XXV

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Atención lectorxs sexies: este capítulo, como advertí antes y como dicta la descripción del respectivo fanfic, tendrá HanHun.

Como ya dije, eviten comentarios innecesarios de disgusto; si no quieren no lean, pero se perderán de algo importante de la historia, puesto que no es sólo sexo impulsivo.

Siendo advertidxs como corresponde, procedan como más deseen~. De todas formas "el momento" en es corto y nada del otro mundo :).

La tensión en el cuerpo de Luhan era tan, tan grande, que todos los músculos le dolían.

Sentía el cuello, los hombros, los brazos y las piernas agarrotados, duros y sin respuesta. Estaba demasiado paralizado, tanto que no pudo hacer nada más que quedarse muy quieto y con los ojos enormes aunque no podía visualizar nada tras la venda. Si hubiera podido algo más, hubiera llorado de desesperación porque la oscuridad volvía a invadirlo. En un segundo volvió a estar en aquel galpón abandonado y frío, tirado en un rincón esperando a que lo matasen o lo rescatasen, sólo esas dos opciones válidas. Comenzó a temblar de forma violenta y logró formular apenas unas cuantas palabras.

-¿Qué está pasando?

Entonces lo sintió por detrás, bien pegado al cuerpo y transmitiéndole calor. La tensión aumentó, aunque esta vez no tenía tanto que ver con los recuerdos aterradores. Sehun trazó un camino lento por su brazo izquierdo con los dedos, las yemas tibias erizándole la piel en un cosquilleo expectante; llegó a su puño apretado hasta un punto doloroso y lo deshizo con amabilidad, entrelazando sus dedos en su lugar. A la otra mano, la posó en la base de su cuello y luego subió abarcando toda su garganta en una caricia caliente. La nuca de un Luhan agitado y con sentimientos encontrados reposó sobre su hombro, empezó a creer con terror que lo asfixiaría, pero Sehun sólo encerró su mandíbula en la palma con suma suavidad.

-No te preocupes.- Le susurró al oído, haciéndolo estremecerse por el aliento tibio contra la piel. -Dijiste que confiabas en mí.

Eso era verdad, pero...

De repente le soltó la mano y rodó los dedos por su estómago blanco y plano.

Oh por Dios...

Lo acarició y bajó con lentos círculos hasta meter la punta de los dedos tras el bordillo de sus pantalones de pijama. Luhan estaba comenzando a temblar, pero... La mezcla de placer, miedo y curiosidad era la principal razón y lo estaba confundiendo. Sehun fue todavía más abajo y lo tomó en una mano.

Notas del alma (HunHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora