Episodio VI

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Entramos a otro jeep, negro. Adam conduce en dirección a la sala de reuniones de los Veroni, que con ayuda de un infiltrado, lograron descubrir. Con nosotros (Adam y yo) van también dos guardias y LA guardaespaldas de Adam, una mujer muy dotada físicamente, ya saben, tiene cheches y un culo que envidiar. Estoy casi segura de que cuando estan solos Adam se le lanza encima y matan millones de “posibles hijos”.
¿Y a ti qué Aurora? ¿Acaso te gusta?
Obviamente no.
Síndrome de estocolmo.
-¡Dije que no, joder!-Adam me mira como a un bicho raro. Y me percato de que eso no lo pensé, lo grité. Agacho la cabeza con vergüenza.
-¿No quieres que te invite a comer luego de esto?-¡Comida!
-¡Si! ¡Si quiero! Es que estaba pensando y lo dije en voz alta.
Adam guarda silencio y luego estalla en carcajadas.
-¿Qué es tan gracioso?
Por supuesto que tú, idiota.
¡Cállate, idiota tú!
-Nada.-Adam detiene el auto en un lugar oscuro.-Manos a la obra.
Mi estómago se revuelve de sólo pensar en la adrenalina que correrá por mis venas cuando esté allá infiltrada.
-Escucha Aurora, vamos a colarnos por detrás de las instalaciones. Sólo debes seguirnos y meterte en donde te digamos, cuando digamos. Si hay que correr, hazlo como cuando te conocí.
-

Esa es una mierda de ejemplo.
-Lo sé.
Pasamos a la mansión por la pared, lo cual fue difícil de hacer porque soy un poco... pequeña.
Luego fuimos agachaditos y calladitos hasta una rejilla de ventilación.
Adam acunó sus manos para impulsarme a subir.
-No me tires al suelo-susurré.
-Confía en mí-respondió Adam en el mismo tono.
Cuando estuve a la altura de la rejilla, la guardaespaldas de Adam me tendió una grabadora portátil y un destornillador. Saqué la rejilla con ayuda de este último. Y me colé dentro. Pero al ver lo oscuro que estaba, me devolví sobre la misma.
-¿Debo entrar con todo oscuro?-susurré.
-Si. Ahora lleva tu culo allá dentro.
Avancé, con miedo de que se me pegue una araña, y llegué a una parte en donde entraba la luz por pequeñas rejillas.
-Pasen, por favor-La voz de un hombre sonó desde la habitación. El miedo de ser descubierta aumentó, y de no ser por la idea de que me iré luego de esto, hubiese salido huyendo.
Presioné la grabadora y empecé a grabar.
-Bien, debemos hablar sobre el tema de Adan Sulkin, el hijo del ex-jefe Sulkin quien casi destruye todo nuestro progreso en el mundo de la mafia. Debemos asesinarlo.-¿Van a matar a Adam? Bueno, de todos modos no me incumbe. Él deberá idear algún plan.
-Disculpe, podríamos tener un infiltrado y ganar su confianza, cuando sea el momento lo asesinará.
-Esa es una buena idea. ¿Quién puede ser el infiltrado?-El silencio abarcó la habitación.
-Yo puedo hacerlo.-una voz ronca y profunda se indicó como voluntario. Me asomo a la rejilla para intentar verle el rostro, y es un joven de la misma contextura que Adam, y no se ve mucho mayor que él.-Yo puedo infiltrarme en su grupo e ir informando su actividad mientras gano su confianza.
-Perfecto Demian.-El chico eleva su mirada, observandome directamente a los ojos, y comienzo a sudar.-Bueno, ya que estamos reunidos vamos a la sala a beber vino.
Todos los invitados salen de la sala, y con dificultad me volteo para salir de la ventilación. Cuando llego al final de ésta, me bajo cuidadosamente.
-Ufff, nunca más haré algo como esto.
-¿Pudiste conseguir la grabación?-la voz de Adam suena detrás de mí.
-Si.-me volteo a verlo. Está sonriendo.-Un trato es un trato. Llévame a casa y haré como que nada de esto ha pasado en realidad.
-Bien. Vamos.-nos devolvemos por el mismo camino y subimos al jeep.
El camino es silencioso.
-¿Sabes mi dirección?
-Si.-Adam continúa mirando el camino.
-Señorita Aurora-la guadaespaldas me llama.-Probablemente siga involucrada en todo esto si no cambia de dirección. Lo más preferible sería que usted se mude a otro lugar. Por su propia seguridad.
-Oh, gracias por tu consideración...-dudo un poco, no sé su nombre.
-Kelly.-asiento y le sonrío.
-Kelly, gracias por tu preocupación. Lo tomaré en cuenta.
-Llegamos.-mi corazón da un vuelco. Estoy en casa. Al fin. Dejo la grabadora en el asiento y voy corriendo al departamento. Cuando llego, saco las llaves de repuesto que están en una esquina de la puerta, ocultas bajo una capa de madera y abro. El departamento esta a oscuras y en cuanto entro, Pato y Zoe se cruzan entre mis piernas.
-Llegué bebes-Los levanto a ambos y los abrazo.-No saben cuánto los extrañé.-las lágrimas caen por mis mejillas hasta estrellarse contra el frío suelo.
-Ni siquiera te despediste.-Me volteo y Adam está recargado en la puerta. Su silueta está marcada por la tenue luz que entra.
-Lo siento, estaba muy... feliz.-bajo la vista sintiendome un poco avergonzada. La risa de Adam llena el lugar.
-Bueno, hasta otra-Adam se acerca a mí y me da un beso en la mejilla. Sus labios están fríos.
-No digas eso. No quiero ser secuestrada nuevamente.-Sonrío y el me observa durante unos momentos.
-Espero encontrarnos, sin que yo sea un secuestrador.-Adam sale del deparamento y yo me voy a prender las luces.
-Estamos solos de nuevo.-Suelto a Pato y Zoe. Entro en mi habitación y me hago bolita en la cama. No sé por qué pero, sólo puedo dormir en ésta posición.
Duermo plácidamente.

Sin embargo esta vez, sueño que estoy con mi mamá y mi papá. Estamos comiendo en la mesa, juntos, y cuando estabamos hablando sobre la tía Annie, alguien irrumpió en la sala tirando la puerta de una patada. No se le veía el rostro pero sacó un arma y nos amenazó. Me hizo ir con él. Y cuando me iba a subir al auto, Adam aparece, y al intentar salvarme, es asesinado.
Abro mis ojos instantáneamente por el terror. Y cuando me siento rápidamente en la cama, quedo cara a cara con una figura humana, perdiéndose en la oscuridad.

"Aurora: ¿Quién me-"Where stories live. Discover now