quemadura pero no le dolía; en ese momento estaba tan unida a Ehan como dos personas podían estar.

El espero un momento a que ella se acostumbrara mientras le besaba el rostro.

Observo una lagrima resbalar de uno de sus ojos.

Su chica ahora era mujer.

Limpio su mejilla y ella abrió los ojos clavándolos en los de Ehan. El azul y el verde se fusionaban mientras Ehan comenzaba a moverse despacio mientras la besaba; los dos se sentían extasiados con las sensaciones que se desataban en sus cuerpos.

—Se siente increíble Hanna— dijo Ehan sin dejar de moverse.

—Ehan...

—Te amo— gruño antes de cubrir su boca con un beso voraz perdiendo el control, él sabía que no podría aguantar mucho.

Y por suerte ella estaba igual, en el último momento; ella levantó sus caderas mientras su cuerpo se convulsionaba ocasionando lo mismo en Ehan.

Ella se aferró a él y no lo soltó hasta que la respiración de los dos se acompaso.

—Me arruinaste cariño— le dijo Ehan con una sonrisa— eso fue jodidamente increíble, estoy...arruinado completamente por ti Hanna Kelly.

—No lo sé— dijo ella con una sonrisa— he tenido mejores.

Ehan rio por eso.

—Claro que los has tenido cariño.

Por la mañana; Hanna se despertó sola en la gran cama de Ehan, con el ruido de la ducha de fondo; se sentó sobre las sabanas y observo la habitación con una sonrisa; todo había sido perfecto.

El lugar.

El día.

Su novio.

Todo...

Ehan se había mostrado tan paciente con ella que no podía evitar que su corazón saltara a recordarlo.

Un teléfono empezó a sonar sobre la mesa; era el teléfono de Ehan; ella no sabía si contestar o no pero podría ser una emergencia; levanto el teléfono y observo el nombre.

"Giselle"

Nunca lo había escuchado pero decidió contestar.

—Bebe, ya sé que temática utilizaremos en la boda; quiero mi vestido algo clásico pero elegante como la princesa Diana y tú serás mi hermoso príncipe, podremos partir de la iglesia en caballos...

— ¿Disculpe?— preguntó confundida Hanna— ¿Creo que se equivocó de numero?

— ¿Se puede saber quién eres tú y que haces con el teléfono de mi prometido?— pregunto Giselle molesta— ¿Sabes algo? No me interesa; comunícame inmediatamente con mi prometido.

Hanna se alejó el teléfono confundida; aquí debía de haber un error; ella tomo su ropa y se vistió rápidamente y camino hacia el baño justo cuando Ehan venia saliendo.

El, le lanzo una sonrisa pero ella le tendió el teléfono.

— Giselle está en la línea.

Ella vio como Ehan perdió el color de golpe y pálido tomo el teléfono para hablar.

Ella no se quedó a escuchar, se marchó de ahí decidida a recoger sus cosas.

—Eres una estúpida Hanna— dijo mientras las primeras lágrimas salían de sus ojos— eres idiota.

No dejaba de insultarse por haberse entregado al imbécil más grande que ha conocido en su vida.

Se cambió de ropa y metió todo de golpe a la maleta; al tratar de cerrarla esta no cedía debido a que las cosas no estaban ordenadas.

Empezó a golpear la maleta con saña y molestia; odiaba haber sido tan estúpida; odiaba a Ehan Hilton pero más que nada odiaba a esa estúpida maleta.

Unas manos se posaron en las de ella evitando que continúen golpeando la maleta; ese pequeño contacto fue como abrir sus ojos ante las lágrimas y estas caían sin que nada las detuviera.

Ehan la sostenía fuertemente mientras sentía su cuerpo sollozar; no sabía qué hacer, ¿Cómo le explicas a tu novia que estas comprometido?

—Déjame explicarte— suplicó Ehan.

—Solo quiero irme a casa— sollozo. Se sentía destruida por el primer hombre al que amaba.

—No me voy a casar con ella Hanna— dijo con la voz ronca debido al nudo en su garganta; el sufría al verla llorar— No me importa lo que piense mi familia; no me casare con ella.

Hanna es ese momento se sentía dolida, lastimada, engañada y traicionada.

Ella confió en él...y el solo jugó con su confianza y con su amor.

— ¡No quiero saber nada de ti!— dijo ella alejándose de el— ¡Eres un embustero, un embaucador y un cobarde!, uno debe ir por la vida con la verdad Ehan, no con este tipo de mentiras.

— ¡No eran mentiras!— refuto Ehan— cuando te pedí que fueras mi novia fue porque ya había decidido terminar con el estúpido compromiso con Giselle. Yo te amo Hanna...

—Me amas a mí pero estas comprometido con otra. ¿Entiendes el problema Ehan? ¿Entiendes cuál es el estúpido problema?

—Claro que lo entiendo, por ese motivo había decidido pasar las vacaciones con mi familia; para enfrentar a mi familia y a la familia de ella para anular el compromiso.

—Si claro— dijo irónica— ¿Y todo este tiempo has estado con las dos? Eres hipócrita Ehan...

—Di, lo que quieras Hanna, pero te por seguro que solo amo a una— dijo Ehan sintiéndose impotente.

—Demuéstralo— le grito Hanna sintiendo fuerza dentro de ella— demuéstrame con hechos lo que me dices Ehan.

Él se quedó observándola impotente; él sabía que tarde o temprano todo se sabría pero él no podía perder a Hanna.

Ella era su chica; y el lucharía por ella.

—Te lo demostraré Hanna; ven conmigo en estas vacaciones— dijo Ehan acercándose a ella con determinación— ven conmigo y ve con tus propios ojos como terminaré con mi compromiso y te presentare como mi novia a mis padres.

Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: NYC N° 3Where stories live. Discover now