●Capítulo 6●

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-Elsa-

El camino a casa de Hiccup y Mer se estaba reduciendo, estábamos por llegar.

Hiccup y Jack pusieron música en el auto para no estar en silencio si ya no teníamos nada más que decir y por ello Jack no dejaba de mover la rodilla al ritmo de la canción, aparte de que canturreaba partes de la canción junto con Hiccup.

Yo miraba por la ventana mientras era rodeada por un brazo de Jack por los hombros. Me gusta mirar hacia la ventana cuando viajo por el auto o dormir, siempre al subir un auto me da un sueño espontaneo y dormir en un vehículo es lo más cómodo para mí.

Pero ahora creo no tener sueño, este trabajo no me cansa lo suficiente y no me desvelé, estoy bien descansada.

Aster y Pitch son compañeros de trabajo algo... Raros.

Bien, entiendo a Aster, creo agradarle, pero en ese aspecto no puedo hacer nada, estoy casada.

Pitch, él es... No sé, extraño, no me ha hablado tanto como para a hablarme de esa forma, debe tener mucha confianza de sí mismo, supongo. No me gusta su forma de ser conmigo.

—¡Get the cool! ¡Get the cool shoeshine! —El agudo canturreo desafinado de Jack me desprende de mis pensamientos.

Hiccup lo acompaña a sus desafinados cantos.

—Sería mejor que se callaran por mi bien auditivo y estomacal —Les dije haciendo una mueca de disgusto por sus feos canturreos.

—De todas formas, ya llegamos —Me contesta Hiccup desactivando la música, lo cual, agradecí a mis adentros. De verdad sus cantos eran horribles.

Hiccup aparcó el auto delante de su casa, es igual a todas, vivimos en el mismo vecindario. Así que cuando apagó el auto, Jack y yo, salimos del vehículo y nos encaminamos a la entrada de la casa, mientras Hiccup cerraba las puertas de su auto.

Cuando subimos las escaleras del porche y quedamos frente a la puerta toqué la puerta con mis nudillos.

—¡Voy! —Escuché la exclamación de Merida por detrás de la puerta, además de muchas pisoteadas.

Nosotros esperábamos, hasta que Hiccup se hizo espacio delante de nosotros para abrir la puerta con su llave, introdujo la llave y finalmente abrió. Cuando la puerta se abrió dejando ver su interior, vimos a Merida con sus rizos más revueltos que de costumbre e intentado ponerse un pantalón, que al parecer ya no le entra.

Hiccup entro a su casa, a la vez que nos apuntó con su barbilla al interior dándonos a entender que pasáramos también.

Llegue al lado de Merida, quien seguía luchando contra ese pantalón, gruñía y bufaba con esfuerzo.

—Mer, ehh... Creo que ese pantalón ya no te queda —Le comenté con tiento, puede que esté de malas.

Ella me miro con los labios fruncidos y una mirada fulminante, noté que su piel brillaba, estaba sudando, pero por su mala cara entrecerré los ojos esperando una riña o un fuerte quejido de sus anchas caderas.

—¡No sabía que esto era tan difícil! —-Me vocifero exasperada haciéndome retroceder torpemente. ¡A veces es tan impulsiva!

—P-pues, Mer, compra otros pantalones —Le mencioné mirando como sigue con ese pantalón.

Ella dejó de pelear con la prenda, se los quitó y corrió sin ningún pudor en ropa interior hacia el piso de arriba.

Cuando me halle sola mire a mi alrededor, ya que no veía a mi esposo cerca, ni a Hiccup. Camine hacia el comedor y nada, no estaban. Posiblemente estén en la cocina, así que caminé a ella, y si, los encontré ahí.

Another Stalker |#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora