Ehan salió rápidamente detrás de ella, el no perdería esa oportunidad; estaba decidido a romper su compromiso y a estar con Hanna.

Ehan la alcanzo antes que llegara a su puesto de trabajo; la tomo de la mano y la atrajo hacia él, ella lo empujó pero antes que se alejara Ehan le dijo.

— ¿Quieres ser mi novia?

— ¡QUE!

— ¿Quieres ser mi novia Hanna Kelly?— dijo Ehan abrazándola por la cintura para evitar que se alejara de él— soy un idiota Hanna, trate de alejarme de ti pero no puedo, estoy dispuesto a hacerlo de nuevo. Te quiero en mi vida.

—Yo... Ehan.

—Por favor, sé que puedo hacerlo bien.

Ella lo observo con alegría y un poco de recelo pero lentamente fue asintiendo con su cabeza.

El la atrajo antes que algo más sucediera y le tomo la boca con un beso ardiente, duro y airadamente determinado, el ahondo el beso con una hábil maniobra de lengua y ella sintió que su cuerpo reaccionaba estirándose y arqueándose contra él.

Ella se separó y lo observo con los ojos entornados por ese beso.

—De esa forma se sella este trato Hanna.

Y con esas palabras inicio esta historia.

Hanna en un momento no sabía que decirle; pero ella estaba enamorada de Ehan,

Pero existía un gran problema. Nadie en la vida de Ehan sabía de Hanna, ni sus amigo más cercanos y menos su familia; si Ehan quería hacer las cosas bien debía terminar su compromiso con Giselle antes de presentar a Hanna.

Él estuvo a punto de confesarle la verdad a Hanna un par de ovaciones pero no lo logro, su miedo a perderla era mayor a sus deseos de confesarle la verdad. Ella era todo lo que él deseaba y no estaba dispuesto perderla.

Mientras que Ehan se mortificaba, Hanna cada vez estaba más feliz; logro vencer su miedo a abrirse en una relación con Ehan y ahora tenía un novio increíble y eso no le causaba ningún problema con sus estudios.

En un inicio, ella estaba segura de rechazar a Ehan porque sentía que una relación entre ellos sería imposible. Los rumores viajaban y ya le habían advertido sobre la falta de tacto que poseía Ehan Hilton con las mujeres.

Pero con ella era totalmente diferente y eso fue lo que la enamoro de él, cuando todas aseguraban que era un hombre mujeriego y adulador ella solo veía a un chico dulce y romántico que la trataba como si fuera la única mujer en el mundo.

Hanna le escribió un par de cartas a su mama contándole como le iba en la universidad y le comento la existencia de Ehan. Su madre se alegró por ella pero le pidió que tuviera cuidado.

Los meses pasaban y la pareja era muy feliz; Hanna nunca le pregunto a Ehan por sus amigo o el motivo por el cual no los conocía, ella no lo veía de importancia a pesar de que toda la universidad los conocía.

Al final del semestre Ehan decidió llevarla de nuevo a la cabaña; habían pasado meses junto y se aproximaba el cumpleaños número 20 de él y ella todavía no estaba segura que darle.

Pero una idea se había colado en su cabeza; a pesar de llevar un par de meses como pareja, todavía no han tenido intimidad porque ella no se siente lista, ese sería un paso muy importante para ella tanto como para Ehan.

El único problema es que Ehan iría en sus vacaciones a visitar a su familia y no lo vería hasta el regreso; así que decidió adelantar su regalo al fin de semana en la playa.

Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: NYC N° 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora