Capítulo 1: El prisionero perfecto

509 39 38
                                    

Tan sólo un día todos necesitaban, un día en el que acorralaron al héroe y lo tomaron de loco, ese día en el que revelaría la gran mentira, y el propósito de varios años se realizaría.
Tan sólo necesitaba un día, para proteger... Su planeta.

Dib:
1, 2, mi estancia es aquí, 3, 4, me voy a escapar, 5,6, mataré a Zim.
Tarde un poco en componer está canción, pero no tanto como el tiempo que llevo atrapado aquí, por más que quiero y me esfuerzo, no encuentro ninguna falla en este sistema, mi prisión está muy bien planeada, a los irken no se les escapa nada.

Todos los días hago una revisión de la prisión, en vano, como dije nada encuentro, hoy haré una revisión más, me levanto del suelo y me dirijo a la entrada... cuando escucho unos pasos, seguidos de una risa que nunca olvidaría...

-Hola, humano, ¿Qué tal tu celda? ¿La ventilación es suficiente?

La voz de mi perdición.

Dib: Que te importa, además tu deberías de saberlo, pero, ¿por qué estas aquí?

-Vengo a liberarte.- Tocó los barrotes de la entrada, de estos salieron varias teclas con símbolos que Dib desconocía. El irken tecleó muchas veces, hasta que se escucha una puerta abrirse y todo lo anterior desaparece.

Dib: ¿Estas bromeando? ¡por favor! ¡en todo un año no habías estado por aquí, y de repente me dices esto!

Zim: Escucha bien cosa-Dib, -Agarró a Dib de su camisa negra, lo jaló bruscamente hacia él, para después acercar sus labios a su oído, como si fuera a susurrar las palabras-, si te mantuve aquí prisionero es por un motivo, ¡eres esencial para los planes de Zim!

Dib: ¡No me usarás para tus estúpidos planes de conquista!- Después de decir esto, empujó a Zim para alejarlo, sin embargo Zim lo sujetó del brazo, apretando con fuerza y provocando jadeos del contrario, para continuar con acercarse a Dib con una sonrisa tétrica.-

Zim: ¡Si sufres por lo ocurrido no te preocupes! cuando seas mi mano derecha, ya no sentirás nada!- Exclamó con un tono burlón, seguido de su típica risa.

-Dib: ¡No estés tan seguro, Zim! ¡Yo NUNCA ME UNIRÉ A TU BANDO!

Zim: ¡muajajaja! ¡Pero ya estas EN ÉL! ¡DEBERIAS DE AGRADECERME!

Dib: ¿¡QUÉ!? ¡NO TENGO NADA QUE AGRADECERTE!- Con su otro brazo, lanzó a Zim con mayor fuerza que antes, provocando que retrocediera, listo para caer al suelo, sin embargo apretó aún más el brazo de Dib, que nunca soltó, empujándolo hacia él y contra el suelo, cayendo el codo del contario en el abdomen del irken, pero en vez de gemir de dolor, comenzó a reír.-

Dib: ¿¡DE QUÉ TE RIES, ESTÚPIDO!?

Zim: ¡Muaja! ¡ESTÁ ES LA ACTITUD! ¡LAS GANAS DE MATARME, DE ACABAR CON TU ENEMIGO! ¿NO ES LO QUE QUIERES?- Ante este comentario, Dib extrañamente dejó de sentir tanta ira, pero no se levantó ni dejó levantar a su némesis.- ¿NO QUIERES ACABAR CONMIGO? ¡RECUERDA QUE LO QUE MÁS PROTEGISTE TODOS ESTOS AÑOS, YA NO EXISTE! ¡FRACASASTE COMO PROTECTOR DE TU PROPIO PLANETA!... Sin embargo- La expresión de Zim cambió de una amenazadora a una más "tentadora" y feliz.

Zim: Ya no tienes nada...- dijo esto casi susurrando.- ¿Dime, qué harás exactamente, aquí o en cualquier lado? Nada conoces, nada has visto, no sabes NADA de la vida aquí.
Era la primera vez que Dib no sabía que decir, no había sido consciente de los riesgos ni de lo que haría después, en lo único​ que se había concentrado era en escapar, más nunca se preguntó "¿y qué haré?"...

Zim: Jaja,¿ lo ves? Eres indefenso ante Zim, por eso serás parte de mi especie y eres parte de mi plan, te convertirás en... Invasor Dib.

Dib: ¿Qué? No te hagas ilusiones, no seré nada de eso, sólo quiero sobrevivir.

Zim: Como quieras, después verás...

¡Hello todos lo que se encuentran leyendo esto!
Esta es mi primera historia que escribo y que publico, así que si tienen una sugerencia, crítica o no se lo que sea, no duden en comentar. ¡Hasta la próxima!

Macabra Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora