Asperger syndrome [Extraordinary #01]

Capítulo uno [Soy Louis, soy autista]

Louis tiene un tic nervioso que lo hace contar los pasos cuando se encuentra ligeramente ansioso. Es por eso que cuando cierra su maleta perfectamente organizada y escucha como tocan la puerta, sabe que su madre sólo necesitará dar dieciséis pasos para ir hasta donde él se encuentra.

Jo tiene todas las cosas que hacen a una madre, una buena madre, y algo más que la convierten en la mejor que Louis conoce. No es sólo porque sea cálida y maternal, o porque cuando se siente mal les gusta que ella lo arrulle aunque él no sea tanto de contacto físico. Va más por su capacidad de ponerse en el lugar de otros y de hacerlos sentir comprendidos como nadie puede.

Incluso si él está enojado en ese momento, sabrá que no podrá resistirse mucho cuando ella toma asiento junto a él en la cama.

—¿Terminaste de empacar? —pregunta con la intención de hacer terreno primero, sabiendo perfectamente cómo se encuentra el estado de ánimo de su hijo en ese instante.

El chico asiente sin mucho ánimo de decir alguna palabra o de mirarla.

Jo suspira y estira lentamente su mano para mover el flequillo que cae sobre la frente de su hijo, aliviada de ver que a pesar de todo él no rehuye a su contacto, en esta ocasión.

—¿Es conmigo con quien estás enojado?

Él dura unos segundos en responder porque le avergüenza un poco lo que dirá.

—No, no es contigo—Mientras lo dice juguetea on sus manos para regular sus emociones—. Es conmigo mismo, si no fuese un problema siempre, no tendría que irme.

Rápidamente ella toma sus manos y él la mira.

—Ni una palabra de eso ¿bien? Nada de lo que pasó fue tu culpa amor, y que decidiéramos que estudies en el internado fue por tu bien ¿Recuerdas?

Claro que lo recuerda, lo que se le hace difícil es sentirse cómodo con la idea.

No es que esté siendo consentido, berrinchudo o malcriado. Trata de más bien ser tan maduro como pueda, sólo que hay cosas que lo sobrepasan y van más allá de lo que puede controlar. No es fácil para alguien como él aceptar un cambio tan grande como el que se le viene. Irse de casa a estudiar en otro lado podría ser más sencillo si Louis no fuese Louis.

Demasiado apegado a sus rutinas y a todo lo que considera familiar. Un cambio, por más pequeño que fuese, si era repentino lo alteraban de una forma que le costaba controlar. Es por eso que todo lo que le estaba sucediendo en ese instante, por más que fuese planificado y premeditado, le parecía algo tan nuevo y fuera de lo común que lo tenía tenso por completo.

Siempre ha pensado que su vida sería más sencilla si la naturaleza no hubiese decido hacerlo autista. Capaz habría sido más feliz, sociable y fácil de llevar. Hubiese sido un adolescente como cualquier otro y se permitiría disfrutar de las mismas cosas que el resto.
Son pensamientos que usualmente se reserva para sí mismo porque no está interesado en seguir escuchando el discurso de aceptación que todo el mundo le da. Al final, no es como que ellos entiendan realmente lo que es vivir con su condición.

Ha ido saltando de escuela en escuela desde que tiene uso de razón porque nunca logra adaptarse, porque tiene problemas, porque sus compañeros lo toman como objeto de burlas o porque hasta los profesores le hacen la vida difícil. Y aunque sea un prodigio de notas perfectas, su historial de comportamiento no le ha ayudado mucho a la hora de elegir universidades.
No es que sea alguien terrible e incontrolable, sólo digamos que tiende a reaccionar muy rápido ante las faltas de respeto y eso parece no ser bien visto.
Supuso que cuando golpeó con una enciclopedia en la cabeza al chico que lo molestó durante todo el año escolar, la gente lo tildó de violento (E irónicamente a su victimario no). Como sea, no se arrepentía.