Caminando por estos senderos me hace recordar cuando me traías a jugar.
Era tan feliz y vivaz, como un rayo en plena tormenta y tú siendo el arcoiris después de la lluvia.
Tenías tu propia luz, esa que se parece a las constelaciones cuando deciden unirse y formar la más bella figura en el cielo.
Tus manos arrugadas y suaves, con tu pañuelo para secarlas a cada instante.
Siempre con una sonrisa a pesar de cuán grande fuera la ventisca, de esas que se llevan todo a su paso, pero nunca perdiste tu esencia, tus principios ni tú amor.
Eras tan maravilloso que me siento orgullosa de llamarte abuelo.
Recuerdo tus ojos como unas grandes perlas grises y tú asombrosa risa, tan inconfundible y melodiosa.
Que gran legado haz dejado, imagínate la magnitud de la situación si tú no me hubieras enseñado todos esos valores que te caracterizan, es como decir que me forjaste.
Te amo y siempre voy a extrañarte.
Con cariño... tu nieta.
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Emociones escondidas...
Short StoryA veces necesitamos un lugar donde podamos ser nosotros mismos, sentir sin que nos señalen o nos juzguen. Este es mi espacio, mi diario del corazón, las esperanzas y los recuerdos. Solo pequeños fragmentos de sentimientos encontrados, situaciones i...