Voy a hacerte el amor

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- Olvidalo, no tienes la culpa ahora entremos a la casa y tomemos un baño tenemos una cena programada

- ¿Podríamos olvidar la cena?, prefiero estar así abrazados.

- No, al chef le costó mucho prepararla tanto que tuvo que pedir ayuda a su madre - le dio un beso en la mejilla y lo arrastró dentro de la casa directo a tomar un baño.

Magnus solo se dejo hacer, Alec mismo se encargó de desnudarlo y guiarlo a la ducha.

- Eres hermoso - ya estaban desnudos y Alec le dio un pequeño beso a Magnus mientras tocaba su espalda.

El moreno sonrió, estaba muy sonrojado y lo abrazo inclinando un poco su cabeza para darle acceso a su cuello y él ojiazul beso también ahí, luego mordió suavemente sus hombros y con calma bajo a sus tetillas besandolas.

Cariñosamente giró a Magnus y ahora besó su espalda y con su lengua hizo un recorrido llegando hasta el comienzo de sus glúteos donde siguió  besando mientras sus manos recorrían sus costados para luego tomar entre sus manos su pene que estaba lubricando muchísimo y juguetear con el a la vez que seguía besando y también mordiendo sus nalgas.

Lo rozaba con su barba mientras volvía a subir por su espalda erizandole la piel, abrazo a Magnus haciéndole sentir su miembro erecto, grueso y caliente, se separó de él.

- Vamos a ducharnos y salimos a cenar.

- Quiero comer si, pero a ti garbancito no me dejes caliente

-  Te deseo como no tienes idea pero aún no, esto es sólo un pequeño adelanto de lo que te haré más tarde.

Como venganza cambió la temperatura del agua a una helada haciendo gimotear a Alexander

- Magnus - reprochó

- No te enojes mi amor pero necesitamos bajar la erección de nuestros miembros - tenía que hacerlo o lo violaria ahí mismo.

Fue Alexander quien se encargó de bañarlo muy cuidadosamente explorando con la esponja cada rincón de su cuerpo para luego bañarse él solito, si, no le permitió a Magnus tocar más si mirar y había sido lo más erótico que los ojos del moreno había visto en su vida, el agua helada no ayudaba mucho cierta parte de su cuerpo quería volver a la acción. Cuando Alexander intentó rasurarse fue impedido de hacerlo Magnus quería sentir su naciente barba recorrerlo.

Cada prenda fue colocada sobre su moreno cuerpo lentamente, Alexander se encargó de ello había escogido un conjunto de su total agrado tuvo que maquillarse usando magia no quería esperar, le urgia terminar con esta tortura ya su cuerpo estaba al límite. Luego de estar elegantemente vestidos salieron de casa.

Alec lo llevaba por los jardines, iban jugando dándose pequeños besos  mientras entrelazaban sus manos, disfrutaban del momento se abrazaban, volvían a soltarse para luego volver a besarse y entrelazar nuevamente sus manos las palabras no eran necesarias sus ojos hablaban por ellos.

Lo llevo a la orilla de la hermosa laguna de la propiedad ya una mesa estaba preparada y los meseros elegantemente vestidos, se sorprendió al verlos. ¿Que había hecho para tenerlos a ellos de entre todos los seres del mundo?

Miro interrogante a su acompañante y el desvío la mirada era su secreto. Ya lo haría hablar.
Fueron atendidos cortésmente y con una sonrisa, todo estuvo delicioso no podía creer que fue el mismo Alexander quien se encargó de cocinar. Estaba tan feliz que temió que todo fuera un sueño y ese solo pensamiento lo aterro, Ragnor que se habia acercado junto a Raphael  trayendo los postres le dio un zape regresandolo a la realidad.

Di Que Eres MíoWhere stories live. Discover now