Recuerda que te quiero

Capitulo 6

Abrí los ojos y me percaté de que estaba sola en la cama. Mire el reloj y vi que señalaban las nueve y media de la noche. Era la primera vez después de mucho tiempo que conseguía dormir tantas horas seguidas y todo gracias a Jason, que se había quedado conmigo. Salgo de la cama y bajo las escaleras hasta la cocina. Sebastian esta sentado en la mesa de la cocina escribiendo algo en su portátil.

-Buenos días Emma, ¿has dormido bien?

-Si, muy bien.

-Jason te esta ayudando mucho ¿no?

-Si, me ayuda en lo que puede.

-¿Es cariñoso contigo? ¿Te trata bien?

-Si, me trata muy bien. Hicimos bien en contratarlo.

Abro el frigorífico y saco un bol de ensalada para cenar.

-He visto que estabais dormidos en tu cama Emma, ¿tengo que pensar mal?

Me giro rápidamente impresionada por la pregunta y lo miro a los ojos.

-¿Qué estas insinuando Sebastián?

-Nada, nada señora..

-No vuelvas a repetir algo así, puedo ponerte de patitas en la calle- digo muy seria.

-Trabajo para Eric señora, no creo que fuese posible- me contesta.

Cierro el frigorífico y me dirijo hasta la mesa donde esta sentado. Me siento frente a el y lo miro a los ojos.

-Me importa una mierda- le digo-, que no vuelva a repetirse.

Cojo un trozo de lechuga del bol de cristal y me lo meto en la boca. Sigo comiendo hasta que el recipiente se queda vacío. Todo esto sin apartar los ojos del hombre que tengo delante.

Al día siguiente me levante de buen humor, creo que había recargado energías y me había sentado muy bien. Hoy quería salir de esta casa, se que era algo que tenía prohibido pero necesitaba ver gente nueva, respirar nuevo aire, andar por un suelo distinto. Busque a Mónica por todos sitios, pero ni en su habitación estaba.

-Mónica esta de descanso Emma- me comenta Sebastián.

Ni siquiera le di las gracias por recordármelo. No tenía ganas ni de mirarlo a la cara, ¿cómo había sido capaz de insinuar que yo tenía algo con Jason? ¡Era mi empleado! Además, el sabe perfectamente lo muy enamorada que estoy de Eric. Miro el móvil y veo que tengo un whatsApp de Eric, ayer salió de copas con sus compañeros y acabó tarde. Le contesto con un breve "Ten cuidado, te quiero" y dejo el móvil cargando. Entro en el vestidor y me pongo un vestido vaquero que no me tapa las rodillas y unas botas bajas. Luego, me recojo el pelo con una cinta de color azul y me pinto un poco. Estoy demasiado pálida. Vuelvo a bajar las escaleras y salgo al jardín delantero a que me de el sol en la cara. Sin embargo, cuando estoy dispuesta a sentarme en el césped a leer una revista veo a Jason removiendo la tierra. Su frente brilla del sudor.

-Tu trabajo no es este Jason.

El chico levanta la mirada y se asombra al verme allí fuera. Se pasa las manos por la frente para retirarse el sudor y sin querer se mancha la cara de tierra.

-Lo se Emma, pero estas flores ya estaban secas y me daba pena ver un jardín tan bonito con unas flores marchitas.

Su comentario me saca una sonrisa y me quito la cinta del pelo. Luego me agacho con cuidado y le limpio el sudor de la frente. El me mira asombrado por mi gesto y le sonrío para que se tranquilice.

-Tienes razón. Te ayudaré.

Me remango las mangas del vestido y comienzo a introducir las nuevas flores que ha comprado en los huecos que va dejando en el terreno. No tengo ni idea de como se hace pero el me ayuda a acomodar la tierra y a dejar las flores en una buena posición. Cuando ya hemos colocado todas, me siento a descansar un rato y Jason se dirige hasta la manguera para regarlas. Mientras las desenreda, se quita la camiseta y me quedo observando su musculatura. Incluso podría decir que es mucho mejor que la de Eric. Jason me mira y quito la mirada muerta de vergüenza, seguro que me ha pillado. Estira la manguera hasta las flores y las riega.