Capítulo Vigésimo

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Cabaña

- Dejame ver a mi hija... - El celular de Juan Pablo sonó y palideció.

- Bueno... Ya tengo la fuente de dinero... Pronto - Dijo mirándola fijamente - Lo sé... Dame tiempo. Mañana en la tarde. - colgó y miró a Deborah. - Antes necesito su dinero.

- Pero que sea rápido. - Le dijo apuntándole la cabeza a Victoria.

- Creí que me amabas. - Le espetó con dolor.

- El amor está sobrevalorado. - le dijo él. Victoria sacudió la cabeza sintiéndose decepcionada de él.

- ¿Y tu piensas que Federico te va a amar? Eres una loca. - Deborah la tomó del cabellomy la hizo arrodillarse. El dolor era casi insoportable, incluso sangraba por el golpe que antes Deborah le había propinado.

- Federico se va a arrepentir de haberme reemplazado - Juan Pablo entorno los ojos.

- Ya basta de estupideces. Victoria...- le tendió el teléfono y le ordenó. - Necesito que pidas que transfieran dinero a mi cuenta.

- No lo haré. - Deborah la apuntó en la cabeza. Pero Juan Pablo fue mas astuto. Entró en la habitación y sacó con fuerza a Fernanda, cuando su hija la vio arrodillada y sangrando, siendo apuntada con un arma palideció.

- Mamá... - Victoria la miró con amor y después dirigió una mirada dura a Juan Pablo.

- ¿Cuánto necesitas?

Mientras tanto, en los alrededores de la Cabaña...

- Dos camionetas... Debemos estar preparados. Pueden haber más hombres armados. Juan Pablo Iturbide no estará actuando solo. - El comisario habló con varios hombres y les indicó hacia dónde dirigirse.

- Yo iré por detrás, no disparen a menos que sea necesario. Quiero con vida a todos.

- Si señor. - El comisario Lopez se acercó por detrás con uno de sus subalternos. Con cuidado abrieron la puerta, después de comprobar que no había nadie en esa habitación de la cabaña. Se hicieron señas y comenzaron a adentrarse con sigilo.

- Camila...

- Victoria, ¿Cómo está todo? - Victoria cerró los ojos y rezó porque pudiese hablar sin problemas.

- Todo bien... Camila... Necesito un favor.

- ¿Estas segura que todo está bien? - Deborah le empujó con el arma.

- Si. Necesito que hagas una transferencia de dinero a esta cuenta. Anota por favor. - le dictó los números, seguidos de una suma de dinero exorbitante.

- Victoria... Es una cantidad... Es demasiado. - Le dijo Camila extrañada.

- Lo sé.

- No sé si pueda conseguirlo.

- Vende un porcentaje de mis acciones. - Agregó rápidamente.

- No creo poder tenerlo para hoy. Pero, Vicky... ¿para qué necesitas tanto dinero?

- No me preguntes. Por favor, haz lo que te digo y llámame apenas tengas lista la venta.

- Está bien pero... - La comunicación fue cortada bruscamente.

- Muy bien Victoria. ¿cuánto tiempo crees que se necesite para tener ese dinero?

- No lo sé. No es fácil vender acciones. - Victoria se despidió de sus sueños, lo cierto era que muchos estaban tras su imperio.

- Pues yo no tengo todo el tiempo Juan Pablo - dijo exasperada Deborah.

- La necesito viva para cobrar el dinero.

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