Capitulo 1

39.6K 1.1K 96
                                    

El día esta soleado, del sofá hay una vista hermosa. Había llovido muchos días atrás, hacia falta que saliera el sol. Ahí estaba, escuchando música, mirando cada rincón de la casa. Aunque no lo crean, extrañaba mucho limpiar la casa, jamás creí que algún día desearía hacerlo, es que era agotador. Había pensado en que como a papá le habían aumentado el sueldo, podría contratar a alguien para que hiciera el aseo de la casa, ya que… *Suena el teléfono sacándome de mis pensamientos* Mi padre contestó, la música estaba algo baja… 

Tu: Papá, ¿podrías subirle a la radio?
Papá: Si cariño. –Dijo murmurando. 
Tú: Gracias.

- Minutos más tarde –

Papá: Hija, tendré que salir un par de horas. Me llamaron del hospital, quieren hablar conmigo.
Tú: ¿Pasa algo malo?
Papá: Tranquila cariño, no pasará nada malo. Sólo necesito que cuides a Chris, no dejes que coma tantos dulces.
Tu: El es grande, ya debe tener claro que comer muchos dulces no es bueno.
Papá: Pero igual, vuelvo en unas horas, los amo.
*igual te amamos* dijimos Chris y yo al unísono.

Papá tomó su chaqueta e íba algo apresurado. Es normal preocuparme, espero que no sea algo malo, no estoy para malas noticias. La verdad es que ni yo me creo como puedo estar bien, me ha costado un montón llegar hasta donde estoy. 

- Horas después –

Estaba dormida. El día había sido agotador, hacía algunos ejercicios con los pies, cosa que era complicado. 

Papá: Hija… Hija, despierta.
Tu: ¿Ah, si, qué? –Dije con una voz adormecida. 
Papá: Tengo que contarte algo.
Tu: ¿Qué pasa? –Dije prendiendo la luz y sentándome.
Papá: Sé que esta casa, esta ciudad, esta calle, te trae malos recuerdos. Es por eso que hablé con la doctora, ella dice que tu tratamiento puede hacerse, pero en Estados Unidos. Allá están más especializados en estas cosas y tienen un centro de rehabilitación. La doctora te va a inscribir en ese centro y yo compraré una casa, nos iremos allá. –En ese momento fue inevitable sentir rabia, sentía que era mejor hacerme la idea de que nunca caminaré, no quiero más sufrimiento. 
Tu: Papá, tú sabes que es casi imposible que vuelva a ser la de antes. Aunque me valla al lugar que sea nada cambiara, sólo me ilusionaré persiguiendo un sueño que no se cumplirá… ¡Nada me devolverá mi vida! –Dije con un nudo atado en mi garganta.
Papá: Hija, no te digo que volverás a ser la chica de antes, sólo que tengas una vida mejor que esta. –Vi la hora. Noté que mi papá había llegado tarde, que había estado fuera de casa por más de cuatro horas, intentando darme felicidad. El se esfuerza y cree, yo en cambio pienso que no vale ilusionarse. Pero hay veces en las que siento que soy la culpable de todo, de que ahora tengamos una vida totalmente distinta. La mayoría de las cosas que hago y digo son por mi papá y por Christian. 
Tu: Eres el mejor de todos. Gracias, gracias por no haber huido de mi, gracias por darme felicidad, gracias por ser el mejor padre de todos.
Papá: Tú no tienes nada que agradecer mi pequeña, soy tu padre.
Tu: Te amo.
Papá: Yo más, mucho más. Ahora descansa, mañana en la tarde partimos. Dicen que anda unos chicos en la ciudad y se formará un gran caos mañana, compré pasajes para la noche.
Tu: ¿Ah si? ¿Que chicos?
Papá. Ni idea, no se de esas cosas. –Reí.
Tu: Lo supuse.
Papá: Bien, buenas noches cariño.
Tu: Para ti igual. Duerme bien, te amo. –Dije apagando la luz y acomodándome para seguir durmiendo. 

Al otro día estaba tan emocionada. Olvidaría todo lo malo, comenzaría una nueva vida, todo sería diferente, espero que todo esto sea para mejor. Me subí a la silla de ruedas, tenía mis bolsos arreglados. Salíamos a los siete de la tarde de casa al aeropuerto.

