Episodio XI

12 0 0
                                    

Son las 9:00pm, Adam desapareció a eso de las 10am, y no ha vuelto.

Durante el día ordené nuestras pertenencias, la ropa, los objetos, los productos del baño, y no pude evitar reírme de la extraña situación: Parecer unos recién casados con quien te secuestró. “Síndrome de estocolmo” dice mi mente.

Comí, dormí, comí de nuevo y Adam no vuelve. No vuelve. Quizás sus intenciones no eran precisamente huir conmigo, sino tirarme en otro país. Como basura.

Mi pecho se aprieta y no puedo parar de pensar en ello. Pero, ¿Qué tal si lo mataron? ¿Qué tal si lo encontraron sus enemigos mortales y lo han secuestrado?
-Cosechas lo que siembras.
-Qué mala.
Cuando me volteo, Adam está con muchas heridas en su rostro, brazos, y su camisa está manchada con sangre y barro.
-¡¿Qué sucedió?!-Me acerco de a poco, estoy un poco asustada. -Siéntate, iré a por el botiquín.
Corro hasta el baño y cojo la caja con una cruz roja en el medio. Yo misma la hice. Voy hasta donde Adam y coloco la caja a su lado, encima de la cama.
-Necesito que te quites la camisa.
-Prefiero hacerlo luego del matrimonio.
-¡No es tiempo para bromas!
-No podrás vestir de blanco.
Ruedo los ojos y tiro de su camisa lanzando los botones por la alfombra.
-¡Mmm! ¡Qué salvaje! Por eso me gustas, chéri
-¿A qué viene eso?
-Es muy común decir cariño en español, así que te diré chéri, en francés.
-Ohh ya veo, gracias.-Coloco alcohol sobre su herida más severa y Adam se retuerce de dolor, lanzando su cuerpo hacia atrás.
-¡No te escapes! Hay que curar tus heridas
-Me estás haciendo daño.-Adam hace una cara triste como si fuese un niño pequeño de 4 años. Mi corazón da un vuelco y casi siento que se me sale del pecho.
-Perdón, pero debo curarte-Estiro mi mano para que venga hacia mí y pueda continuar con lo que hacía. Adam se acerca tímido y toma mi mano extendida para nuevamente volver a su lugar.
-Sé buen chico y quedate quieto.-Continúo con delicadeza con cada herida y Adam se queja pocas veces. Siento las mejillas acaloradas, con mi posición actual puedo ver perfectamente su torso trabajado, y también muchas cicatrices.
-¿Balas locas?-Mi voz sale en un susurro, me intriga un poco saber qué sucedió con esas cicatrices.
-Algo así.-Con la cabeza agachada aún, levanto la mirada para verle y tiene los ojos cerrados. Me gusta la idea de imaginar que no le conozco y hacerme preguntas. “¿De qué color tendrá los ojos?”, “Si los abre, ¿me mirará a mí o a alguien más?”, “¿Quieres ser mi Christian Grey?”
-Con gusto, Señorita Steele.-¿Qué?
-¿De qué estás hablando?
-Has estado narrando en voz alta, boba.-Adam se acerca a mí y yo me siento en el suelo, avergonzada.-Lo has hecho con voz de narrador de película. Ha vendado muy bien mis heridas señorita Steele. Ven acá, te debo un orgasmo.-Adam se pone de pie y me jala hacia él.
-¡No seas estúpido!-ríe a carcajadas y me da unas palmaditas en la cabeza. Es un lindo idiota.
-Me voy a dormir, estoy muy cansado y adolorido.
Lo observo quitarse los jeans y colocarse el pantalón de pijama, todo en él se ve tan sabroso.
Aurora, se te cae la baba.
Mmmm, cómo no.
-¿Ya viste?
-¿Disculpa?
-Te pregunto si ya viste lo necesario, para saber si me tapo con las mantas o no. ¿O quieres otro ángulo?-Adam se voltea dejándome ver todo su torso, abdominales bien formados.
-Voltéate.-Ordeno.
-Si, jefa.
Se da media vuelta y puedo ver su perfecta y ancha espalda, su trasero bien formado, su nuca. Esto es tan injusto, tiene una nuca muy linda.
-Perfecto, ya terminé.
-Bien, ahora es mi turno.-Sus labios se estiran haciendo una sonrisa, una sensual sonrisa.
-Ni lo sueñes.
-Qué pena.
Por el rabillo del ojo lo puedo ver acostarse y taparse entero con las mantas.
Me acerco lentamente y poso mi mano en su cabeza.
-Buenas noches, Adam.
-Buenas noches, Aurora.
Me tapo con una sola manta y duermo.

La voz de alguien resuena en mi cabeza. Se escucha como un fondo.
-Necesito más tiempo...-Abro los ojos poco a poco. ¿Esa es la voz de Adam?-Si, lo sé. Sólo, se me hace imposible matarla ahora. Necesito más tiempo, por favor... Si... Está bien. Gracias.-Me quedo quieta, intento calmar mi respiración y hacerme la dormida nuevamente. Si sabe que lo he escuchado me matará ahora mismo.

¿Por qué mintió? Fui tan tonta por creerle.

Adam se acerca a mi cama y se sienta despacio a mi lado. Su mano se posa en mi mejilla y con su pulgar me acaricia.
-Lo siento tanto Aurora...-Su presencia se hace aún más cercana y besa la comisura de mis labios. No quiero que me toque. Estoy a un poco de tirarle todo lo que tenga a mi alcance en un impulso, sólo de rabia, enojo, estoy furiosa y dolida. Y triste. Y decepcionada. Y molesta conmigo misma. Debí ser más inteligente.

Adam se aleja y se acuesta en su cama. Miro el reloj de la mesita de noche, 4:56am.

5:03am

5:20am

5:54am

No puedo dormir.
No puedo cerrar si quiera los ojos para intentarlo.
Todo fue una mentira.
El viaje.
Su amor.
Su amabilidad.
¿Qué debería hacer? Estoy en otro país. Acabaré muerta de todos modos.
6:00am, voy a seguirle el juego. Va a ver quién juega con quién.
Chica equivocada, Adam.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 06, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

"Aurora: ¿Quién me-"Where stories live. Discover now