t r e i n t a y o c h o

2.5K 157 26
                                    

4 días después.

Lunes 21 de enero del 2016.

Charlotte.

La confianza en si mismo es el primer secreto hacia el éxito. ¿Habían escuchado eso antes? Bueno, yo si. 

Pero en estos momentos no creo que sea cierto. Nunca he tenido confianza en mi misma al 100% pero he podido hacer cosas que las personas con confianza no hacen.

Conozco a una persona que tiene confianza en si mismo al 100% y no es capaz de hacer una simple cosa que es,decir la verdad.

Y cual es la verdad? Que es un gilipollas.

-Ignóralo.-Dice Sav alado mio.

-Es lo que hago, pero de alguna forma el siempre trata de acercarse ami.

-Creo que aun te quiere.

Volteo a verla.

-¿Que? Se que es un idiota pero digo, si no te quisiera..

-Si me quisiera no me hubiera mentido.- le respondo.

-Pero tu sabes que Paige es una resbalosa.

Sav toma su bandeja de comida y comienza a caminar. Hago lo mismo que ella y nos sentamos en una banca de afuera para así poder comer.

-Un hombre por mas que te quiera no cae en los juegos de una resbalosa.- le digo.

-¡Oye, gorda!- Esa voz que siempre hace que se me arruine el dia.

-Lárgate de aqui, Jackson.-Le digo sin ni siquiera voltearlo a ver.

-Solo quería preguntarte algo.- Se sienta alado de mi.- ¿Esta eres tu? - me pregunta con su voz burlesca.

Me muestra su celular.

Es una foto editada, es un cuerpo de lo que supongo es una modelo y le pusieron mi cara.

Ay no.

-¿Quien..?- frunzo el ceño.

-Se la mande a toda la escuela, ya sabes, deben ver lo que tienes ¿no?- se burla junto a sus amigos.

-¡Eres un imbécil!-le grite.

-¡Char!- la voz de Evan se escucha.

-Oye, Granger. Ya veo porque te gustaba..-dice mostrandole el celular y Evan se lo tira.- ¿Que te pasa hermano? Pense que tu habías hecho la foto.

Volteo a verlo.

Evan me ve con pena.

Odio que me vea asi.

-Char, yo no..

-No me hables.- Hago una seña con mi mano para que cierre la boca y me levanto para irme.

Comienzo a caminar con Sav detrás de mi y los insultos de Jackson y sus amigos.

No puedo creer que nunca se cansen de molestarme. 

-------

-¡Hola!-Sonreí. Cierro la puerta y dejo mi bolso en una pequeña mesa.

-¿Que tal la escuela?- Me pregunta Edward.

-Bien, supongo. Lo mismo de siempre.-Me siento en el sillon que queda frente a su cama donde esta sentado pegado a la pared con un comic entre sus manos. -¿Quien te trajo ese comic?- le pregunte.

-Mi tia.- Me responde. - La hermana de mi mama, es muy buena persona.

-¿Y por que no vives con ella?

-No puedo, mi padre no me dejaria. Y menos a Aaron.- Deja el comic aun lado y me ve directamente con una sonrisa.

-¿Que hiciste?

-¿Por que piensas que hice algo?- Se rie.

-Tu sonrisa te delata, Edward.- Levante mi ceja izquierda.

-No hice nada.- Su sonrisa hace que piense lo contrario.

-Aja, te creere. - Le digo. - ¿Como haz estado? ¿Estas listo para salir de aqui?

-Mas que listo. - Sonrie. - Extraño las hamburguesas.

Rei.

-¿Volveras a la escuela?- le pregunto.

-No lose, supongo. Solo que tal vez me vean con lastima.-

-Oh, si que lo haran.-Le digo y el voltea a verme.- Te digo la verdad.

El ríe y toma su comic para después aventármelo a la cara.

-Charlotte.-La doctora Clarck entra con unas pastillas y se las da a Edward.

-¿Si?

-Tu padre llamo. Dice que vayas a casa.-

-Pero acaba de llegar. - Dice Edward. Me levanto del sillon y tomo mi bolso. 

-Esta bien, vendre mañana.- Voy hacia la puerta.- Adios.- me despido de ellos con una sonrisa.

No tengo idea como sabia mi padre que estaba aquí. No se si ir a casa y enfrentarlo, tengo miedo. Muchísimo miedo.

Por tanto pensar solo miraba al piso y me golpee con alguien.

-Lo siento.- digo y veo que es Evan.

- No te preocupes.- Responde y sonríe.

Antes de que caiga en sus encantos comienzo a caminar.

-Char.- Me habla.

Aprieto mi boca para parar las ganas de contestarle y sigo caminando hacia la salida.

-Oye. - La mano de Evan toca mi codo y hace que voltee a verlo. -Necesitamos hablar.

Trague saliva. - No.- respondo.

-¿Por que no?-

-Tengo que irme. - Me suelto de su agarre y salgo camino a casa.

Si, a casa.




¡Oye,gorda!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora