죄수; Joesu

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Prisioneros.



—Necesito a YongGuk en el edificio C, como francotirador —ordenó seriamente YoonGi.

Desde el sofá tenía una vista clara de todos los "amigos" de Suga.

Se encontraban reunidos alrededor de la mesa del comedor con planos y croquis de la Prisión Estatal de Seúl.

Como YoonGi dijo que me quería al margen no tuve otra opción que quedarme en silencio durante los tres días que ya habían pasado.

Min estaba tan sumergido en lo que llevaría a acabo en unos días más, que no me prestaba ni la más minima atención.
De un momento a otro comencé a cuestionarme en si volveríamos con vida, si lograríamos sacar a ese par de amigos suyos de la Prisión.

Todo me resultaba un suicidio colectivo, había investigado lo suficiente y... No era nada alentador la gran seguridad que mantenía aquella prisión.

Existían miles de pabellónes del a al z y cada uno contaba con cámaras, alertas a intrusos, entre otras seguridades mortales.

—¿Dónde está JaeHyo? —bramó con irritabilidad YoonGi.

El nombrado salio del baño limpiando sus manos en el jean negro que vestía y miró a un irritable Suga, trastabilló un poco por el nerviosismo de la mirada felina que le obsequiaba YoonGi.

—Esto es serio, si te dan ganas de mear te aguantas y ya.

Apreté los labios intentado no ir en contra de lo que YoonGi soltaba contra aquel chico, eran necesidades humanas, nada del otro mundo.
Pero comprendía que lo único que hyung quería, era que todo saliese bien y que todos tuvieran la información memorizada.

Tome mi celular, —que hace varios días estaba apagado—. Lo encendí y espere a que este reiniciara como se debía, si YoonGi no me dejaba participar ni para remarcar con rojo las partes prohibidas de un croquis, me las ingeniaría matando a uno que otro zombie en mi celular.
Pero al parecer fue un error, bastante grande.

No había transcurrido ni un minuto cuando una llamada entrante hizo sonar el móvil con una estúpida melodía que me riculizo y que, enfadó a YoonGi por interrumpir la planeación.

No observe quién era, sólo lo colgué rápidamente, pero siguieron entrando miles de mensajes que creaban un sonido parecido a un tintineo y supe que si no salía de ahí lo más rápido posible, YoonGi terminaría por arrebatarme el móvil y molerlo a pisotones.

—¿Dónde vas Jung? —cuestinó en cuanto me vio dirigirme a la salida de la cabaña.

Joder, nunca me llamaba por mi apellido. Las miradas ajenas viajaban de él a mi y luego a los planos en la mesa.

—Yo... es que, el... —traté de silenciar el sonidito que seguía produciendo el móvil con la palma de mi mano.

—Dame eso.

Me maldije mentalmente.

—No, mira que ya lo...

—¡Que me lo des! —gritó exaltadome.

—Vale, sólo deja que Hoseok le quite el chip.

사랑을 위해 살인 Temporada 1 || YoonSeok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora