Capítulo 27: Buenos amigos

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—Mmm Harry —gimió Louis apretando entre sus manos las sábanas y cerrando sus ojos extasiado.

Harry besó sus labios en respuesta, mientras aumentaba el ritmo del movimiento de sus caderas.

La casa estaba vacía y sumida en el silencio, el cuál solo era roto por los suspiros de placer que provenían de la habitación principal. No había niños correteando alrededor, ni dibujos animados reproduciéndose en la tele, ni balones botando en la pared por los que Louis se enfadaría. Era como si el reloj se hubiera detenido en la ajetreada casa, por primera vez en mucho tiempo, y ambos chicos sabían que era su oportunidad de aprovecharlo.

—Te amo —susurró Harry como si fuera la primera vez, como si su amor aún fuera un secreto.

—Te amo —repitió Louis con devoción, saboreando la intimidad de aquel momento.

Permanecieron allí tumbados durante cientos de segundos, durante miles de instantes eternos, disfrutando de la presencia mutua. Quizá un momento como aquel era algo normal para otros chicos de su edad, chicos que estarían terminando sus carreras en la universidad, asistiendo a fiestas cada fin de semana, siendo jóvenes y aprovechando el momento. La vida había hecho que ellos tuvieran que crecer demasiado deprisa, perdiéndose unos momentos pero ganando otros. Momentos como aquel, en los que tener un rato a solas se volvía más especial; momentos como los domingos de sofá y película con los niños, las tardes de sol en el parque y las cenas llenas de risas. Esos momentos hacían que todo mereciera la pena.

—Deberíamos irnos a la ducha, Hazz, no quiero llegar tarde a la cena —comentó Louis aún tumbado junto a su marido, con la cabeza apoyada en su hombro.

—Cinco minutos más, papi —se quejó Harry acurrucándose más cerca de él.

—A veces me pregunto si vivo con dos niños o con tres —se carcajeó Louis ante su respuesta—. Venga, arriba. ¿No estas emocionado por ver a Ni de nuevo?

                      ****************

Niall se mordía las uñas intranquilo mientras viajaban dentro del taxi. Su mirada se dirigía continuamente hacia la ventana, comprobando que aún les quedaba tiempo para llegar, y bajaba de nuevo a su regazo para contemplar los rotos de sus vaqueros. Mientras, Josh se mantenía tranquilo, jugando a videojuegos en su móvil para entretenerse. 

—Falta poco para llegar —anunció el taxista después de un tiempo, llamando la atención de ambos chicos.

El rubio tragó saliva. Habían pasado cuatro años desde que se fue a Irlanda, cuatro años en los que apenas había sabido sobre los chicos más que por sus fotos en las redes sociales, y ahora volvía de un día para otro como si todo siguiera igual. Era una situación estraña. Realmente no sabía como iban a actuar ellos al verle, ni de que manera debía comportarse él. Lo último que quería era haber viajado hasta el país para vivir una situación incómoda.

—Hey, ¿todo bien? —interrogó Josh al observar su expresión.

—Sí, no te preocupes. Solo estoy un poco nervioso.

El castaño le sonrió mostrándole su apoyo. Él no tenía ni idea de cual había sido la razón que había llevado a Niall distanciarse tanto de sus amigos, pero tenía la ilusión de que aquella fuera la ocasión para recuperar su amistad. Sabía que el rubio les echaba de menos.

—Todo irá bien, ya verás —le animó tomándole la mano—. Luego te alegrarás  de que te convenciera para venir.

Niall bajó su mirada hacia sus manos unidas. Ellos hacían eso a veces, tomarse las manos cuando querían mostrarle al otro que estaban allí, que no estaban solos.  El rubio sabía que aquel gesto podía ser malinterpretado por otros, pero también sabía que Josh no tenía intenciones más que puramente amistosas. Cuando se encontraron frente a la casa del moreno, Josh dió un último suave apretón en su mano antes de soltarla. Niall no pudo evitar  que una pequeña sonrisa surcara sus labios. Moría ante aquellos gestos.

El Secreto de Harry Styles (M-Preg) Larry StylinsonWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu