Las noches anheladas

73 0 0
                                    

Entonces observo el techo de mi habitación, vislumbrando la luz despampanante que ilumina hasta el lugar más recóndito. Mis pensamientos se vuelven cada vez más pesados, más perversos, excitantes... no entiendo por qué siempre en las altas horas de la noche me ocurre esto, aunque prácticamente es como si fuera todo el día cuando se trata de ti, pero es como si se intensificara cuando la luna se asoma por mi ventana, diciéndome que es la hora exacta para hacer volar mis deseos por las nubes. Sin embargo, no volarían si tú no estuvieras en ellos, anhelándote a mi lado, con solo una respiración en mi cuello y tus manos acariciando mis caderas. Es cuando todo se vuelve borroso y simplemente me dejo llevar por la imaginación, entonces mis manos se mueven solas, como si fueses tú una fuerza inexplicable que las moviera al lugar indicado y fueses un maestro enseñando a su alumno como acariciar. Es ahí cuando recuerdo la primera vez que estuviste entre mis piernas arrancándome suspiros, moviéndote y lamiendo todo a su paso. Todo se intensifica cuando mis ojos se cierran y pongo una mano en mi pecho tratando de apretar y sentir que eres tú diciéndome que estoy tan mojada y que se siente tan rico...
Estás son las horas de la noche que más te anhelo...

Emociones escondidas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora