Episodio IV

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Salgo del jeep y me digo que es mejor huir lejos y no salir herida en una situación asi. Pero Adam no sale, y sólo sigue perdiendo más sangre.
-Maldición....-Me doy vuelta sobre mis pies y abro la puerta intentando cubrirme de las balas.-Saca tu culo de ahí.
-¿No deberías huir? Es tu oportunidad.
-Me encantaría. Pero esta es una forma muy patética de morir para ti. Me encantaría que murieses de una forma más cruel y dolorosa.
-Que encantadora. ¿Así consigues novio?
-¿Isi cinsiguis nivii?-le muestro mi dedo corazón y hace una horrible risa, que termina por dolerle. Lo obligo a salir jalandolo fuera del vehículo.-Si sigues aquí mientras disparan, harán que el Jeep estalle- Lo apoyo en mis hombros y caminamos hacia los árboles, cuando veo una "cueva" nos metemos ahí y esperamos a que cesen los disparos.
-¿Por qué?-me volteo hacia él y está cabizbajo.
-¿Qué cosa?
-Me ayudaste.
-Si, ahora dejaré que te desangres y mueras de a poco.
-No lograrás conquistarme así.
-Ja,ja-Ruedo los ojos y su mano se eleva hasta mi mejilla y la acaricia.-Eres un secuestrador y asesino, no me toques.-Aparto su mano con brusquedad.-No me toques con tus sucias manos.
-Yo no he asesinado a nadie.-su voz no duda y sus ojos parecen sinceros.
-Claro, y yo soy la Virgen María.-le desgarro la polera con los dientes y le quito su chaqueta.
-Es en serio. Nunca he hecho esa clase de trabajo, mis guardias están dispuestos a matar. No yo.-me observa con una intensidad que no puedo soportar, asi que me concentro en detener el sangrado.
-¿Tienes alguna navaja?-Adam rebusca en sus pantalones y saca una.-Bien, amigo, esto va a dolerte, pero aguanta como buen macho.-le doy ánimos.
-¿Qué vas a hacer?-Su mirada delata temor.
-Vamos a sacar la bala, no está profunda.
Con agilidad, y la navaja, la meto en la herida para quitarla y con rápidez lo logro. Adam suelta quejidos y sus dientes, al apretar la mandíbula, provocan un molesto ruido. Empiezo a vendarlo con la tela, y al terminar le doy unas palmadas en el hombro.
-¡Auch!-Me dice exageradamente, como si me recordase que tiene una herida.
-Lo siento-Nos quedamos sentados en silencio. Un silencio incómodo.-...¿Por qué estás en este tipo de trabajo?-Oh vamos, Aurora, ¿No tenías nada más inteligente que decir? Estúpida.
-Por mi padre. Quiero vengarlo y luego retirarme.-Su rostro se nota rígido, como si sólo pensar en ello le provocase sensaciones que no quisiera experimentar.
-¿Murió?
-Fue asesinado por el jefe de los Veroni, con quienes estamos en conflicto. ¿Eres enfermera?-Su rápido cambio de tema me desconcierta y dudo antes de responder.
-Estoy en la facultad de medicina, voy a la Universidad.-Se supone que iría a mi segundo año. Quería acabar mi carrera, quiero hacerlo, pero quizás muera aquí, y nadie sabrá cómo ni dónde.-Parece que no podré terminar la carrera-río tristemente. Mis ojos se cristalizan y Adam se acongoja. Escondo mi rostro con las manos en un inútil intento de evitar que vea mi horrible cara llorando.
Quiero irme a casa. Comienzo a sollozar y es tan vergonzoso. Tengo tanto miedo que podría mearme encima. No quiero morir aquí.
-Lo siento.
-Mentiroso. Alguien como tú no podría sentir nada.-Con los puños de mi sudadera seco mis lágrimas pero por más que lo hago mi rostro sigue empapandose, mi cuerpo hace pequeños espasmos al llorar, como si tuviese hipo invisible.
Quedamos en silencio nuevamente, no hay nada que decir, todo estaba decidido desde un principio, en cualquier momento me matarán y no veré nada nunca más. Nunca más.

Adam se pone de pie y camina a no sé dónde. Me levanto y lo sigo. Llegamos a la puerta trasera de la mansión, saca una llave, abre, y entramos, hay un largo pasillo con muchas puertas a los costados. Adam avanza y entra a la tercera que se encuentra en el costado de mi derecha. El piso alfombrado de un color rojo, las paredes de color crema, muebles antiguos. Todo aquí parece tener bastantes años.
Sigo a Adam y me tiende un botiquín.
-Cura mi herida, por favor. No confío en la delicadeza de mis guardias.-Río ante su comentario. Abro la caja, y saco todos los materiales que necesitaré.
-¡Adam! ¡¿Dónde estás?!-Los pasos apresurados de alguien comienzan a hacerse mucho más cercanos y por último, penetra en la habitación donde nos encontramos.-Te encontré.-Es Austin
-¿Cómo van las cosas?-Adam lo mira seriamente y Austin hace una mueca al ver la herida que estoy curando.
-Los Veroni se retiraron. Ya no hay peligro.-Me mira como si no confiase en mí.-¿No la mataremos? Está estorbando.
-No. Es mi ayudante, si se comporta bien, podremos hacer un trato y la dejaré ir.-Adam me mira intensamente. Me podré ir...-Así que espero tu cooperación.
Estoy sorprendida, ¿De verdad podré volver a casa? ¿En serio? No moriré, no moriré. Mi cara muestra una tonta sonrisa y Adam se ríe por lo bajo.
-Adam, esto no va a terminar bien.
-Ya verás que si. No te preocupes. Aurora, sígueme.-asiento y hago lo que dice.
-Acabarás muerta de todos modos-susurra Austin en mi oído al pasar a su lado. Me volteo a verlo y su mirada es... como si tuviese compasión por mi. No le hago caso y continúo siguiendo a Adam.
-Dormirás conmigo.-Llega al fondo del pasillo y abre una gran puerta.-Ésta es mi habitación.
-No huiré. No quiero dormir contigo.
-Escucha-se agacha un poco para quedar a mi altura-Hay hombres con armas en todos lados. En cualquier momento pueden venir a atacarnos los Veroni y necesito que estés conmigo si eso pasa. Yo también quiero que salgas con vida de aquí.¿Si?.-Todo él esta serio.
-¿Dónde dormiré?
-En la cama, yo puedo dormir en el sofá. No voy a tocarte, lo prometo-agrega eso, y recién soy consciente de que estaba haciendo una cara de desconfianza.
-Bien.
-Te daré una camiseta y unos shorts míos para que duermas.-Adam abre un closet y comienza a rebuscar en la ropa. Su habitación huele toda a él. Su perfume es muy agradable.
-Puedes darte una ducha.-Salgo se mis pensamientos dando un pequeño saltito. Asiento nuevamente y me da unas toallas blancas.-al fondo del pasillo.
Voy donde me dice y esto es maravilloso, un baño espacioso, en tu propia habitación, esto es genial. La tina es muy grande y mi cuerpo cabe sin quedar ninguna extremidad fuera, aunque, creo que si mides 1,50 cabes en donde sea.
Lleno la bañera y mientras lo hace, me quito mi ropa. Estando completamente desnuda puedo observar varios moretones en distintas partes de mi cuerpo. Mi cabello cae en ondas hasta mis caderas, rojo. Mis ojos, no deciden de qué color son, pero en estos momentos se ven café, lo digo porque a veces se ven café oscuro(Diría café caca pero incluso la mierda sale de distintos colores), verde musgo, verde claro.
Cierro la llave de la bañera y me meto en ella, hundiéndome bajo el agua. Cierro los ojos para olvidar en donde estoy, pero me es imposible. Extraño mucho a mamá. Extraño a Sammy. A mis gatos sobretodo. Extraño incluso a mi jefe gruñón, preferiría mil veces soportar sus sermones antes que encontrarme en esta situación.
Cuando el aire ya se escapa de mis pulmones, salgo en busca de él. Y luego comienzo a lavar mi cabello.
-¿Ya estás lista?-Adam toca la puerta.
-¡No! Te juro que si entras, tu muerte será en una bañera.
-Al menos será junto a una chica desnuda.-escucho su risa y por un momento, mi corazón aumenta sus laidos.
-¿Qué quieres?-Adam tarda en responder y se ríe por lo bajo.
-Estoy que me cago en los pantalones.

"Aurora: ¿Quién me-"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora