3: Arreglos

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Empiezo a conocer más a los demás tributos, y le he agarrado un poco de cariño a Amber, lo cual no debería pasar ya que va a tener que morir si yo quiero ganar, espero no tener que ser yo el que la mate, sería muy mala suerte que de entré 24 yo la mate a ella.

Al acabar las cosechas me voy a disfrutar del tren, ya que al ser el distrito más cercano al Capitolio, sólo nos tomará media hora más para llegar a nuestro destino. Nunca he viajado al Capitolio, pero si he visto a su gente, no creo que sea un lugar que me agrade.

Amber se sienta a comer conmigo y con los demás, veo demasiada comida. No es comida, son manjares. Veo diferentes animales marinos, no he probado ninguno ya que en nuestro distrito no hay costa ni nada parecido, estoy seguro que esto es lo que acostumbran a comer los del distrito cuatro, pruebo algo que veo.

-Entonces tu eres nuestro mentor- afirmo a Ivory.

-¿Quien más?- responde de mal humor.

-Bueno ¿Entonces qué nos vas a enseñar?-

-No hay nada que les pueda enseñar, quizá algunos consejos-

-Bueno, danos alguno-

-Está bien, sonrían mientras estén en el Capitolio. Pero en la arena maten cuando tengan la oportunidad-

-Algo que no sea obvio- El se levanta y me pone un cuchillo en la garganta.

-Estás solo en esto, cuando estés en la arena nadie te salvará- Amber le da una patada en el brazo haciendo que suelte el cuchillo.

-Muchacha ruda, me agrada-

-Gracias, pero no me haría nada. Soy un tributo-

-¿Seguro?- Dice Amber y se retira.

Han pasado unas cuantas horas desde que salimos desde el distrito 1 y ya puedo visualizar el Capitolio. Es enorme y espectacular. Se observan edificios inmensos, en mi distrito no hay nada que se asemeje a esto. Cada vez se ve más cerca todo, incluso se ve la gente esperando nuestra llegada. Es increíble ver como hay gente vestida tan extravagantemente. Veo que la gente porta muchos lujos que se producen en nuestro distrito.

Cuando bajamos del el tren Amber y yo hacemos unos cuantos saludos a la gente y unos agentes de la paz nos guían hasta un ascensor y nos llevan al piso 1, solo hay una puerta nuestro escudo. Nuestro escudo es un castillo, se cuenta que ,antes de la destrucción del mundo, la gente rica llamada "reyes" vivía en esos lugares y tenían tesoros; mucho oro y joyas, y como nuestro distrito es productor de lujos es lo que lo representa.

Es nuestro cuarto, al ser el distrito 1 nos asignan el piso 1, o eso dice Drew. Nos quedaremos aquí hasta que terminen de llegar los demás tributos probablemente mañana. Me da tiempo de ver la repetición de las cosechas y completar la información de mi libreta. Me voy a acostar temprano

Al día siguiente me despiertan unos agentes de la paz. Me cambio y los sigo junto con Amber.

Llegamos a otro centro con 12 habitaciones, cada una con uno de los escudos de los 12 distritos. Nos llevan al del 1, al entrar en la habitación hay un muro frente a nosotros y un pasillo que llevan a diferentes habitaciones, se llevan a Amber a la izquierda y a mi a la derecha. Al entrar en la habitación veo a mucha gente, ellos me limpian de todas las formas posibles para estar presentable en el desfile de esta tarde.

Veo entrar en la habitación a cuatro personas, mi equipo de preparación, y todos los demás se salen. Un señor con un abrigo de piel azul se presenta como Rochet. Una mujer morena con el pelo bastante largo, pero con una trenza parada que desafía a la física, se dice llamar Juvia. Otra mujer presente usa un vestido esponjado color rosa con un maquillaje exagerado del mismo color, es calva pero usa una flor enorme amarilla sobre su cráneo, se llama Secaria. El último se presenta como Keron, es un señor alto de pelo hasta los hombros, está usando una chaqueta verde limón y un pantalón morado que hace juego con su pelo.

-Fabuloso- empieza Keron -Entonces con esto trabajaré éste año-

-Muy interesante- Complementa Juvia.

-Tengo miles de ideas- Dice Rochet.

-Verás, tu distrito es de lujos, y tu debes lucir radiante.

-¿Qué planeas hacer?- pregunto.
N
-Vas a ser la joya que todos querrán comprar-

Después de unas cuantas horas de arreglarme, mi equipo dice que he terminado. Me veo en un espejo y estoy transformado, lo detesto. Estoy usando una especie de falda hecha de cristales, sin playera, solo me cuelga una banda de mi hombro izquierdo a mi costado derecho del mismo material de la "falda", uso un colla y unos brazaletes parecidos a esmeraldas, y uso unas sandalias transparentes. Me maquillaron con algunos toques blancos por los brazos, mejillas, piernas, y pechos. Mi pelo estados corto pero lo peinaron hacia arriba.

Salgo de la habitación y me llevan hacia un centro donde están todos los carruajes y la mayoría de los tributos ya se encuentran ahí. Tiempo después llega Amber y viene vestida macón los mismos cristales que yo, pero su atuendo es un bikini.

-Parece que ya llegó la pecera- Digo bromeando.

-Lo detesto tanto como tu- Responde enojada.

-Al menos no pareces un arbusto como los del 7- Voltea hacia donde se encuentran los tributos del distrito 7 y se ríe un poco.

-O maíces, como los del 11- Ahora me río yo.

-Pensándolo bien, prefiero ser una pecera-

-Yo igual-

El himno de Panem suena, indicando que el desfile va a comenzar. Amber y yo nos subimos al carruaje y esperamos nuestra salida, somos los que están en el frente.

Las puertas se habren y veo un gran lienzo por el cual haremos un recorrido, empezamos a avanzar y veo a la gente del Capitolio alabandonos y lanzando pañuelos y flores. Volteo a ver a Amber y está brillando, su vestido tiene alguna reacción con los rayos del atardecer que parecen emitir luz, es increíble. Me volteo a ver de reojo y estoy haciendo lo mismo. Empiezo a detestar un poco menos los atuendo.

-Es impresionante- Le digo a Amber, ella responde con una sonrisa.

Cada vez nos acercamos más al balcón donde se encuentra el presidente Snow, un hombre viejo que gobierna nuestra nación. Al pasar frente a el solo lo volteamos a ver y nos formamos frente al balcón, a nuestro lado se sitúan las demás carrozas de los otros tributos.

El presidente se acerca al micrófono y su voz invade cada rincón del lienzo -Bienvenidos tributos a los sexagésimo terceros juegos del hambre- Hace una breve paisa para aclararse la garganta y continua -Y que la suerte esté siempre de su lado- Odio esas palabras. Esto no es suerte, es habilidad para sobrevivir.

Los carruajes regresan por donde vinieron y el desfile finaliza, Amber y yo nos vamos a nuestra suite en el centro de entrenamiento y nos proponemos descansar para empezar mañana nuestro entrenamiento, solo nos dan tres días y en el cuarto hay una entrevista con Caesar Flickerman, la ultima antes de ir a los juegos.

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⏰ Last updated: Feb 06, 2015 ⏰

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Los Juegos del Hambre: GlossWhere stories live. Discover now