1/3: Wild Ones

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Hey I heard you were a wild one

Deslizaba sus caderas de lado a lado mientras saltaba con el poco de bebida que quedaba en su vaso plástico, el cual en su mayoría expulsaba los miles de hielos en su interior al ritmo de la música.

Estaba ebrio, mojando a la gente a su alrededor y perdiendo la dignidad junto a su pantalón el cual ya estaba casi bajo de su trasero, exhibiendo su adorado boxer color rosa calido, casi rojizo.

Harry era un desastre en su mayor estado de sobriedad, tan solo imaginar como era en un estado de ebriedad era alarmante y aún más para Niall, quién desde que el rizado había terminado su relación con James había sido su mano derecha en sus noches de parranda y fiesta loca.

Con cinco vueltas de shots con desconocidos, dos vasos de vodka y uno de una bebida exótica llamada fernet,él estaba en medio de desconocidos, moviendo esas caderas que Niall muchas veces había tenido que frenar de manoseos, casi secuestros y abusos del estado del menor.

—Ven, Ni.—invitó al rubio quien negó mientras se apoyaba en su codo y bebía su cerveza.

El rizado tomó su tiempo para mover las caderas, hasta que comenzó la parte del rap y unas manos rodearon su cintura, donde la piel estaba expuesta y su remera se subía a causa de su puño levantando y golpeando al aire al ritmo.

—A mi me gustan salvajes.—fue una voz tan fina como rasposa, tan suave pero exigente al mismo tiempo, y sea quien sea su dueño, esas manos suaves le provocaron escalofríos hasta la parte posterior de sus rodillas. Rió con la poca consciencia que le quedaba.

—Esa fue una frase tan mala, que me dio pena y te daré una segunda oportunidad.—giró para mirar al chico que lo aprisionaba y se encontró con el cabello del muchacho, el cual era media cabeza más bajo, pero unos ojos que sintió que se asemejan al mar de Cancún en sus vacaciones pasadas. Ojos chinos, nariz arrugada y una sonrisa de arrepentimiento ante tan mal táctica de seducción.

—Lo siento, es que mi amigo me vio mirandote y me obligó a venir hacia aquí.—murmuró rascando su nuca, algo tímido pero nervioso.

—No es que me queje, si estás aquí aprovechemos.—La parte lenta volvió y las caderas de Harry presionaron contra las de el ojiazul, meneándose mientras se ponía de espaldas y descendía apenas su altura, doblando su espalda hacia abajo.

El de ojos de mar no quedó tan sorprendido porque ya lo había visto, pero tardó dos segundos en reaccionar y acoplarse a los movimientos del menor, tomándolo de la cintura y moviendo sus caderas de adelante hacia atrás, tal como lo recordaba de las discotecas de México y Argentina.

La canción terminó, el rizado había perdido su vaso y el castaño tenía una erección que se notaba hasta desde el segundo piso V.I.P, pero no la enseñó y una vez que el ojiverde paró sus movimientos, lo tomó de la cintura y lo giró.

—Mi nombre es Louis, Louis Tomlinson, y creo que eres precioso.—De su boca no salieron más que palabras honestas. Esos labios color cereza y sus ojos verde oscuro pero brilloso lo habían hipnotizado.

—Mi nombre es Harry, Harry Styles, y creo lo mismo sobre ti.—cerró sus palabras con un beso, algo salvaje y húmedo que Louis correspondió con la misma intensidad mientras tomaba al de largos rizos por la nuca, estirando los rulitos bebés que se asomaban en su nuca.

El beso tomó rumbos más apasionados y la pared de la disco fue un buen sostén para Harry, quien saltó en los brazos tensos y dorados del que creía era mayor que el, rodeando sus piernas en las caderas contorneadas y pegando ambas erecciones para hacer movimientos sucios entre éstas. Su cuerpo estaba despidiendo el alcohol con el calor que comenzaba a sentir, pero en ningún momento cambió de opinión con respecto al hermoso chico que lo estaba devorando, sino que tomó conciencia del lugar que estaban y se separó con una sonrisa, dejando un beso casto al alejarse.

—Sé que estás más duro que la casita del tercer cerdito, pero necesitamos salir para continuar esto.—Tomó la mano de Louis, quien asintió y siguió a Harry entre cuerpos sudorosos, excitados y llenos de droga y alcohol que bailaban entre las luces. Vio que su acompañante levantaba la mano y un chico asintió, continuando en su asiento mientras mensajeaba con quién sabe quién.

Louis tendría una buena diversión, no podía estar más agradecido mentalmente hacia Zayn por haberlo animado a hablar con el bello chico.


{meeting you} ; larry stylinsonWhere stories live. Discover now