Prólogo.

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   Saqué las llaves de mi mochila, abrí la puerta y la invité a pasar. Le ofrecí algo de tomar a lo que se decidió por un café. Fui a la cocina a prepararlo mientras ella miraba el comedor. Le llevé la taza y me senté a su lado. Le acaricié ese hermoso largo pelo largo y lacio. Me incorporé y me levanté. Le dije que iría a hacer una cosa rápida y subí a la segunda planta. Agarré el montoncito de hojas que estaba sobre mi escritorio. Le pegué una hojeada y las acomodé. Me senté, agarré mi lapicera y la sacudí. Empecé a escribir fluidamente hasta que puse el punto final. Bajé con las hojas en las manos y me volví a sentar frente a ella. Las apoyé en la mesa frente a ella y me miró algo confundida, pero entendió que quería que las leyera y así hizo.

Como llegamos a esto.Where stories live. Discover now