Capítulo 33

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Unos finos y largos dedos acariciaban las cuerdas de una guitarra. Su melodía resonaba por todo el lugar. El sonido era dulce, un poco diferente a la versión original de la canción que se estaba interpretando. La parte inicial terminó, dando comienzo a la que tenía letra, pero nadie cantó. Seokjin frunció sus cejas. Paró de tocar la guitarra y volvió a empezar. Sin embargo, volvió a suceder lo mismo. Esta vez, lo que lo detuvo fue el sonido de un sollozo. Al mirar hacia el frente, vio a Jungkook, quien secaba sus lágrimas. Dejó el instrumento a un lado y se sentó junto a él, abrazándolo de costado.



—Jungkook-ah... ¿Qué pasa? —dio suaves y reconfortantes caricias en su brazo— Llevas un tiempo así.



Jungkook negó con la cabeza.



—No te atrevas a decirme que no pasa nada. Sé que no es así.

—Seokjin, no lo fuerces —dijo Namjoon, apareciendo en la sala—. Si él no quiere decirte, está en todo su derecho.

—Lo sé, pero siempre ayuda decir lo que sientes.

—Tae se fue.

—Sí, ya lo sabem--

—No pude decirle. Te mentí, hyung. Aquella canción que grabamos juntos... esa cosa está en un cajón, en mi cuarto.

—No se lo diste...

—Ya han pasado casi dos semanas desde que se fue. Lo extraño mucho.

—¿Se mandan mensajes? ¿Hablan?

—No como antes, Namjoon. Lo noto diferente.

—Puede que esté triste. Capaz también te extraña.

—Por favor, eso sería ridículo.



Los dos mayores se miraron, preocupados.



—Pasa mucho tiempo con sus viejos amigos. Nunca tiene tiempo para que hablemos —suspiró—. Supongo que esto no estaba destinado a funcionar.

—No puedes deducir lo que podría haber pasado, sólo porque armas falsos escenarios en tu mente.

—¡Es verdad! ¿Qué sabes tú acerca de su respuesta?

—Sé que--

—No, no lo sabes. Así que cambia ya esa cara larga, y sigamos practicando.



Namjoon se retiró de la sala. Sabía que al menor había que tratarlo con cuidado. Sin embargo, se sorprendió al haber escuchado su voz, entonando la canción. Seokjin no era tan malo después de todo.

**************

Jimin salió de la ducha, se vistió y salió de su habitación. Bajó las escaleras mientras secaba su cabello con una toalla, y se detuvo a mitad del camino, al haber divisado un familiar rostro, sentado en el sillón de la sala.



—¿Yoongi? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?



El joven bajó hasta quedar al lado de su pareja, y dejó la toalla momentáneamente sobre el sillón. El mayor besó cortamente sus labios y sonrió.



—Me abrió Ji Hyun hace un rato, antes de que se fuera a dormir ¿No podía visitarte?

—Bueno, sí, siempre que quieras, pero son casi las doce de la n--

—Tengo buenas noticias. Pregúntame cuáles son, anda.



Jimin rodó sus ojos, divertido.



Two melodies [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora