Capítulo 2.

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Todo el viaje en vehículo y luego en avión, fue tortuoso para Louis. Estuvo temblando durante todo el viaje, el alfa se burló muchas veces, llamándolo "vibrador descompuesto". Louis añoraba a su madre, la llamaba por medio de gemidos débiles, aunque sabía que su llamado no funcionaría a esa distancia, pero nada perdía con intentarlo. Desprendía un olor agonizante, de profundo anhelo y tristeza. El olor perpetuaba la nariz del alfa, y lo odiaba.

Cuando finalmente se detuvieron frente a la mansión del alfa, éste salió del auto, arrastrando a Louis del brazo, ya que el chico no quiso salir por su cuenta, pensando que si se quedaba dentro del auto, lo regresarían nuevamente a su hogar. Inocente.

—Bienvenido a casa. —Habló el alfa, lleno de poder—. Debes tomar un baño para deshacerte de ese putrefacto olor que tienes. Debes dejar de llorar por tu mamá, no quiero volver a oler tu agonía. Es una orden, más te vale obedecerme. Vamos.

Lo llevó adentro, aún arrastrándolo del brazo. Al abrir la puerta de la mansión, muchas omegas asomaron sus cabezas para conocer al nuevo recluso, como se llamaban entre ellas. Todas percibieron el olor del chico, y por supuesto, el olor del jefe. El alfa prefería tener empleadas hembras y omegas, ya que solían ser más obedientes y dóciles que los betas. Tenía al mando al menos a ocho omegas, sin incluir a Louis. Él era el menor; todos sobrepasaban los veinte años. Él era el único macho.

El chico caminaba con la cabeza gacha, lo cual era una obvia señal de que había sido llevado en contra de su voluntad. Las omegas sacaron muy rápidas conclusiones. Pobre criatura.

Pero sobre todo una de las omegas, Claudiah, tenía mucho interés en saber quién era el nuevo recluso, pues, hasta ese entonces, ella fue la omega de Petter.

La omega se acercó corriendo al alfa, tratando de marcar territorio y reclamar a su hombre, pero él soltó un gruñido que la detuvo de inmediato. Louis se encogió ante la actitud agresiva del alfa y el repentino ataque de la mujer. Se sintió amenazado. Instintivamente se escondió detrás del alfa, lo cual molestó mucho más a la omega.

—¿Quién es él? —Exigió saber. Las demás omegas se ocultaron.

—Es mi nuevo omega, él se encargará de tomar tu lugar a partir de hoy. —Respondió con simpleza. Los orbes de la mujer se ampliaron con horror.

—Alfa, no puedes hacerme esto. No te servirá como lo hago yo. Es un crío. —Dijo la omega, sin dejar de mirar a Louis, sintiéndose amenazada por su aparición.

—Aléjate. No quiero que te acerques a él y lo llenes de tu olor. Louis no ha sido tocado por nadie, es más puro que todas ustedes, y a partir de ahora deben servirlo como su amo, ya que muy pronto será mi esposo. —Claudiah lo miró con verdadero terror.

—Alfa, no puedes contraer matrimonio con él, vas a matarme. —El alfa rodó los ojos, restándole importancia.

—Claudiah, no lo tomes tan enserio. Puedo hacer lo que yo quiera. Martha, por favor, lleva al niño a tomar un baño y dale todo lo que necesite. Que se instale en la habitación de Claudiah, frente a la mía. —Ordenó. Una omega, que parecía tener más de cuarenta años, se acercó cabizbaja.

—De acuerdo, señor. Ven conmigo, pequeño. —Louis levantó la mirada por primera vez, al escuchar la dulce voz de la mujer.

Estaba muy asustado, no sabía en quién confiar, pero fue la única persona que le habló de una manera amable y cálida desde que abandonó la casa de sus padres. Louis no dudó en caminar hacia ella, no parecía haber ningún indicio de peligro en aquella mujer.

La omega lo guió por toda la casa, subiendo unas escaleras y doblando a la derecha. Pero la mujer con el nombre Claudiah, se interpuso cuando llegaron a la habitación, bloqueando la puerta.

Hidden Creature [A/O] Larry | ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora