Cuando llegaron a la cabaña todo estaba exactamente igual, nada había cambiado; pasaron la tarde paseando en el puerto hasta que la noche llego.

Ehan no tenía ni la mejor idea del plan de Hanna; si no, tal vez lo hubiera evitado. Él se sentía un imbécil por engañarla y no decirle la verdad; pero estaba dispuesto a terminar con todo con tal de estar con ella.

No le importaba como pudiera reaccionar su familia o la de Giselle. El con la única mujer que se casaría seria con Hanna Kelly.

El la dejo en su habitación y se fue a la suya; él no podía dormir pensando que tenía a la chica que amaba a unos metros de distancia.

Y lo decía con todo orgullo.

Estaba enamorado de Hanna Kelly.

Él estaba a punto de quedarse dormido cuando sintió la puerta de su cuarto abrirse.

Era Hanna; iba vestida con un pequeño traje de seda con encaje.

Ehan se puso como una piedra al verla; definitivamente tendría con que soñar después; el, la observó de pies a cabeza sin poder creer lo que veía ella era hermosa su piel blanca contrastada perfecta la tela roja del pijama.

—Ho...Hola— balbuceo Ehan.

—Hola Ehan—Hanna camino hasta la cama con delicadeza— sé que tu cumpleaños esta próximo...y que iras a visitar a tu familia...yo pensé en darte mi regalo por adelantado.

Ella tomo la sabana y se subió abajo de el a para abrazar a Ehan, se colocó con cuidado sobre él, a horcajadas sobre su estómago y se inclinó para besarlo con cuidado en los labios.

Ehan coloca sus manos en los muslos de ella y los acaricio con amor mientras él la dejaba saborearlo.

Ella le tomo el labio entre los dientes antes d separarse.

—Quiero que me hagas el amor Ehan— dio de forma sensual.

El dejo escapar un gemido y movió la cabeza tratando de despertase de ese sueño; pero por primera vez en su vida no estaba soñando; Hanna estaba ahí pidiéndole que la amara como llevaba tanto tiempo queriendo hacer.

— ¿Estas segura?— dijo sin aliento.

—Si Ehan, quiero que mi primera vez sea contigo— susurro para luego besarlo.

Él no podía creer su suerte; la tomó de la cintura y la hizo girar abajo de él; la beso con cuidado, deleitándose en cada parte de su cuerpo.

Fue levantando lentamente el camisón, acariciándole el cuerpo con los dedos provocándole escalofríos haciéndola arquearse, se deshizo del camisón dejando a Hanna únicamente con sus bragas; el no pudo evitar observarle y pensar que ella era perfecta.

Hanna estaba nerviosa pero por la forma en la que Ehan la observaba le daba confianza, le demostraba ternura y cariño.

Ehan la abrazo a su cuerpo y enterró el rostro en la curva de su cuello y hombro donde respiro hondo. Los dos estaban como en una bruma que no los dejaba pensar con claridad.

—Te amo Hanna— fue todo lo que dijo. Su cálido aliento la hizo temblar y el cuerpo de él, la imito— lo haré especial para ti cariño. Lo juro.

—Sé que lo harás— dijo Hanna besándolo.

El la beso y la preparó para que no sufriera; la acaricio y beso cada parte de su cuerpo seduciéndola, ese posiblemente era el momento más especial de su vida.

Él se quitó su ropa lo más rápido que pudo, la observo retozar en la cama con su cuerpo brillante de excitación; se subió sobre ella y bajo su cuerpo presionándose sobre ella la hizo lanzar un suspiro por la extraña sensación.

Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: NYC N° 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora