''Cuarenta por ciento'' - 17 Años

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-Sólo bromeaba, no seas tan dramático -le dije mientras nos sentábamos. Saqué un pedazo de mi algodón y me lo comí. Jorge se refregó la cara con las manos y se quedó así por un buen rato.

Los chicos estaban demorando, una vuelta en la montaña rusa no podía durar más de cinco minutos, pero llevábamos esperando alrededor de diez. Y en todo ese tiempo, Jorge no cambió de postura.

Aproveché que él no estaba mirando y observé su cabello castaño, ahora los tenía al natural: sin peinar y extremadamente geniales pero le tapaban sus hermosos ojos... seguían gustándome sus ojos verdes... así que tomé un mechón de su cabello y lo corrí hasta que él se dio cuenta y me miró.

- ¿Qué haces?

-Me gustan tus ojos-le dije. Acomodé las ondas que tenía sobre sus ojos y los peiné hacia el lado, de modo que quedaran como flequillo.

Volvió a sonreír y acercó su rostro al mío. Sabía lo que venía y estaba dividida entre aceptarlo o no. Entonces me dije a mi misma que si quería hacerlo feliz a costa de mis sentimientos, no quedaba más alternativa que hacerlo.

Cerré los ojos cuando me besó, no estaba en mis planes pero por un momento sentí que me desmayaría cuando su aliento se fundió con el mío. Su boca estaba tibia y se me hizo adictiva, ni siquiera me quejé cuando me sujetó de la cabeza e hizo que nuestros labios se juntaran más de lo que estaban.

Cuando nos separamos pude sentir mis mejillas encendidas. Aparté la mirada de Jorge y esperé a que una brisa helada me calmara. ¿Si nos casábamos sucedería lo mismo en la Iglesia?

-Lo siento Martina. Pero de ahora en adelante te trataré como a mi prometida, no voy a soportar que otros chicos te miren -con su mano volteó mi rostro y me beso otra vez-. Y si los demás te molestan, sólo dímelo y hablaré con ellos.

Y con eso tenía un 40%. Esperaba que el resto no le fuera tan fácil de conseguir como ese diez por ciento.

-Una simple charla con ellos no hará que dejen de bromear por el resto de sus vidas -le bufé.

-Entonces tendrás que acostumbrarte -me dijo y me volvió a besar. Me sorprendí cuando me di cuenta de que sus besos no me eran indiferentes, como deseaba que lo fueran. No rechisté ni me quejé.

-¡Oh por Dios! -nos separamos rápidamente cuando escuchamos que alguien gritó-. ¡Lo sabía, ustedes se aman!

Facu no dejó de dar saltos y de apuntarnos exclamando que él ya sabía que nosotros terminaríamos juntos. Sus gritos atrajeron la atención de la gente que nos miraba de manera desvergonzada.

-Grita un poco más, en China no te escucharon -refunfuñé cuando se calmó y se sentó junto a nosotros. Jorge pasó su brazo sobre mis hombros y me acercó a él, Facu estaba que reventaba de la emoción.

-Es que... ¿cuándo tenían planeado decirme que eran novios?

-Y prometidos -agregó Jorge. Quise matarlo cuando dijo esas palabras. Facu abrió la boca de la sorpresa y comenzó a gritar otra vez.

- ¿Por qué tanto escándalo? -Ruggero venía hacia nosotros con un globo en forma de jirafa, junto con Nicolás, Xabiani, Alba, Mercedes y Lodovica.

-Nos vamos a casar -le dijo Jorge. Tenía una sonrisa de suficiencia en el rostro y parecía que la sorpresa de Ruggero le era satisfactoria.

¿De verdad creía que entre Ruggero y yo había pasado algo? Al parecer, la broma en la escuela de verano le había afectado demasiado. Aunque ya le había dicho como mil veces que todo fue una broma.

- ¡¿Qué?! -exclamó Xabiani.

Después de explicarle diez veces a Ruggero que yo "siempre estuve enamorada de Jorge y que ya no podía soportar viviendo sin tenerlo a mi lado", las cosas se calmaron. Al menos podía mentirles a Xabiani, Ruggero y a Facu, los demás ya sabían la verdad.

¨Marry Me¨CANCELADAWhere stories live. Discover now