Chris: ___, dame tus bolsos, los subiré al auto. 
Tú: No te preocupes, yo puedo, tengo mis manos en perfectas condiciones. –Dije sonriendo y acercándome al taxi. Dejé mis bolsos en el maletero, y apresure a mi papá que aun seguía sacando cosas de la casa. Me iba a subir al auto cuando llega la Sra. Jenner, la mamá de Isa, venia con un regalo en sus manos, se acerco a mí…
Sra. Jenner: ___, supe que te vas del país, al parecer es cierto. Quise darte un recuerdo, ten… -Me pasó el regalo, lo abrí algo curiosa. No se me había pasado por la mente cuándo vi que era, sentí algo tan extraño, ese algo que no tenia desde hace un tiempo, algo que necesitaba sentir. Era la foto de Isa conmigo, nos la habíamos sacado cuando cumplió quince. Se veía tan hermosa, con una sonrisa, con sus ojos brillantes, era inexplicable, no me salían las palabras. 
Sra. Jenner: A ella le hubiera encantado acompañarte en este viaje. Sé que te estará cuidando, vigilándote, orientándote. –Dijo sonriendo con los ojos con lágrimas. 
Tu: Eh… Pues, gracias, en serio muchas gracias. Es un gran regalo, y sé que sí, ella amaba viajar. La tendré presente siempre, nunca la olvidaré.
Sra. Jenner: De nada cariño, cuida… -Llega papá interrumpiendo. 
Papá: es hora de irnos ___. –Gritó. 
Tu: Esta bien papá. –Le dije a él, dirigí mimirada a la made de Isa nuevamente-, Bueno, creo que es el adiós.
Sra. Jenner: Lo es, bien, cuídate mucho. Buen viaje. –Dijo alejándose. 
Chris: ¿Estás bien? –Me preguntó. 
Tu: Sí, lo estoy. –Lo abrasé y le di un beso en la frente. Papá subió al taxi, en el asiento de copiloto. Cerró la puerta algo fuerte, haciendo que se lastimara el dedo meñique. No pude evitar reírme, fue algo gracioso. Christian lo molestó unos cuantos minutos, al rato iba callado viendo el paisaje.

Camino al aeropuerto… 

Tu: Papá, hay demasiadas chicas ahí, creo que es por los chicos que está en la ciudad. 
Chofer: Sí, es por eso. En la mañana no se podía ni pasar, Los chicos del Magcon son muy conocidos. Mi hija está ahí. Se levantó más temprano que yo para poder verlos de cerca.
Tu: He oído de ellos. Amo como hacen sonreir a las chicas. eh oido que uno canta canciones muy buenas
Christian: ¿Buenas?, buenas están las chicas…
Tu: ¡Chris! –Dije dándole un golpe en su hombro-, Eres pequeño aun para andar mirando.
Papá: Hija, deja a tu hermano, ya tiene edad.
Tu: Papa, tengo diéciseis años y aun me miras feo cuando veo a un chico. Christian cumplió recién doce.
Papá: Contigo es diferente, tú eres mi bebé. –Dijo con una voz tierna, pero no logró nada con eso. 

