Mafiosos

♔El Chico de la gorra♔

<<Narra Claus>>

Es un día muy caluroso, mi hermano y yo debíamos de permanecer juntos debido a que nuestro padre trabaja hasta en la noche, es muy duro que tengamos que buscar formas para salir y regresar antes que él.

—Lucas, vamos a recoger algo a aquel restaurante cercano al centro comercial, es un encargo —dije mirando a Lucas que estaba entretenido con una consola portátil.

—Pero nos vamos a tardar igual que la última vez, no es buena idea —dijo encogiéndose de hombros.

Es verdad, esa vez papá llegó antes que nosotros. Casi nos golpeaba a ambos, solo que dije la verdad, yo hice que me acompañara para no dejarlo solo en casa, llegamos quince minutos después que él.

—Bueno. Si pregunta por mi, dile que salí a comprar un material escolar, no sé si tarde —dije a punto de salir de la casa, mirando preocupado a Lucas.

—Ten cuidado, le diré eso a papá para evitar problemas —miré como asentía con la cabeza para salir con tranquilidad.

Ambos estudiamos la escuela media, misma escuela y grupo, no nos quiso dejar separados aunque mi hermanito sabe defenderse. Los dos siempre fuimos unidos desde niños, antes de llegar a esta cuidad por el trabajo de papá; nosotros vivíamos fuera del rango de las ciudades saludables, pero con la muerte de mamá, decidió buscar un empleo fuera sin consultarnos primero. Por suerte nos dejó despedirnos de nuestros amigos e intercambiamos números, así podríamos estar en contacto para cualquier cosa.

—Bien, estoy en el punto de reunión —miré la hora en mi celular, no era de los que compran cosas de lujo, sino al menos algo simple.

—Pensé que ibas a venir con él —distinguí a alguien con una capa y otros objetos cubriéndolo para ocultar su identidad.

—Tuvimos que idear una "estrategia" contra el viejo... Fuel —dije acercándome a mi amigo, él y yo siempre manteníamos contacto por llamada.

—¿Para qué demonios la mochila? —dijo un poco molesto, lo noté por cómo reaccionó.

—Obviamente para guardar la 'mercancía', tarado.—Le dí un leve golpe en el hombro y nos reímos un poco.

Lucas y yo nos dedicamos a vender dulces en pocas cantidades, no queremos estar en prisión tan pronto, tampoco nuestro padre lo quiere. Le di el pago de la mercancía anterior debido a que conseguimos el doble de la cantidad de dinero que vendemos en dulces, es así como logramos mantenernos en la escuela.

—Será mejor que te retires, no le busques problemas a tu padre —dijo Fuel para dar media vuelta e irse entre las sombras.

Decidí hacer lo mismo que mi amigo, no quiero que Lucas se meta en problemas por mi culpa, pero ambos necesitamos el dinero que obtenemos de este negocio.

Al llegar a casa, noté que papá no había llegado hasta que escuché a mi hermano, dijo que llamó para avisar que probablemente no llegue a casa hasta mañana.

—Sabes que a veces no me confío de las palabras de papá, pero debo cuidar de ti.—Le sonreí a mi hermanito para quitar la pesadez del ambiente.

—No te preocupes Claus, solo debemos hacer la cena y luego ir a dormir si no tenemos tareas pendientes —me regresó la sonrisa para luego dirigirnos a la cocina para preparar algo.

Cuando mamá estaba grave de salud, nos enseñó a cocinar a ambos, pero yo cocinaba más que Lucas. Al cocinar, siempre platicamos de ella y los momentos felices que tuvimos como familia.

>>Al día siguiente<<

Salimos de la escuela por la tarde, eran aproximadamente las 3, por lo que decidimos ir a conseguir unos materiales que ocupábamos para un trabajo de clase.

—Oye Claus, voy a entrar a comprar los materiales —dijo sonriendo para entrar a la papelería.

—Maldición, no completo todo el material —escuché que estaba molesto, pero no entiendo el motivo.

Al girarme, noté a un chico pelinegro de ojos violeta apretar los puños, seguramente fue a quien escuché gritar. Intenté llamar la atención de él de alguna manera, pero en cada una de ellas fracasaba; no encontraba la forma de llamarlo hasta que le dije...

—¡Oye, idiota de gorra roja! Se te cayó algo.—Se giró para regresarse; logré llamar la atención para después decirle que nos reuniéramos en el parque para hablar sobre un detalle escolar.

Aceptó ir con la única condición de que no sería una broma el tema, le dije que solo quería ayudarlo, pero tendría que ser honesto. Al ver que Lucas ya iba saliendo nos despedimos.

—Nos vemos más tarde, Claus —dijo alzando su mano manteniendo un gesto serio.

—Nos vemos, Ness.—Imité el gesto para retirarme con mi hermano a casa.

Lucas me vio extrañado, ya que no acostumbro hablar con otras personas. En el camino a casa le explique que él tenía problemas económicos y decidí citarlo en un parque sin contarle que sería para que venda junto con nosotros los dulces, nuestra preciada mercancía.

Las condiciones de trabajar con este negocio las estableceríamos dependiendo de si agrega a alguien más o no, solo que les costará el silencio de ambos si entran, no podrán mencionar nada y deben ser cautelosos, un pequeño error y todos nos vamos a prisión.

—Es muy arriesgado, pero también quiero ir —dijo un poco molesto porque hizo un pucherito muy tierno.

—No puedo arriesgarte por ahora, una vez que me diga si va a incluir a alguien o no, te llevaré.—Lo despeiné revolviendo su cabello, por el momento prefiero ponerlo a salvo.

—Está bien, pero no rompas tu promesa —dijo extendiendo su dedo meñique. Sellé la promesa del meñique diciendo que lo llevaría al sitio de reunión que yo ponga.

Cuando llegamos a casa, vimos a papá parado de brazos cruzados. Le expliqué que tuvimos que ir a comprar unas cosas para un trabajo de la escuela, eran muy necesarios porque dependían de nuestra actividad. Nos dejó ir a nuestra habitación para comenzar a trabajar en esa famosa actividad que consistía en hacer una maqueta de un sitio que nos gustase mucho; decidimos hacer el campo de girasoles porque nos recordaba a mamá.