Let Me Love You [KEO]

Capítulo 3

Las vacaciones de verano eran las que a Taek más le emocionaban, sobre todo porque sus padres siempre procuraban llevarlo a la playa, y a él le encantaba poder hacer castillos de arena en la orilla del mar.

— ¿Tú a dónde irás? — preguntó Jae Hwan.

— Todavía no lo sé, mi papá decidió que este año fuera sorpresa, pero yo en verdad espero que sea a la playa como siempre — le respondió Taek un poco emocionado al decir lo último.

— ¿La playa? A mí... no me gusta tanto — comentó el menor desviando la mirada.

— ¿Por qué? Es muy divertido — objetó Taek, sorprendido de escuchar aquella respuesta.

— Bueno... es que yo... no... no sé nadar — dijo Jae totalmente avergonzado.

Leo giró su rostro para ver a Jae Hwan pero al ver sus mejillas ruborizadas, estas le provocaron un pequeño estremecimiento en su interior, ya que el menor se veía tan tierno a los ojos de Leo.

— Ya veo... — comentó después de devolver su mirada al frente — pero no te preocupes por eso... si quieres yo puedo enseñarte — se ofreció.

— ¿En serio lo harías? — preguntó Jae sin creérselo realmente, sonriendo de nuevo.

— Claro, solo que hay un problema. Para eso, tendríamos que ir a la playa y así poder enseñarte — dijo reflexivo.

— O podrías ir a mi casa, tengo piscina — dijo rápidamente Jae.

— Espera ¿Qué?... ¿Tienes piscina y no sabes nadar?

— Pues no — respondió encogiéndose de hombros, haciendo un lindo puchero con sus labios.

El timbre de entrada para la siguiente clase sonó, interrumpiendo la pregunta que se había formulado en la cabeza de Taek, originando que ambos niños se despidieran con rapidez para que finalmente, continuaran su camino al aula correspondiente de cada uno.

* * *

El último día de clases, la gran mayoría de alumnos en toda la escuela estaba a la expectación del sonido más importante de sus vidas, la campana de salida. Algunos maestros otorgaban clemencia y no dejaban más que deberes sencillos para sus pupilos, mientras que otros hacían todo lo contrario, dejando incluso un par de proyectos que debían ser cubiertos en su totalidad antes de que regresaran de vacaciones.

Jae Hwan espero pacientemente a la salida del salón de Taek Woon, quería despedirse antes de perder cualquier contacto, al menos hasta que regresaran de nuevo a clases. Pero para su mala suerte, Taek Woon no pudo atenderlo y como era de esperarse, tuvo que retirarse antes de despedirse de él.

La brisa veraniega impactaba en el ambiente de una forma encantadora, ya no había nada de frío, y el calor que se desprendía de los rayos del sol, no era tan sofocante para no disfrutar de un hermoso día al aire libre.

Con el tiempo a su favor, el primer día de vacaciones había llegado. Taek dormía plácidamente acurrucado entre sábanas de color azul cielo, en un pequeño espacio de 4x3, rodeado de algunos juguetes y una que otra pieza de ropa suelta por el suelo; su madre abrió la puerta de su habitación y algo enternecida lo miró por alguno segundos. La felicidad de Taek producida por dormir hasta tarde había terminado.