Había un lio tremendo para avanzar, de hace años que no veía tanta gente junta. Oía tantos gritos, habían chicas llorando, el caos mas grande que puedan imaginar. El taxi avanzaba de a poco, había chicas que se cruzaban sin mirar frente a nosotros. Cuando por fin avanzó hasta un lugar menos lleno, donde había un semáforo en rojo de hace mas o menos siete minutos, detuvo el auto y esperamos a que estuviera en verde. Hacia un calor inmenso, no quería bajar el vidrio, se escucharían más los gritos. Pero con el calor ya no daba más. Bajé el vidrio hasta un poco más de la mitad, saqué mi cabeza para que llegara más aire a mi cara. Miraba a lo alto, donde había unas cuantas chicas… Pero más a la esquina, había un chico, de más o menos 15 o 16 años. Estaba vestido con una camisa arremangada, roja exactamente, un jeans ajustado, y unas zapatillas blancas. Traía puesto un gorro, si no me equivoco. Estaba apoyado en una puerta, lo miraba y me parecía extraño. Por casualidad el desvió la mirada del celular y la sostuvo mirando a las miles de chicas. Yo me di vuelta para mirar a mi hermano que estaba hablando, veía que algunos autos comenzaban a avanzar. Volví mi mirada hacia ese chico, me estaba mirando fijamente. Yo lo veía algo nerviosa, su mirada me intimidaba pero me gustaba. Empecé a sonrojarme, el soltó una risa y yo me reí, digamos que me sentía conectada con el. El semáforo cambio a verde, los autos de más adelante empezaron a avanzar. Yo miré nuevamente a aquel chico, el ya no me miraba, estaba hablando con otro chico. Esperé unos segundos y ahí estaba él mirando de nuevo, sabía que el taxi avanzaría y eso sería todo. Le hice una seña, tratando de despedirme. Él me dijo algo con los labios, realmente no entendí, solo sonreí, y el se rió. Miró hacia abajo, tratando de señalarme un cartel que tenía un corazón. Debo admitir que me sonrojé mucho más aún. Íba a hacer un corazón con mis manos pero el taxi de pronto comenzó a avanzar rápidamente. Nos quedamos mirando mientras el taxi seguía su camino… Cuando ya no lo veía miré mis manos, y suspiré muy profundo. Mi papá me miró extrañado, ya no lo volvería a ver. 


Narra Matthew: 
Los chicos y yo llegamos en la mañana, fue tan lindo ver a todas las chicas de ___ en el aeropuerto, con carteles de amor y apoyo, gritando, saltando por nosotros. En serio, las fans son lo mejor. Cuando llegamos a la firma, las personas nos recibieron muy bien. Ya hacían dos horas firmando y sacándome fotos con las fans y comenzó el caos total. Algunas chicas comenzaron a desmayarse, es fuerte ver a las fans llorando, o desmayándose. Los chicos siguieron firmando, yo tenía que tomar aire, el viaje me había dejado algo mareado. Subí al balcón, Me daba un poco de miedo afirmarme en las barandas, así que me apoyé en una puerta,cuando escuché unos cuantos gritos. Miré a mis chicas desde arriba, luego vi los autos, pero algo que me dejó medio paralizado fue una chica. Íba en un taxi, su cabello era tan hermoso. De pronto me miró, quedé algo “hipnotizado”. Sus ojos brillaban con el sol, no podía dejar de mirarla. Noté que se empezó a colocar roja, fue inevitable reírme. Su mirada era hermosa, ella sonrió. Notaba que su mirada por dentro era algo triste, pero realmente su mirada me intimidaba, me ponía nervioso, me hacía desconectarme del mundo… Cuando oí la voz de Carter diciendo “Soy un extraterrestre y como humanos”, lo miré con cara de “Carter no seas tonto”. El se dio cuenta y se rió. Me preguntó por su gorro, le dije donde estaba y luego volví a mirar a esa chica del taxi. Se estaba despidiendo con su mano. Yo quería decirle algo y le susurré lo que me estaba pasando, pero definitivamente no entendió, eso me causó risa. Miré el cartel gigante de una fan, que tenia un corazón muy grande, lo apunté y la miré. Esta vez logró entenderme, sacó sus manos, creo que intentó hacerme un corazón. Pero su taxi comenzó a avanzar, volvió a entrar sus manos, y nos seguimos mirando mientras podíamos. Cuando ya no se veía sentí un vacio en mí, como si lo que mas quería es que ella se quedara ahí la vida entera. 
En eso llegaron Nash y Cameron, me asustaron.

Matt: Chicos. –Dije asustado.
Jack G: Tienes que ir, las chicas suplican tu llegada, campeón.
Cameron: ¿Que hacías acá?
Matt: Venía a tomar aire, pero no pude.
Jack J: ¿Por?
Matt: No se imaginan, tuve una conexión con una chica. 

Aaron: ¿Una fan?

Matt: No sé si era una fan, íba en un auto, era… Hermosa.

Nash: Pero, ¿se fue?, ¿por qué no le pediste su número?
Matt: Olvídenlo, no entenderán. –Dije saliendo de todo tipo de pensamientos y caminando apresurado con la mano en los bolsillos.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hola!! si les gusto comenten y voten, Porfavor :), Habra capitulo nuevo todos los dias!!!

Half A Heart (Matthew Espinosa y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora