Eso último que dijo Ginny; le recordó algo a Harry, una posibilidad, pero necesitaba algo más concreto para saber si sus sospechas eran ciertas.

—Bien, señorita Weasley, descanse. Sus padres ya no deben tardar... —Cuando dijo Dumbledore esto, Ginny gimió preocupada—No se preocupe señorita, usted no es culpable de nada, los síntomas que describió son de posesión, y control mental, una especie de imperius muy fuerte, usted no es responsable de ninguna acción ejecutada bajo ese estado—.

Eso pareció tranquilizar a Ginny, Madame Pomfrey les pido a todos que se fueran, excepto a Ron, al cual le permitió quedarse con su hermana. Dumbledore le pidió a Harry y Severus que lo acompañaran a su oficina antes de recibir a los señores Weasley. Apenas entraron al despacho, el director conjuro un servicio de té de menta y manzanilla junto a una bandeja de pastelitos de crema de limón. Severus miro a Dumbledore con una ceja levantada y la mirada de "¿En serio? ¿Más limón?".

—No me mires así Severus, tengo algunas manías como todos, y la mía es el limón. Siéntense, tenemos que hablar antes de que lleguen Molly y Arthur—.

Harry y Severus tomaron asiento en un par de sillones y cada uno agarro una taza de té, Harry si se atrevió a probar un pastelito bajo la mirada alegre de su casi-abuelo.

—Al menos Harry es más aventurero en la comida que tú Severus. Bien, quiero que me digan que opinan de estos sucesos—.

—Creo que fue el señor Malfoy, abuelo—Dijo Harry primero.

—¿Malfoy? ¿Por qué dices eso Harry? —Pregunto Severus rápidamente.

—¿Recuerdas la visita al callejón Diagon con Dudley? ¿Flourish y Blotts? —Severus se sonrojo inmediatamente ya que recordaba perfectamente cierto "evento" de esa visita.

Dumbledore observaba divertido el sonrojo de su maestro favorito.

—Severus ¿Podrías decirme que paso en Flourish y Blotts? —.

—Y-yo, como que le partí la cara a Lucius Malfoy hace algunos meses—Dijo Severus con la expresión de un niño que ha sido cachado en una travesura.

Dumbledore estaba a punto de reírse, pero logro controlarse en el último segundo.

—Bien, supongo que Lucius estuvo provocándote, pero eso no explica por qué Harry cree que Lucius Malfoy esté detrás del asunto del diario, Ryddle y el basilisco—.

—Eso es porque el señor Malfoy tomo los libros de Ginny y luego los regreso al caldero donde los traía cargando. No lo pensé en ese momento, pero entre los libros había uno con pastas negras, justo como el diario. Hasta que Ginny dijo que encontró el diario entre sus libros, hice la conexión con ese día—.

—Sin embargo, y aunque comparto tu teoría Harry, eso no puede probar que fue Lucius quien puso el diario ahí. En todo caso, hacer esa acusación sin pruebas tangibles no nos llevaría a ningún lado. Pero sus recuerdos de la cámara, nos servirán para exonerar de cualquier repercusión a Ginny Weasley por si Lucius decide pedir un juicio. No olvidemos que Lucius es parte del consejo escolar y tiene influencias—Contesto Severus.

—Estoy de acuerdo con ambos, creo a Lucius capaz de hacer algo así, tanto de poner un artefacto tan oscuro como este en manos de una niña, como de ser capaz de querer enjuiciarla. Sin embargo, el mismo diario es en sí nuestra arma más poderosa contra él. ¿Alguno de ustedes se imagina que puede ser este diario? ¿Un objeto capaz de traer a la vida un recuerdo enterrado entre sus páginas? —.

Severus se puso lívido, haciéndolo aún más pálido de lo que ya era, su cara reflejaba horror absoluto, y Harry lo miraba luego volteando hacia Albus, sin entender que podía ser tan terrible como para hacer que su tío sintiera verdadero temor.

Una Serpiente De PelucheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora