Capítulo 1

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Siempre he sido una especie de marginada de la sociedad, mi familia me llama antisocial, la poca que tengo, solo mi madre y mi hermano pero habría que excluir a uno a mi madre que me ha odiado desde el momento que pisé este mundo por primera vez. Mis amigos... pues, no tengo ninguno, quiero vivir el resto de vida que me queda sin más dolor del que estoy acostumbrada.

— ¡Caroline Morris, Levántate de una buena vez, son las siete de la mañana, llegarás tarde a la escuela! — Gritaba mi madre mientras golpeaba la puerta de mi habitación que por precaución a amanecer empapada le puse seguro.

—Ya voy. —le grité levantándome de la cama para dirigirme al cuarto de baño para tomar un ducha.

Al entrar a la ducha sentí el agua fría recorrerme todo el cuerpo, era relajante. Lo único en lo que podía pensar era en la promesa que le había hecho a mi hermano Andrew de comportarme, no podía dejar de imaginarme que se siente estar en una escuela femenina, jamás había estado en una, las escuelas a las cuales aplicaba siempre eran mixtas... solo sabía que no quería a nadie acercándoseme, yo prefería estar sola que mal acompañada, nunca me había desenvuelto bien en grupo, era pésima con las palabras amables, lo mío no eran las relaciones sociales, eso era seguro.

Después de la ducha me vestí con unos pantalones negros y una camisa negra, mis botas de combate negras. Y sí, me encanta el negro, me dejé el cabello suelto. Era de lo más de simple, sin maquillaje ni ninguna porquería que adornara la cara.

Bajé a desayunar y me di cuenta que Alan, el mejor amigo de Andrew se había quedado a dormir anoche ya que él y Andrew estaban en la misma escuela y Alan estaba colado por mí, ¿por qué?, no lo sé, jamás lo entendí pero siempre me dio igual, nunca le presté atención y las pocas veces que yo estaba de buen humor lo saludaba y él se ponía rojo y se quedaba mudo por los nervios y a veces me burlaba de él y el rubor en sus mejillas aumentaba y se veía guapo, bueno más guapo de lo que era. Alan el típico chico guapo pero tímido, la mayoría de las personas creen que con su metro ochenta y cinco de altura podría intimidar a cualquiera pero él era pacifista, era un chico del que todas las chicas quedarían coladas, cabello castaño claro, ojos color miel, pálido y bastante musculoso pero a mí nunca me llamo la atención para más que un amigo de mi hermano.

—Buenos días —dije dirigiéndome al refrigerador para tomar mi leche con cereal y jugo de naranja.

—Buenos días Caro —saludó Andrew llevándose otra cucharada de cereal a la boca mientras que Alan solo se ruborizaba y decía buenos días con un tono tan bajo que ni una mosca escucharía.

—Caro, Alan y yo te llevaremos a la escuela de paso todos los días y te recogeremos, así que no tendrás que tomar el autobús para ir a la escuela—dijo Andrew apresurando y a mí porque ya íbamos tarde a la escuela...

Yo solo asentí mientras terminaba mi jugo de naranja.

Minutos después tome mi mochila y me dirigí al auto de mi hermano en el que ya estaban un desesperado Andrew y un ruborizado Alan, su cara siempre me hacía gracia por lo que solté una risa por lo bajo y subí al auto acomodándome en el asiento trasero

—Abróchate el cinturón Caroline —gritó mi hermano desde el asiento del conductor subiéndole el volumen a la radio. Sonaba la canción de "Nelly furtado try", una muy estúpida canción con una estúpida letra.

Aquello que según te hace sentir mariposas en el estómago, y felicidad inexplicable, jamás lo sentí, ni por parte de mis padres, mi madre se llama Vanessa, ella siempre me odió o eso es lo que yo creo, cada vez que tiene la oportunidad me dice que fui un estúpido error en su vida, antes dolía pero ahora simplemente no significa nada. Andrew siempre me decía que no le creyera que en el fondo ella me amaba, pero ambos sabíamos que no era cierto, ella maneja una biblioteca cerca de la casa y trabaja de tiempo completo para evitar encontrarse conmigo, y solo vernos a la hora de levantarse. Mi padre o más bien padrastro, Frank trabajaba igual de duro que ella pero solo porque le gustaba su trabajo, él es abogado y siempre está concentrado en sus casos, él no me trata mal ni bien es solo normal. Y él me agrada jamás he peleado con él ya que nunca me lleva la contraria más bien jamás opina solo se queda callado leyendo sus nuevos casos.

Al momento de llegar a la escuela Andrew me hizo prometerle de nuevo que no causaría problemas y que trataría de ser un poco normal.

Ahora solo me imaginaba como sería el resto del año seguramente iba a ser un año extremadamente aburrido... y lo peor es que me faltan unos años de escuela, sería una tortura, pero tenía que enfrentarlo, no podría ir por la vida sin haber terminado siquiera la escuela.

Nightmares #SugarAwardsWhere stories live. Discover now